Mecanismos populares y solidarios para la producción y distribución de alimentos
Por: Elizabeth Daza
Desde el 2015 Venezuela viene enfrentando fuertes sanciones económicas impuestas desde EEUU y Europa, las cuales han generado que tanto la producción y distribución, como la importación de alimentos, resulte extremadamente difícil. Ante esto, el pueblo venezolano ha resistido de manera ejemplar, generando mecanismos populares y solidarios para la producción y distribución de alimentos.
El bloqueo financiero contra Venezuela inició con la orden ejecutiva del 9 de mayo de 2015, firmada por el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama. Se trató de la ampliación de las sanciones económicas emitidas por el Congreso de Estados Unidos el 10 de diciembre de 2014 contra el gobierno venezolano y el conjunto del país.

Modelo productivo comunal
Comuna Socialista El Maizal:
La Comuna El Maizal está ubicada entre los estados Lara y Portuguesa, a la entrada de la región llanera de Venezuela donde el clima es óptimo para la siembra y las tierras son especialmente fértiles.
Fue fundada en 2009 bajo la premisa “Comuna o Nada” del ex presidente Hugo Chávez, quien antes de su partida física, impulsó fuertemente la Comuna como modelo social y productivo para la transición al socialismo.
El Maizal siembra más de 300 hectáreas de maíz para una cosecha aproximada de 2.000 toneladas al año, que garantizan la harina precocida en las mesas de muchos hogares venezolanos, y todo a partir del trabajo colectivo de las comuneras y comuneros.
Así mismo, producen leche y queso, cultivan café, legumbres, verduras, crían ganado bovino y porcino en una granja de más de 3.000 animales. Alrededor de 4.500 familias viven y producen alimentos saludables y autosustentables bajo este sistema de producción comunal.[1]
Esta Comuna está conformada por 14 empresas de producción social que están a cargo de 180 comuneros, los cuales tienen una jornada laboral de 6 horas diarias.

Visita también: https://comunaelmaizal.wordpress.com/
Pero más allá de la magnitud de la producción de la Comuna, se nos hace importante resaltar la ética de trabajo y la moral socialista y solidaria de este grupo de personas, propulsores comunales de la transformación revolucionaria del sistema de producción y distribución de alimentos para garantizar la soberanía alimentaria del pueblo.[2]
Ángel Prado, miembro de la Comuna Socialista El Maizal, actual alcalde del Municipio Simón Planas, parte del ámbito territorial de esta Comuna:
“Allá por 2015 y 2016, cuando los recursos escaseaban y empezaba la especulación con los alimentos y la devaluación de la moneda, nos preocupaba bastante que nuestro proyecto pudiera desaparecer: el impacto psicológico de la crisis fue enorme en aquel momento, y se sintió no solo en la ciudad sino también en las zonas rurales.
Hasta entonces los bancos públicos habían financiado proyectos agrícolas para el acceso a los insumos, pero por aquellos años el financiamiento se fue reduciendo. Esos años fueron muy difíciles… Incluso desmoralizantes.” (1)
Modelo de distribución solidario, experiencia Pueblo a Pueblo
En el marco de estos años de sanciones y guerra económica, la especulación fue uno de los flagelos que más fuertemente afectó los índices de inflación y por lo tanto la capacidad de consumo de las familias trabajadoras en Venezuela.
En ese contexto nació «Pueblo a Pueblo», una iniciativa dirigida a superar la intromisión de agentes especulativos en los procesos de distribución de alimentos, quienes no pagan precios justos a las familias campesinas por su producción y además venden a precios exorbitantes los alimentos que no produjeron, haciendo cuesta arriba el acceso a la alimentación de las familias trabajadoras en las ciudades.
Este modelo de distribución se plantea organizar los diferentes eslabones de la cadena productiva (producción, distribución y consumo) para librarse de los intermediarios.
De este modo, los alimentos se llevan directamente del «pueblo» en el campo al «pueblo» en la ciudad, lo cual reduce los costos para el consumidor sin afectar al productor, garantizando alimentos de alta calidad.[3]
Conformada por 140 familias productoras han distribuido, en articulación con el Ministerio de Agricultura Urbana, un total de 120 toneladas de alimentos a diversas comunidades organizadas en las regiones urbanas, durante la pandemia de la Covid-19.[4]

El programa Pueblo a Pueblo cuenta con la participación de 140 familias campesinas de la región centro-occidental del país, una zona de alta producción donde se pueden cultivar cereales durante todo el año.
Los productos se entregan directamente en las zonas urbanas sin intermediarios y se distribuyen en jornadas organizadas por los movimientos populares de las comunidades que participan en el programa.[5]
Esta iniciativa ha conseguido abastecer de alimentos frescos a 10 estados del país a precios muy inferiores a los del mercado y la diferencia varía de entre 40% y 70% más económico dependiendo del rubro, por este motivo resaltamos esta experiencia como un referente de los mecanismos solidarios de producción y distribución de alimentos.
Por parte del gobierno para el año 2022 también se han generado más políticas de protección al pueblo
El CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) son comités de distribución de alimentos promovidos por el gobierno venezolano y fundados en el año 2016 mediante los cuales se distribuyen los alimentos prioritarios a través de la modalidad de entrega casa por casa.[6]
Nació como un mecanismo de respuesta del gobierno para superar las etapas de mayor crisis, brindando a las familias la posibilidad de acceder a los alimentos más básicos a un precio muy económico e inicialmente se planteó como una forma de ayudar a las familias de más bajos recursos.
Actualmente trabaja en conjunto con el Instituto Nacional de Nutrición (INN) llevando a cabo censos casa por casa para la detección temprana de casos de desnutrición, mujeres embarazadas, personas con algún tipo de diversidad funcional, que no puedan garantizar su alimentación de forma adecuada, y los favorecen llevando combos alimenticios directamente hasta sus hogares.[7]
Como parte de las políticas de atención y protección social al pueblo venezolano, en lo que va de año se han distribuido más de 3 mil toneladas de alimentos beneficiando así a más de 700 mil familias.[8]

Para el año 2021 se amplió la capacidad logística y con la producción nacional son beneficiados más de 7 millones de familias y de esta forma se llevará adelante el “Plan de Proteína”, el cual se encarga de distribuir proteína animal como carne de res y pollo y de la distribución de alimentos del mar con el objetivo de suplir las necesidades proteicas de la población.
Perspectivas hacia el futuro de la transformación del modelo de producción capitalista
El mundo se encuentra sumergido en una crisis multisistémica y el modo de producción capitalista no hace ningún esfuerzo por preservar el derecho a la vida, a la salud, y el derecho a la alimentación no está exento de la lógica de la acumulación.
Mientras más de la mitad del mundo muere de hambre, en el norte global se desperdicia la comida y los precios de los alimentos en vez de ajustarse a las necesidades de la población, continúan en ascenso.
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El pueblo venezolano ya entendió el mensaje y sabe que la única manera de superar la crisis, es la transformación del modelo actual a uno que dirija sus fuerzas productivas hacia la gestión comunitaria y solidaria, que cuente con mecanismos de distribución justos y que asegure la soberanía alimentaria a través de la autosustentabilidad.
Bibliografía
1. | Marquina CGyCP. Resistencia comunal frente al bloqueo imperialista: Caracas; 2021. |
[1] Resistencia comunal frente al bloqueo imperialista. Voces de la Comuna El Maizal. Autores: Chris Gilbert y Cira Pascual Marquina
[2] https://www.vtv.gob.ve/lara-comuna-maizal-siembra-plan-excepcional-produccion/
[3] https://venezuelanalysis.com/analysis/13862
[6] https://en.wikipedia.org/wiki/Local_Committees_for_Supply_and_Production