Brasil: El gigante del sur de Nuestra América

Por: Enrique Acosta

Caracterización Territorial

Nuestra América  llena de diversidad, mixturas, es un todo que no se limita a las suma de sus partes, cada región desde el Cabo de Hornos hasta el norte del río Bravo son piezas que ensamblan este mapa común. Brasil, el gigante del Sur parecería de espaldas a esta unidad, la pieza que compone su parte tiene elementos que difieren en un mapa común.

Quizás porque su lengua es distinta, tal vez porque a diferencia de los otros países de la región este gigante no peleó su independencia, al menos no en el mismo sentido del resto de América, quizá porque todavía la historia de Don Pedro[1] ganándole al océano y construyendo la playa de Botafogo sigue siendo admirada y repetida por cada carioca en Brasil.

Brasil tiene 8.516 millones de km2 y 214 millones de habitantes, lo que hace del país el más grande de la región y el más poblado (Statista Research Department, 2021), está compuesto por 5 regiones, estas y otras características  lo  hacen un continente en sí mismo.

La región del Sur que se compone por Paraná, Río Grande del Sur y Santa Catarina se constituyó en el más grande referente de lucha independentista del Brasil en lo que se conoció como la Revolução dos Farrapos[2], gesta que tuvo como protagonistas a Anita Garibaldi, Giuseppe Garibaldi, Bento Gonçalves, David Canabarro y muchos más, la región hizo propia las ideas de Independencia de Artigas y de San Martín.

La región Nordeste compuesta por Alagoas, Ceará, Bahía, Maranhão, Piauí, Pernambuco, Paraíba, Rio Grande del Norte y Sergipe es ahora la región con mayores niveles de pobreza en el país, sin embargo, también es la región de la resistencia Quilombola, donde en el siglo XVI se formó el Quilombo dos Palmares[3].

Brasil: El gigante del sur de Nuestra América

Este territorio fue protagonista de revueltas y resistencia negra, tierra de Zumbi do Palmares que resistió el asedio de los ejércitos portugueses y holandeses, este territorio es hoy protagonista de una enorme migración interna, a pesar de ser la 2da región más grande en producción petrolera, además de chips, barcos, softwares, baterías y productos petroquímicos. 

La región Centro-Oeste compuesta por Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Goiás y Distrito Federal, donde además esta Brasilia, es la región menos poblada del país.se constituyó en la región de la explotación minera, los diamantes y el oro fueron sacados de las minas de este territorio durante toda la época colonial.  

Esta actividad fue sustituyéndose por la ganadería expansiva, sin embargo, no fue si no hasta mediados del siglo XX con el paso de la Capital a Brasilia en 1960 y la construcción de líneas férreas, que la región vivió una colonización sobre un territorio prácticamente virgen, donde la característica de las ciudades es la distancia física y social, una red de ciudades distantes entre ellas, asentadas sobre la producción agrícola globalizada[4].

La región Norte compuesta por Acre, Amapá, Amazonas, Pará, Rondônia, Roraima y Tocantins, esta región es en gran medida el gran pulmón del mundo, aquí fue donde se internaron los pueblos originarios a la llegada de españoles y portugueses, Francisco de Orellana organizó más de una expedición a esta zona, encontrándose con el río Amazonas.

En este territorio los portugueses construyeron grandes fuertes para protegerse de los pueblos originarios y organizaron expediciones con misioneros para esclavizar a quienes habitan esta selva, es la región de la explotación del caucho, es la región donde en el siglo XIX los japoneses sembraron pimienta y yute, es todavía una región que se conecta por sus ríos, su desarrollo urbano se dio en el siglo XX, este desarrollo es el inicio de la penetración de la globalización en la región.

Finalmente la quinta región del Brasil es la región Sudeste compuesta por São Paulo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Espírito Santo, esta es una región de tránsito entre el Sur y el Nordeste, constituye la región más rica del país, así como la más industrializada, ella produce el 60% del PIB nacional, también es la región donde primero se asentaron los portugueses, es la región a donde huyó la monarquía portuguesa asediada por Napoleón.

Esta es la región de la  gran producción cafetera, que comenzó con la mano de obra de negros esclavizados traídos de Africa y que luego con la abolición, usó a inmigrantes, sobre todo italianos y japonenses.

 En estos estados es donde nacen las grandes oligarquías, que adaptaron las ciudades de forma casi natural a la permanente expansión económica y a la clara división del trabajo, también es la región de las grandes favelas, donde los combates entre el BOPE[5] y el narco-poder se han convertido en el pan de cada día.   

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Este Brasil conformado por regiones diversas, es también un país con más de 100 millones de afrodescendientes, casi la mitad de su población, estas cifras  lo convierten en el segundo país, solo después de Nigeria, con mayor población afro en el mundo, en contradicción con esta conformación étnica, sigue siendo un país profundamente conservador y racista, los datos dan cuenta, de 50.000 muertes violentas en 2020, de estas el 76,2% eran personas afro (France 24, 2021).

Brasil es además un país con una oligarquía que  hace  parte del poder hegemónico    mundial y concentra al menos el 45% de la industria del continente (PERES Coordinador, 1998), como tal, forma parte de los centros de acumulación, que difunden como ideología dominante el modelo social, político y económico norteamericano, es así como las políticas educativas de salud y en general sociales son basados en los modelos de EE. UU.

Este gigante del sur, aunque es ya República, no ha dejado de tener pretensiones imperiales, sus oligarquías han llevado a que la economía sea la número 13 del mundo por el tamaño de su PIB, forma parte de los BRICS y  se mantiene en la carrera por disputar la hegemonía al bloque de los centros de acumulación tradicionales, e instaurar un eje de acumulación este-oeste.

En efecto, el tamaño de su economía lo ha llevado a entrar en contradicción con el modelo norte-sur, donde el Brasil todavía es periferia, esto sin dejar de tener al norte como horizonte y al modelo capitalista como único objetivo.

¿Cuáles son las implicaciones que tiene para el Brasil ser parte de los BRICS?

Por un lado, podemos observar en Brasil su consolidación como líder económico en América Latina y su articulación en el nuevo eje de acumulación con Rusia, China, India y Sudáfrica; y por el otro lado, el país toma un rol protagonista en el escenario de la geopolítica internacional, donde los BRICS son ya una manifiesta fuerza económica[6] que disputa el control de la hegemonía al bloque capitalista occidental. dominada por EE. UU, Europa y los países bajo el control del FMI y la OTAN, esto agudiza y devela las contradicciones de un sistema en crisis.

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Representantes de los BRICS

Este nuevo orden del sistema mundial ha puesto en jaque al modelo occidental, los datos dan cuenta de que desde el 2014 China es la economía más grande, la India ocupa el puesto 3, Rusia es la 6 y  Brasil es la 7,en el ranking de las mayores economía del mundo por dólar ajustado a su poder de compra local (Hawksworth, Hannah , & Clarry, 2017).

Este es un punto de inflexión, pues desde la II Guerra Mundial, EE.UU. ha sido la economía más grande del mundo, ahora desplazada al segundo puesto por China, además de que 4 países de los BRICS están entre las 10 economías más grandes y en las proyecciones realizadas por la PwC al 2050, que cita la misma fuente, India tomará el puesto número 2 dejando relegado a EE.UU. al tercer puesto, 7 de las economías de países emergentes estarán dentro de las 10 economías más grandes, donde el Brasil ocupa el 6 puesto.

Sin embargo, el crecimiento de la China hace impensable la posibilidad de industrialización en otras zonas, la producción del país asiático al 2018 concentraba el 24.36% de las mercancías del mundo (IEDI, 2018), esto sumando a los avances tecnológicos donde el país es que el más recursos invierte.

Esto según los datos del Banco Mundial que reportaba ya en el 2013 que el sur-este asiático invertía el 36.8% en el sector respecto de la inversión mundial (Banco Mundial, 2020) y el impulso que se da a la nueva Ruta de la Seda, que integra las rutas marítimas del Asía y el África, dejan relegado el papel de Latinoamérica a meros exportadores de materia prima, lo que ha implicado una reprimarización de las economías incluida la del Brasil, que en la ola de gobiernos de derecha impulsó el modelo privatizador y desregulador.

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(RodrigoCalvo, 2019)

La administración Bolsonaro

El triunfo de Bolsonaro en las elecciones del 2018 y su posesión el 1 de enero del 2019 implicaron para el país el retorno del modelo neoliberal, los datos indican que el desempleo subió al 11,2% en el trimestre (noviembre, diciembre y enero) de 2022, según el IBGE (2022), hay más de 12 millones de desocupados, aunque estos datos son aún más alarmantes, ya que el IBGE sólo considera a los desempleados que han buscado trabajo en los últimos 3 meses, es decir, que al menos el 6% de la población económicamente activa que sobrevive en la miseria.

En realidad, hay más de 22 millones de trabajadores y trabajadoras que no tienen trabajo, y la pandemia incrementó el proceso de acumulación y las tasas de lucro, ampliando mucho más la brecha respecto de los ingresos, de ahí que según los datos del Banco Mundial el coeficiente de Gini en el país es de 0.489 (Banco Mundial, 2020), lo que ha profundizado la lógica de la explotación del capital,

Como se puede ver  Brasil aunque en apariencia distante de Latinoamérica, en la mitad del siglo XX  el país formó parte de la ola de dictaduras militares impuestas por el Plan Condor y que pretendieron acabar con cualquier vestigio de insurgencia en el continente.

Brasil y la movilización social

Brasil fue también parte de la ola de gobiernos progresistas de la Región que buscaron impulsar al menos una negociación en bloque respecto al cambio en el orden mundial, estuvo además en el tren de cambio de este ciclo que puso a gobiernos de derecha nuevamente en las presidencias latinoamericanas, que han profundizado las brechas de desigualdad y la capacidad de negociación como bloque, y lejos de perderse el nuevo recambio, el país está en la carrera electoral por la presidencia donde el expresidente Lula Da Silva encabeza las encuestas.

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Pero, quizás donde más encuentros y cosas comunes hay entre el gigante y el resto de la región, es en la gente, en las expresiones de resistencia que nos siguen inspirando un nuevo mundo posible, así el  2020 para el carnaval de Río no hubo pandemia, el aislamiento no pudo contener la protesta social, una de las grandes favelas cariocas relataba con una samba esta realidad brasileña, que es la misma realidad Latinoamérica, y como la realidad quiere ser ocultada, la samba trajo consigo una gran revuelo que implicó que grandes grupos conservadores de Brasil se opusieran a que fuera cantada.

La censura quiso evitar que se viera un Jesucristo con “rostro de indio, sangre de negro y cuerpo de mujer”, un Jesucristo que prevenía de los “mesías con armas en la mano”, refiriéndose al nombre de Jair Messias Bolsonaro.

Yo soy de la Primera Estación de Nazaré,

Rostro negro, sangre india, cuerpo de mujer,

niño astuto en el agujero caliente

mi nombre es Jesús de la gente.

Nací con el pecho abierto, con puño cerrado,

mi padre carpintero, desempleado,

mi madre es María de los Dolores Brasil. (Da Cuíca & Máximo, 2020)

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Protesta estudiantil en Brasilia

La letra de esta samba recoge la fragilidad de las favelas, de aquellos barrios marginados de NuestrAmérica, la puesta en escena del baile que tuvo más de 4.000 habitantes de la favela mostró a un Jesucristo que era mujer y negra, representado a todo lo que quiere ser ocultado en esta américa mestiza.   

Este Brasil diverso, es una pieza fundamental del rompecabezas del mapa de NuestrAmérica, aunque en apariencias de espalda, en el fondo cada una de sus regiones, de su resistencia, de su historia devela los encuentros comunes con cualquier otra latitud del continente, este Brasil de Aimberê, de Anita Prestes, de Carlos Lamarca, de Carlos Prestes, de los Quilombos, de los Farrapos, de las sambas, de las favelas y de todas las expresiones de resistencia son parte integral de NuestrAmérica.

Esta diversidad del gigante del sur también se expresa en lo variopinto de sus movimientos sociales, al interior del movimiento se tejen un conjunto de actores, estrategias y tendencias políticas distintas, que han conseguido una dinámica de acción colectiva frente al régimen que ha pauperizado las condiciones de vida de los sectores históricamente excluidos, principalmente en las grandes favelas.

En los gobiernos de Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff hubo un proceso de democratización, el Estado reivindicó las exigencias sociales de la población y recuperó la confianza en la acción estatal como catalizadora de las exigencias sociales.     

Sin embargo, se visualizó con claridad la contradicción entre el carácter insurgente del movimiento social y la institucionalidad, en esta etapa hubo una progresiva captación del movimiento social a las dinámicas y lógicas estatales, típico de países donde los sectores progresistas han logrado llegar al poder político, cuadros y movimiento enteros subsumidos a los intereses y lógicas estatales que le quitan la autonomía de los movimientos sociales y partidos políticos frente al Estado.

El Estado, independientemente de quien detente la presidencia no responde a las expectativas en el aspecto de las reivindicaciones, y en la inclusión y participación popular como aspecto fundamental de las consignas de los movimientos sociales (Jacobi, 1991).

Al igual que en gran parte de América Latina, persiste en Brasil una gran brecha social que ha profundizado la distancia entre el centro y la periferia, en las zonas metropolitanas, donde esta brecha se manifiesta en una profunda carencia de los servicios básicos, fundamentalmente la salud, rostro que golpeo de la forma más cruel al Brasil con la pandemia que dejó a su paso 665.150 muertes por COVID-19.

La nueva entrada de Lula Da Silva a la disputa por la presidencia

El pasado 7 de mayo el expresidente Lula Da Silva pronunció un discurso en el que confirmó al pueblo Brasilero su voluntad, que expresa también la de diversos sectores del movimiento social, de aspirar a la presidencia en las próximas elecciones presidenciales a realizarse el 2 de octubre de este mismo año.

No cabe duda que el triunfo de esta candidatura le pondría un muro de contención, al menos momentáneo, a Jair Bolsonaro que representa a los sectores más ultraderechistas, conservadores y fascista.

El gobierno de Bolsonaro ha sido uno de los peores periodos para el pueblo brasilero, resulta significativo que la fórmula presidencial de Lula sea el  ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin (de 69 años) de gran cercanía a los sectores empresariales.

«Queremos volver para que nadie nunca más ose desafiar nuestra democracia y para que el fascismo vuelva al basurero de la historia del que nunca debería haber salido» Expresó Lula durante su discurso.

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Una manifestante participa en una protesta en contra del gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en Brasilia, Brasil, el 29 de mayo de 2021

El pueblo brasileño no tiene una gran encrucijada, pues si bien la opción que se presenta es con un Lula mucho más moderado y Gerardo Alkmin amigo de la clase empresarial, la otra opción es la de un periodo más de Jhair Bolsonaro que profundizó la brecha social e instauró un gobierno neofacista.

El reto del pueblo brasileño, de sus movimientos, de sus partidos, es mantener la vocación de lucha por encima de la discontinuidad que puedan tener la conquista del poder político, por parte de los progresismos que sean representados en el liderazgo  de Lula o cualquier otro.

La  conquista de un mundo pluripolar solo la construirá la unidad y el empoderamiento de los pueblos del mundo, no la emergencia de los BRICS, la tensión que en el eje norte-sur ha generado el posicionamiento de Rusia, China, Pakistán, la India y Brasil, si bien es un avance de carácter estratégico frente al dominio de EEUU., no deja de inscribirse dentro de la carrera de capitalismo global.

¡Solo el pueblo salva al pueblo!

Bibliografía

Banco Mundial. (2020). Data Bank. Recuperado el 9 de mayo de 2022, de https://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.PCAP.CD?end=2020&locations=PE&start=2000&view=chart

Da Cuíca, M., & Máximo, L. (2020). Estação Primeira de Mangueira [Grabado por Escuela de Samba Mangueira]. Rio de Janeiro, Brasil.

Fernández, A. C. (1999). El Aye, un palco terrestre para los Orixás del Orum. Recuperado el 15 de mayo de 2022, de http://repositorio.filo.uba.ar/handle/filodigital/2842?show=full

France 24. (07 de julio de 2021). Sheila de Carvalho: «La policía de Brasil mata seis veces más personas negras que la de EE. UU.». Recuperado el 15 de mayo de 2022, de https://www.france24.com/es/programas/la-entrevista/20210728-sheila-carvalho-policia-brasil-racismo-violencia

Hawksworth, J., Hannah , A., & Clarry, R. (abril de 2017). Una mirada al futuro ¿Cómo cambiará el orden económico mundial para el 2050? Recuperado el 16 de mayo de 2022, de https://www.pwc.com/co/es/assets/document/el_mundo_en_2050.pdf

IEDI. (2018). UNIDO. Recuperado el 16 de mayo de 2022, de https://iedi.org.br/cartas/carta_iedi_n_866.html

Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística. (marzo de 2022). Síntese de Indicadores Sociais. Recuperado el 16 de mayo de 2022, de https://www.ibge.gov.br/estatisticas/sociais/populacao/9221-sintese-de-indicadores-sociais.html?=&t=resultados

Jacobi, P. (Febrero de 1991). Movimientos sociales en Brasil. Desafíos en la construcción de la ciudadanía. Recuperado el 16 de mayo de 2022, de https://nuso.org/articulo/movimientos-sociales-en-brasil-desafios-en-la-construccion-de-la-ciudadania/

María Laura Silveira. (18 de diciembre de 2007). DIFERENCIAS REGIONALES EN EL TERRITORIO BRASILEÑO: PERSPECTIVA DIACRÓNICA Y SINCRÓNICA. Recuperado el 15 de mayo de 2022, de http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-244.htm

PERES Coordinador, W. I. (1998). GRANDES EMPRESAS Y GRUPOS INDUSTRIALES LATINOAMERICANOS. México: Siglo XXI. Obtenido de https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/31049/S338644P437_es.pdf

Statista Research Department. (6 de septiembre de 2021). Brasil: población total desde 2016 hasta 2026. Recuperado el 15 de mayo de 2022, de https://es.statista.com/estadisticas/635252/poblacion-total-de-brasil-en-2020/


[1] Pedro I de Brasil y IV de Portugal fue un monarca portugués que proclamó la independencia de Brasil y se convirtió en el primer emperador de Brasil y en el primer jefe de Estado de ese país.

[2] Revolución de los Harapos ocurrida entre 1835 y 1845, el término «harapos» se refería a la ropa harapienta que vestía el ejército rebelde. El movimiento busca la independencia y la formación de la República, en sus filas hubo muchos esclavos que participaron con la promesa de la abolición de la esclavitud si se ganaba la guerra, las ideas republicanas y federativas encontraron receptividad entre los habitantes de Rio Grande do Sul alentadas por las repúblicas vecinas, Paraguay 1811, Argentina 1826 y Uruguay 1825

[3] Quilombo es una palabra de origen bantú (lengua originaria de Angola) quiere significa “casa en los bosques”  (Fernández, 1999). El Quilombo dos Palmares es territorio libre de esclavitud, acogió cerca de 20.000 personas entre 1580 y 1710 y constituyó un relato de insurgencia y resistencia sostenida en el tiempo que debilito esta deformación social, es decir el modo de producción mismo basado en la esclavitud. Este territorio protagonizó la revuelta más larga de la historia convirtiéndose en el germen de una verdadera República negra en el corazón del dominio colonial portugués, es importante destacar que la resistencia quilombera no solo fue el territorio, fueron las tácticas de rebelión que implicaron revueltas, huidas en masa o individuales, suicidios, sabotajes al amo, negociaciones, etc.

[4] Cultivos extensivos de soja, maíz, algodón y arroz donde la mecanización es una de la que tiene mayor densidad, “un tractor para cada 8,8 habitantes agrícolas, una máquina para cosecha cada 54,7 habitantes agrícola” (María Laura Silveira, 2007)

[5] Batalhão de Operações Policiais Especiais  es la tropa de élite de la policía militar de Río de Janeiro, su entrenamiento es similar al de los Rangers, los GOPES o el SWAT norteamericano, realiza incursiones en las favelas.

[6] El lunes 28 de marzo del 2002 China decreta el cierre de Shanghái debido a los rebrotes de COVID-19 lo que se tradujo en una contracción del precio del petróleo en más del 6%, hecho que no había ocurrido desde que empezó la guerra entre Rusia y Ucrania, es importante mencionar que la demanda de petróleo del China es de 15 millones de barrilles día, y sus principales proveedores son Rusia y Arabia Saudita