RETOS PARA LA TRANSFORMACIÓN DEL ESTADO EN AMÉRICA LATINA. UNA MIRADA DESDE LA EXPERIENCIA DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

Dr. Eleazar J. Mujica Sánchez[1]

I.- El Estado en la Venezuela del siglo XX fue un Estado amorfo y elitesco

Primeramente, comienzo señalando que al igual que la mercancía, el Estado, no es una realidad ontológica, es decir, no siempre existió. En efecto, el Estado nace de la sociedad, pero solo en el momento en que esta alcanza cierto nivel de desarrollo económico, lo cual tuvo como requisitos previos, entre otros,  la propiedad privada y la división de la sociedad en clases, por lo cual, también se está en presencia de una división social del trabajo y está presente una fuerza superior que facilita esa división. De manera que, el Estado nació como producto de las contradicciones internas de la sociedad, siendo estas contradicciones la base de los antagonismos sociales. En virtud de esto, inexorablemente la clase económicamente dominante se convierte también en la clase políticamente dominante, desarrollando medios apropiados para la represión y explotación de la clase oprimida.  

Por esto no es casual que ya en el Manifiesto del Partido Comunista (1848), Marx y Engels, planteaban acertadamente que “la historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”. Esta máxima del marxismo que se aplica a las sociedades divididas ya en clases tiene su fundamento científico en el análisis del devenir histórico de la humanidad, a partir de la división de la sociedad en clases y la aparición en la escena social de los explotadores y los explotados que establece una relación entre ambos polos humanos, en la que los primeros, por la fuerza del poder y de la ley que ellos mismos han diseñado, formulado y establecido, se han arrogado el derecho de expoliar hasta limites insostenibles a los segundos[2].

En suma, la lucha de clase está condicionada por el antagonismo entre las clases sociales cuyos intereses son opuestos. Las clases dominantes tratan de perpetuar las relaciones de producción y explotación existentes, pues son esas relaciones las que les permiten su existencia como clases privilegiadas. En el caso de nuestra América Latina, actualmente es evidente que el polo de la dominación está integrado por las clases oligárquicas subordinadas a la burguesía imperialista trasnacional, mientras que el polo de la emancipación o de quienes luchan contra las injusticias lo constituyen los trabajadores de la ciudad y el campo, así como también los pueblos indígenas y afrodescendientes, incluidos los sectores medios, las mujeres, los estudiantes, entre otros.     

En segundo lugar, en lo moderno, el concepto de Estado Nación refiere desde el primer momento con el acuerdo de Westfalia (1648) la existencia de una población conformada en comunidad social sobre un territorio particular, que reconoce y acepta un poder soberano que emana de la misma. En esta visión juega también un papel predominante la restauración inglesa de 1660, así como la revolución norteamericana de 1776 y también la revolución francesa en 1789. Además, la idea de gobierno civil de Jhon Locke adquirió dimensiones reales, solo con la gran revolución de finales del siglo XVIII, cuando la burguesía logra consolidar su poder en la sociedad.

Huelga señalar que el desarrollo y consolidación de ese Estado burgués logra consolidarse como efecto de varios eventos particulares, tales como la expansión de una economía monetaria capitalista que permite el cobro de impuestos y la creación de ejércitos permanentes, lo cual condujo al desplazamiento de la vieja estructura feudal por el nuevo poder centralizado. Esto era de esperarse pues la formación histórica, económica y social del capitalismo había aparecido a finales del siglo XV y con mayor propiedad desde principios del siglo XVI.

Seguidamente, debo precisar que la sociedad venezolana que sale del siglo XIX, a pesar de toda nuestra gesta libertadora, liderada por Simón Bolívar, carece de un Estado moderno, entendido este en su versión liberal como la entidad cuya administración general retiene el monopolio legítimo de las armas destinadas al ejercicio de la violencia y la coacción física, para el resguardo del orden político y social vigente, cualquiera que sea el mismo, en el interior de un territorio determinado, que cuenta con un Ejército profesional y efectivamente nacional[3].

Desde luego, el Estado moderno, además debe verse como el ente que conduce la política y las relaciones internacionales y, para ello, debe contar con una hacienda pública unificada y un cuerpo burocrático administrativo profesional y estable, incluida una infraestructura institucional. En cambio, entrado el siglo XX, Venezuela es un país diezmado por las enfermedades[4], así como por el analfabetismo, con una economía, si se quiere, feudal o de tipo precapitalista, basada fundamentalmente en la exportación de café y cacao.

Sin embargo, desde 1914 cuando el petróleo ya comienza a jugar un rol más preponderante en la sociedad venezolana y con mayor ímpetu desde 1925 cuando ya el petróleo se constituye en el principal rubro de exportación venezolana y sus ingresos comienzan a regir la economía venezolana, Venezuela logra la construcción de un “modesto” Estado y la unificación del territorio, gracias al petróleo, pero cuya institucionalidad la determinaba Juan Vicente Gómez y sus acólitos a sus ancha, algo así como diría en la Francia del siglo XVII ( 13 de abril de 1655), el joven rey de apenas 16 años, Luis XVI: “ LꞌÉtat, c’ est moi” (Sic), vale decir, “El Estado soy yo” .

De manera que, entre el siglo XIX y siglo XX, Venezuela pasó de ser una sociedad fragmentada, dividida y violenta a otra integrada, y, por consiguiente, aquel Estado con todas sus imperfecciones -que llevó a Mariano Picón Salas a decir que el siglo XX venezolano comienza en 1935, tras la muerte de Gómez el 17 de diciembre de 1935[5]– va a desempeñar el papel principal y “modernizador” de la sociedad venezolana durante el siglo XX.

En consecuencia, la Venezuela petrolera que se posesiona en el siglo XX va a facilitar la superación de las carencias del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, me refiero, muy especialmente, a esa principal carencia como lo fue la de un Estado moderno, cuyas acciones tuvieran un alcance nacional efectivo, capaz de erradicar la fragmentación de la estructura de poder caudillista y que, a la vez, promoviera una “sociedad civil”[6] y política organizada para la participación cívica ampliada, no violenta; un Estado que al compás de los ingentes ingresos petroleros, fuese capaz de orientar sus esfuerzos hacia la conformación de una sociedad que cultivara los valores de la “convivencia pacífica” entre los diversos grupos, sectores y fuerzas sociales. Aunque, la cacareada “convivencia pacífica” y cohesión social no fue tal[7]. El 27 de febrero de 1989 –“El Caracazo”- así como la gesta histórica del 04 de febrero fueron puntos de inflexión.

En honor a la verdad, debe subrayarse que desde el 18 de octubre de 1945 con la instauración del “Trienio Adeco” y el nacimiento del populismo en el país, las instituciones fueron secuestradas. Ciertamente, el populismo en Venezuela nace durante el Trienio Adeco (1945-1948), ensayo político, liderado por Rómulo Betancourt que se instaura luego del derrocamiento de Medina Angarita. En efecto:

…con el golpe de Estado del 18 de octubre de 1945, llega a su fin el intento del régimen medinista de modernizar el Estado venezolano teniendo como referentes los paradigmas de la democracia liberal moderna; y de reorganizar la economía nacional de acuerdo a la dinámica y contenido del capitalismo normal. En su lugar, el  ‘ proyecto octubrista’ reafirma, por un lado, el carácter petrolero (en los términos de la especialización propuesta por Estados Unidos en la  ‘Carta Económica para las Américas’), parasitario y rentístico de nuestra economía; y, por otro, el proceso de conversión del Estado venezolano sin que se hubiese deslastrado del todo de la herencia gomecista (de su contenido autoritario y oligárquico) en una estructura de poder paternalista y populista, cuyas funciones principales han sido las de operar como mecanismo de distribución de la renta petrolera en favor de una oligarquía improductiva, y de servir de soporte económico e institucional de un sistema político-electoral pervertido y concebido para la manipulación clientelar de la sociedad venezolana (Battaglini, Oscar, 2004:305).

Grosso modo, esta visión populista sustentada en el ingreso petrolero será también la que guiará posteriormente la era “democrática” en el país comprendida entre 1958-1998. Teniendo como principales artífices a Rómulo Betancourt y a Juan Pablo Pérez Alfonzo, quienes, desde luego, tienen una visión suigéneris sobre la siembra del petróleo[8].     

En consecuencia, aquel Estado no se guió por los valores y doctrina de nuestros libertadores, por el contrario, con el influjo del ingreso petrolero se consolidó un Estado burgués, elitesco, clasista que, en nombre de una falsa modernidad, buscó siempre privilegiar los intereses de las clases dominantes y también de las transnacionales petroleras en detrimento del interés nacional. Por esa razón, aquellos ingentes ingresos petroleros no se tradujeron en mejoras verdaderas para el pueblo, sino que más bien sirvieron para enriquecer las clases poderosas, mientras la desigualdad y la pobreza crecían estrepitosamente y esto ocurrió con mayor énfasis, paradójicamente, en el periodo de la mal llamada democracia representativa o puntofijista, valga decir, aquella que se apodera del país entre 1958 y 1998.

Indiscutiblemente, fue una dictadura que hizo del Estado que se erigió con los ingresos petroleros, un aparato totalitario que desapareció y asesinó a cientos de jóvenes por pensar diferente. Allí está la historia, allí están los archivos y también los familiares con sus dolores por los crímenes de los años 60, 70, 80 y 90 del siglo pasado, llevados a cabo por los gobiernos de AD y COPEI. El Caracazo, ocurrido el 27 de febrero de 1989 es una viva muestra de ello, más de 3 mil compatriotas asesinados por oponerse a las medidas neoliberales de Carlos Andrés Pérez en su segundo periodo (1989-1993). También se cometieron grandes masacres como la de Cantaura, El Amparo, entre otras que todavía duelen en el alma del pueblo.

En suma, aquel Estado postizo, conjuntamente con su falsa modernización fue una suerte de Politeia[9] que en lo interno privilegió los intereses de clase y uso su poderío para reprimir y oprimir a los sectores populares. En tanto que, en el plano internacional, fue un Estado lacayo a los designios del imperialismo gringo.

Tal situación de indolencia, exclusión social y de clasismo, es lo que va a explicar la llegada del presidente Hugo Chávez al poder el 06 de diciembre de 1998 y, por tanto, el nacimiento de la Revolución Bolivariana que hoy, a pesar de todo el acecho y las sanciones imperiales en contra del pueblo venezolano, como también en contra de la industria petrolera y de la economía nacional, seguimos y seguiremos llevando en nuestros hombros en defensa de las mayorías y, por eso, desde entonces podemos hablar en Venezuela de una verdadera transformación del Estado venezolano. Una transformación en correspondencia, por primera vez, con los preceptos del pensamiento bolivariano.  

De allí que ha servido de referencia en este siglo XXI para los pueblos de nuestra América Latina[10]. Reglón seguido, debo subrayar que, en esto el presidente Chávez entregó hasta su vida y hoy el pueblo venezolano contra toda intemperancia, hace sus mayores esfuerzos en alcanzar la unidad de nuestros pueblos latinoamericanos que es una aspiración por encima de una integración acomodaticia y seguro estamos que lo lograremos.    

II.- El caso de Venezuela Bolivariana

Sobre el Estado que estamos construyendo desde febrero de 1999 cuando la Revolución Bolivariana se posesiona como Gobierno, en nuestra opinión, la mayor demostración de estos esfuerzos descansa tanto en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela como en los tres Planes Socialistas que el pueblo venezolano ha venido acompañando bajo el liderazgo primero del presidente Hugo Chávez y ahora con el presidente Maduro. Me refiero al Primer Plan Socialista 2007-2013, el segundo Plan Socialista 2013-2019[11] y el actual Plan Socialista 2019-2025 que desde abril de 2019 se hizo Ley con el aval de la entonces Asamblea Nacional Constituyente (ANC) con el objeto de establecer sus parámetros y los del Sistema de Planificación Nacional y Popular, como orientación estratégica, planificación popular y sistemática para el desarrollo económico y social de la Nación y, por ende, buscando el obligatorio cumplimiento por todos los ciudadanos y ciudadanas[12].

Los dos últimos planes, representa una guía más acentuada y elaborada en torno a la construcción del Socialismo en el siglo XXI en comparación con el Primer Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. De allí que, el actual Plan socialista viene a constituir una nueva fase dentro de la Revolución Bolivariana. Sin embargo, todos tienen sus raíces en el pensamiento emancipador y revolucionario que plasmara el Comandante Chávez, principalmente, en la Agenda Alterna Bolivariana, por allá en julio de 1996. Desde luego, el ideario político del presidente Chávez antecede esta fecha e incluso la del 4 de febrero de 1992, todo lo cual puede visualizarse en un documento previo, intitulado el “Libro Azul”, en el cual ya se planteaba la necesidad de un proceso constituyente que luego se hará realidad en 1999 y dará nacimiento a la actual Constitución y al Estado y también a la institucionalidad del Gobierno que hoy tenemos en el país. 

A propósito, en nuestra Constitución Bolivariana está muy claro desde el mismo año 1999 la intención en nombre de nuestro legado aborigen y también bolivariano de   refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad.

De hecho, en los primeros artículos de nuestra Constitución esto queda muy claro, toda vez que, en el artículo 1 se indica que “La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador. Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional”.

Asimismo, en el artículo 2 se indica que “Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.

Mientras que, en el artículo 3 se subraya que, “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines”.

Del mismo modo, en el artículo 4 se establece que “La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad”.

Adicionalmente, en el artículo 5, se establece que “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”. Y, por si fuese poco, en el artículo 6 se señala que “El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables”.

Estos aspectos medulares se encuentran más desarrollados y fortalecidos en los planes de la Patria que se han llevado a cabo y que aún se encuentra en marcha como lo es el tercer Plan Socialista de la Patria 2019-2025. De manera que, seguimos apostando por una transformación participativa y protagónica del Estado y, además, contemplamos la unidad y solidaridad con los pueblos de nuestra América y, más allá, por otro mundo es posible. Venezuela está comprometida, sin duda alguna, con la construcción de una nueva geopolítica mundial y, en ese sentido, reivindicamos la geopolítica de la pluripolaridad[13] y la diplomacia de los pueblos.

El panorama económico de América Latina se modificó en la primera década del siglo XXI al paso de los rápidos cambios en el equilibrio mundial. Dichas transformaciones se verifican en especial en los nuevos socios económicos de la región (enfrentados entre sí), socios entre los cuales se destaca China, sin descartar a los antiguos (los Estados Unidos en primer lugar), que, no obstante, han reducido su peso.

Para algunas de las más importantes economías latinoamericanas, China ha llegado a convertirse en una alternativa sólida, tanto en términos de mercado para las propias materias primas, como preciosa fuente de inversiones, en especial en el campo energético. Los viajes realizados en el transcurso de la década por las más altas autoridades de Beijing a diversos países de la región han abierto el camino a la intensificación de las relaciones con América Latina, cuyos intercambios con China prácticamente se han duplicado, al punto de volverse un socio estratégico para países como la Argentina, Chile, Brasil y Perú. (Zanatta, Loris:2016: 260). Todo ello sucede en el cuadro de un verdadero boom del comercio exterior latinoamericano, el cual se triplicó en los primeros ocho años del siglo por efecto del crecimiento mundial y la apertura comercial de la región. (Ibidem: 260-261).

A propósito, de acuerdo, con el general Vladímir Padrino López, ministro del Poder Popular para la Defensa, “la geopolítica es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y predecir el comportamiento político internacional, a través de variables geográficas. En otras palabras, es la ciencia que estudia la influencia de la geografía (en el sentido más amplio de su definición) en la vida política de los pueblos y en la proyección de su poderío; no en vano, a estos estudios antes de dárseles esta definición se les conoció como la ciencia del Estado, como explicaban Hennig y Körholz (1938, p. 71) en su obra Introducción a la geopolítica. Estos autores alemanes tomaban inalterado el concepto de geopolítica del científico sueco Kjellen[14], quien la entendía como ꞌla influencia de los factores geográficos, en la más amplia acepción de la palabra, sobre el desarrollo político en la vida de los pueblos y Estados’ (Hennig y Körholz: 1938, p. 6)”. (2022: 63)

III.- El reto del Estado nación hoy en un contexto de globalización neoliberal

Hasta ahora, no se ha producido entre los estudiosos del tema de la globalización un consenso para establecer realmente el inicio o nacimiento de este fenómeno, pensamos que, ello obedece a su complejidad, esencialmente porque se trata de un proceso multifacético que se ha ido incubando a lo largo de varias décadas, por no decir siglos. (Mujica Sánchez, Eleazar, 2022a:3).

Por lo cual, esto ha conllevado a que numerosos autores hagan diversas interpretaciones y ubiquen distantemente el inicio cronológico de ella, así encontramos que algunos autores la sitúen con el “Descubrimiento de América”, otros,  tan sólo treinta o  cuarenta años atrás, en tanto que ciertos estudiosos lo hagan  a partir de los años 90 del pasado siglo, tras la caída de los Países Socialista del Este, cuando estos asumen a continuación la dinámica que impone el neoliberalismo, e incluso connotados autores y estudiosos de las ciencias sociales, como Jurgen Habermas, Boaventura de Sousa Santos, Francisco J Laporta, Will Kymicka, y todos los demás firmantes de la Declaración de Granada[15] la conciben sencillamente como un proceso inédito. (Ídem)

En todo caso es evidente que se trata de una nueva fase del capitalismo, iniciado tras el “descubrimiento” de América -como lo previó Marx y Engels en El Manifiesto del partido comunista-y más propiamente desde el siglo XVI, fase que se sustenta en  los sustanciales cambios revolucionarios que ha experimentado las tecnologías especialmente de la comunicación y de las finanzas con lo cual se ha ampliado de un modo vertiginoso la interacción en lo económico, social, político y cultural, vale decir, una verdadera cosmovisión que incluye como punta de iceberg la financiarización. 

Desde los centros de poderes y bajo el manto ideológico de la globalización neoliberal, vale decir las nuevas formas del capitalismo global y financiero, se nos pretende hacer creer equivocadamente que la única fuente posible de libertad se encuentra en el paradigma liberal, bajo el mercado y la democracia representativa que, sin duda alguna vienen a ser las dos caras de una misma moneda.   

La religión o el dogma y tabú del mercado que, por cierto, antecede a Adam Smith[16], se asume en nuestros días como inexorable y la única ruta para organizar a la sociedad en todos sus ámbitos. En efecto, se le ha asumido hasta en los centros de enseñanzas como una cosmovisión y metarelato[17] capaz de garantizar la libertad absoluta del individuo, nada más alejado de la realidad y, a su vez, expresión de sometimiento, alienación y locura del libre mercado. Tal como lo ha subrayado Wallerstein “los liberales siempre han afirmado que el Estado liberal -reformista, legalista y algo libertario- era el único Estado capaz de asegurar la libertad. (2003:4)

Huelga señalar que la ideología del libre mercado desde la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)[18], pese al fracaso del Consenso de Washington[19], sigue haciendo un arduo esfuerzo en convertir las leyes económicas en leyes naturales, diseñando y empeñada -a pesar del rotundo fracaso en muchas latitudes- en aplicar unas políticas económicas estándar de aplicación universal[20].

Esta cosmovisión ha logrado echar hacia atrás conquistas que parecían irrenunciables, anulando las reglas, multiplicando las desigualdades y repitiendo con mayor frecuencia y profundidad las crisis. La financiarización, y el hiper individualismo posesivo, son sus rasgos más sobresalientes. Sobre el tema de las desigualdades dentro del modelo capitalista es importante subrayar que Amartya Sen, el premio Nobel de Economía en 1998, ha recalcado que comúnmente las hambrunas no son causadas por una falta de alimentos en general, sino por la falta de acceso a los alimentos por parte de los más pobres. 

En concreto, esta globalización ha estado creando un tipo de ser humano muy diferente al del pasado: el ser humano que se integra psicológicamente a los mercados, pasando de la economía de mercado a la sociedad de mercado. En consecuencia, el mercado ya no sólo intercambia bienes y capitales. Por lo cual, desde los centros de poderes se arguye que el mercado es quien resuelve de la mejor forma los asuntos políticos y económicos-sociales y acabar con el Estado es la clave para garantizar la construcción de su cosmovisión. Esto viene a legitimar el estudio de la Mercancía con la cual Marx Inicia el primer capítulo de su Tomo I de El Capital, toda vez que Marx advertía la mercantilización progresiva de todas las cosas, incluidos los seres vivos y los humanos. En efecto, esto pone en evidencia el fetichismo de la mercancía, y su secreto, acápite último del capítulo de la Mercancía.

Hoy en día, tanto en nuestra Venezuela como en otros pueblos de nuestra América Latina[21], claramente, las fuerzas de derecha y las potencias imperiales han hecho, hacen y continuarán haciendo todo lo posible, a través de todos los medios legales e ilegales, por detener cualquier proceso emancipador de los pueblos.

Afortunadamente, en Venezuela seguimos resistiendo y vigilante de que el proceso político bolivariano continúe su curso en correspondencia con los valores fundamentales que amalgama el pensamiento bolivariano con el marxismo bajo la perspectiva particular que trazó José Carlos Mariátegui en su método de interpretación marxista de la realidad latinoamericana que incluye el sujeto indígena, de modo que no se queda en el esquema marxista leninista tradicional de proletario/burguesía.  En ese sentido, hay que deslastrase de todo populismo y de la cultura petrolera y adeca, así como de las prácticas de corrupciones que le son tan consustanciales en la historia[22]

Por otro lado, quiero advertir y reflexionar en torno a lo que significa la transformación del Estado en este contexto de hoy que Clausewitz[23] decía que la guerra es la continuación de la política por otros medios, y realmente, estaba en lo correcto porque, al final, las armas y las tropas en el fragor del campo de batalla solo cumplen designios políticos, defienden y logran o pierden intereses políticos. Asimismo, Lenin, el gran revolucionario ruso, argumentaba con mayor sabiduría que la política es economía concentrada, es decir, que detrás de toda decisión política, incluida la más extrema que es una guerra[24].

De cualquier manera, lo que deseo subrayar es que lo que está en juego son proyectos, intereses y recursos económico de tal o cual clase social, tal o cual país, tal o cual sector y esto es vital considerarlo, precisarlo, estudiarlo y asumirlo en lo que refiere la transformación del Estado tanto en el caso nuestro como en la unidad de los mismos para enfrentar la voracidad del credo del libre mercado[25] y también las pretensiones de la anacrónica doctrina Monroe, resumida en la expresión “América para los Americanos” o en todo caso como una suerte de panamericanismo cuyo eslogan, puede sintetizarse en América para los norteamericanos”.   

No hay duda en afirmar que, el actual gobierno de EEUU, de signo demócrata continuará en su intención al igual que su antecesor Donal Trump (Republicano) por intereses geopolíticos de cerrarle el paso a cualquier proyecto político en la región que contravenga sus intereses imperiales y la propuesta de socialismo en el siglo XXI y de alianzas de Venezuela Bolivariana con otros actores como la República Popular China y Rusia, jamás serán del agrado de la administración estadounidense. Para ellos, América Latina y el Caribe deben seguir comportándose como su patio trasero y todos los Gobiernos de la región deben ser serviles a su administración. Al respecto, conviene aclarar que América Latina, por su historia y cultura, es parte integrante de occidente.  

En síntesis, la transformación y soberanía de nuestros Estados solo será posible en la unidad continental e incluso mundial contra las amenazas imperiales que están a la orden del día, pero también contra ese dogma del libre mercado que bajo la globalización pretende que nuestros Estados se pongan de manera lacaya a la cola de los designios imperiales en detrimento de la soberanía de los pueblos. Transformar el Estado pasa entonces por la unidad de nuestros pueblos para luchar juntos. La multipolaridad o pluripolaridad que con valentía hasta el cansancio propuso el presidente Chávez, así como la ruta del socialismo en el siglo XXI[26], sigue vigente.

No obstante, debe quedar claro que el esfuerzo por la transición y transformación del sistema mundial no puede acometerse desde la constitución de un Estado burgués[27]. Por el contrario, el Estado burgués y toda su absurda y monstruosidad burocrática y conservadora institucionalidad se constituye en un real y potencial obstáculo hasta para la transformación interna en Venezuela y, más ampliamente, para Latinoamérica.     

Desde luego, quedan abiertas grandes y numerosas interrogantes, como, por ejemplo, ¿qué ocurrirá en este contexto con la clase obrera como sujeto social y económico y, por tanto, como motor de un proceso de emancipación[28]? ¿Hacia dónde y cómo irá el socialismo del siglo XXI? ¿Cuál Estado debe construirse para impulsar el socialismo en el siglo XXI?

¿Cómo puede llevarse a cabo la sustitución del Estado burgués por el Estado revolucionario que exige hoy las nuevas condiciones materiales -objetivas y subjetivas- en este siglo XXI?  ¿Cuáles son las posibilidades reales en Venezuela y, más allá, en toda nuestra región, para la construcción del socialismo del siglo XXI?  ¿Van las políticas económicas venezolanas -en el marco de una economía regida por el ingreso petrolero- por la ruta del socialismo? ¿Existe un balance sobre esto? ¿En dónde está? ¿Quiénes lo suscribe? ¿Habrá lugar para un debate? ¿Con quiénes?

Sobre estas interrogantes que, a nuestro juicio, forman parte del debate necesario, es importante puntualizar que un trabajo reciente de mi autoría (Desafíos para la construcción del socialismo en el siglo XXI. Una mirada desde la experiencia venezolana), al disertar sobre los retos para la construcción del socialismo en el siglo XXI en Venezuela Bolivariana, he subrayado que:

…con Gramsci, se pone en marcha una nueva estrategia eficiente para luchar por el socialismo y que se expande más allá del proletario como sujeto indiscutible de la revolución y es que Gramsci sugiere luchar en el terreno de las ideas y no circunscribirse a la lucha de clase proletario-burguesía en los términos tradicionales. Ciertamente, la realidad en marcha bajo una globalización neoliberal que cada vez se sustenta en una financiarización del capital, pone en evidencia la no homogeneización y no simplificación de la estructura de clases sociales que descanse en una masa proletaria homogénea que se enfrente a la clase capitalista, todo apunta que el actual desarrollo de las fuerzas productivas que presagian un nuevo paradigma industrial[29] ha hecho más compleja la estructura de clases, sin negar que la dualidad capital-trabajo siga en marcha. Esto nos debe llevar a un profundo debate sobre el socialismo y sus intríngulis en este siglo XXI”. (Mujica Sánchez, Eleazar, 2022c: 9)

Por ahora, como individuo político, seguimos empeñados en que la ruta a reivindicar es la del debate crítico. A propósito, es oportuno traer a colación a Aristóteles quien, a pesar de ser un liberal y defensor de la propiedad privada, en su extraordinario libro La política, deja en evidencia lo esencial de su pensamiento,tras exponercomo conclusión del capítulo primero de La Política, que:

La naturaleza arrastra, pues instintivamente a todos los hombres a la asociación política. El primero que la instituyó hizo un enorme servicio, porque el hombre, que cuando ha alcanzado toda la perfección posible es el primero entre los animales, es el último cuando vive sin leyes y sin justicia. En efecto, nada hay más monstruoso que la injusticia armada. El hombre ha recibido de la naturaleza las armas de la sabiduría y la virtud, que debe emplear sobre todo para combatir las malas pasiones. Sin la virtud es el ser más perverso y más feroz, porque sólo siente los arrebatos brutales del amor y del hambre. La justicia es una necesidad social, porque el derecho es la regla de vida para la asociación política, y la decisión de lo justo es lo que constituye el derecho. (1981: 12)

En suma, Aristóteles nos advierte que la naturaleza ha infundido en todos los mortales un impulso de sociabilidad y como el hombre que ha alcanzado el pleno desarrollo es el mejor de los animales, así también es el peor de todos  cuando se independiza de la ley y de la justicia y se puede decir que concluye que la justicia está ligada a la polis, y, por tanto, tiene un valor político, porque la administración de la justicia , que no es sino la determinación de lo que es justo,  es esa la regla de la comunidad política.

En virtud de esto sigue abierta como la mejor de las rutas el diálogo a lo interno de nuestro país, pero también con los pueblos del mundo que se enfrentan a las ingentes amenazas de una globalización neoliberal que busca menoscabar la soberanía de los Estados y colocar a estos como apéndice de un gobierno mundial liderado por los Estados Unidos en nombre del libre mercado y la democracia liberal y representativa.

Desde la sociología política, puede decirse que en la Venezuela que nace en 1999, con la llegada de Hugo Chávez al poder este invocó la Revolución Bolivariana y buscó transformar radicalmente la estructura política e instituciones de Venezuela en medio de furibundas batallas con la oposición y de violentas polémicas con los Estados Unidos.

IV.- Consideraciones finales

A pesar de las variantes de los gobiernos de izquierda que se han establecido, con mayor ímpetu, desde la primera década del siglo XXI con el apoyo popular en América Latina, se pudiera subrayar que han logrado frenar la influencia de los Estados Unidos  en la región y, más allá, de los gobiernos que reivindican el socialismo del siglo XXI, se han constituido alternativas multilaterales que buscan preservar soberanía, promover igualdad de oportunidades y mecanismos antineoliberales, así como el apoyo para la construcción de un mundo pluripolar. Como quiera que sea, en el último lustro del siglo XXI, Estados Unidos ha perdido condiciones en su arrogancia de ser el policía del mundo, de imponer por la fuerza la democracia representativa y el neoliberalismo como cosmovisión. El fracaso de las sanciones económicas y petroleras en Venezuela, pero también triunfo de Petro este 19 de junio en Colombia así lo viene a demostrar. Por tanto, debe reivindicarse en la agenda política de esta nueva América Latina la diplomacia de los pueblos.

No obstante, se debe tener consciencia que hay mucha fragmentación en la región y que la globalización neoliberal, regida por los Estados Unidos no se encuentra en peligro de muerte, por tanto, continuará acechando y oponiéndose a la autodeterminación de los pueblos. Las sanciones que pesan sobre Venezuela y el no reconocimiento al gobierno de presidente Maduro es un vivo ejemplo de ello. Tampoco debe de extrañar el saboteo, amenazas y toda canallada que en combinación con las elites y oligarquías internas puedan diseñar y ejecutar en los países miembros de esta América.

Al respecto, bien se sabe hoy el esfuerzo inconmensurable que realizan en nuestra región los gobiernos que luchan por el socialismo del siglo XXI en su legítimo anhelo de blindar su soberanía y también se sabe cómo las transnacionales y los poderosos Estados al calor de la globalización neoliberal buscan vulnerar la soberanía de la periferia para hacer de los recursos estratégicos -principalmente petróleo-, vulgares commodities y, arráncale la prerrogativa de propiedad pública.

Por ello, no es casual que, la globalización económica, actualmente en curso, se nutra de la posmodernidad y del individualismo, difundiendo un capitalismo que parece globalmente organizado, bajo la potencia hegemónica de los Estados Unidos, aunque se trata de un proceso en marcha y en el que geopolíticamente, estamos en un esquema pluripolar. Ciertamente, hay potencias como China, Rusia y la India que ya están enfrentando y tazando nuevas realidades.

Por supuesto, nuestros países también intentan, en las medidas de sus posibilidades, utilizar el irreversible avance tecnológico para fortalecer sus proyectos socialistas en defensa del humanismo y también del medio ambiente y la ecología. Mientras tanto, la ideología neoliberal busca hacer de la financiarización y de las nuevas revoluciones tecnológicas una suerte de determinismo, buscando estandarizar al planeta bajo la egida de la cultura de masas, la publicidad -el fetichismo de la mercancía- y disfrazar con ello sus turbios intereses y su proverbial irracionalidad social y ambiental tras la pretensión de que todo el mundo adopte el irracional consumismo del “american way of life”. De allí la hipocresía de sus cumbres ambientales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26)[30] celebrada en Glasgow (Reino Unido) del 01 al 12 de noviembre de 2021.

Todo ello está muy bien reflejado en la negación de los Estados Unidos de firmar el protocolo de Kioto en 1997. De manera que no es una postura nueva. Por el contrario, es su esencia y naturaleza.

Por otra parte, América Latina, en nuestra opinión, debe aprender grandemente de la experiencia de China, en especial de su época de la Reforma y Apertura, planteada a finales de 1978 y puesta en marcha desde enero de 1979 bajo la dirección del entonces presidente chino Den Xiaoping.

Desafortunadamente, ante el auge de China, desde Occidente se tejen acusaciones contra China y la colocan, por si fuera poco, en los mismos moldes del capitalismo, cuando en realidad no es así, el proyecto chino es endógeno, el capital allí no se concibe como un fin en sí mismo y tampoco para una acumulación sino para ser distribuido y servir de instrumento para la transformación y mejoras, allí reina un socialismo con particularidades chinas. China no obedece en lo absoluto a los moldes del capitalismo anglosajón como lo han querido hacer ver desde Occidente.

Sociológicamente, China tras la búsqueda de una armonía social que permite corregir o apartarse de las desviaciones del hiperindividualismo e hipercapitalismo de occidente ha venido construyendo un modelo sui generis. En China, por ejemplo, impera el equilibrio social por encima del individualismo exacerbado que pone Occidente en un primer plano. En este sentido, el PCCh[31] ha sabido regular con éxito esa interrelación individuo-sociedad, preservando la energía productiva y creativa de los individuos. Otra diferencia es que China cuida por aminorar la brecha de la desigualdad e incluso tiene una lucha frontal contra la pobreza[32].  Por supuesto, también a diferencia de Occidente, China se encuentra todavía entre los países en desarrollo[33] y su renta media está aún lejos de la de los países ricos.  

En suma, es necesario hoy más que nunca entender a China, pero hacerlo desde una interpretación no occidentalizada que tanto daño le ha hecho al análisis sociológico y económico, incluso al mismo marxismo.  No en vano China se ha venido planteando el reto de lograr un crecimiento y desarrollo cada vez más equilibrado no sólo en lo económico, sino además en lo social y ecológico hacia adentro de su enorme economía. Además, el socialismo con particularidades china, le ha permitido a este gran país evitar la dominación por parte de Occidente y actualmente se encuentra pendiente el centenario de la nueva China en el año 2049 de manera planificada y sin improvisaciones, a fin de hacer realidad el sueño chino de la gran revitalización de la nación china.

A decir verdad, China nunca tuvo un nivel de vida como ahora. Todo esto además se ha venido reforzando con la gobernación y administración[34] del actual presidente Xi Jinping.

Por supuesto, en este siglo XXI, debe tenerse presente, como bien lo diría Mariátegui, -en alusión al modelo clásico de Europa Occidental- que “no queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano. He aquí una misión digna de una generación nueva”. También el libertador Simón Bolívar, inspirador de la Revolución Bolivariana, aún sin haber podido ser marxista, en la Carta de Jamaica, realiza un estudio sociológico, manifestando las particularidades y posibilidades de los pueblos hispanoamericanos para alcanzar su independencia del yugo español. Por tanto, es obvio que queda rotundamente descartada la aplicación de una filosofía de la historia universal que sugiere dogmáticamente la aplicación histórica y mecánica a todas las realidades de nuestros países independientemente de sus latitudes geográficas. Es justo, por tanto, reclamar con Mariátegui, en su lugar, la creación heroica desde una perspectiva latinoamericana

Sin ánimos de pecar de dogmatismo, está claro que, el único modelo societal realmente antagónico al sistema excluyente capitalista, es el socialismo cuya racionalidad no está reñida con el bolivarianismo y tampoco con los pensamientos autóctonos, desde el indígena hasta el emancipador de nuestra primera independencia, por el contrario, todo este cuerpo debe sincronizarse para interpretar y transformar acertadamente la realidad latinoamericana, como bien lo subrayó Mariátegui.

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[1] Sociólogo mención Summa Cum Laude (UCV). Primer promedio académico de la UCV con 19.72 puntos en el año 2003. Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional. Doctor en Ciencias Sociales (UCV). Profesor de Economía Política y de Seminarios en temas de política, economía y sociología del petróleo. Jefe del Departamento de Análisis Económico, Político y de la Planificación, Escuela de Sociología-FaCES-UCV. Profesor del posgrado en Economía y Administración de Hidrocarburos- FaCES-UCV. Merecedor en dos oportunidades de reconocimientos en el ámbito de investigación académica, otorgada por el vicerrectorado académico de la UCV.

Premio José Félix Ribas, otorgado por la Presidencia de la República, Palacios de Miraflores, 12 de febrero de 20004, entre otros reconocimientos por desempeño y promedio académico. Ha publicado diversos trabajos y varios libros, entre ellos: Petróleo y Socialismo en el siglo XXI (Dedicado a Carmelo Laborit, fundador de la Liga Socialista y a Arturo Cardozo, ultimo senador patriota de la Revolución Bolivariana). Los retos de la OPEP en el siglo XXI -Un análisis al calor de la política petrolera venezolana-.

Por más de 20 años ha orientado su línea curricular a la investigación académica petrolera. Además, ha sido tutor de Trabajos Especiales de Grado en pregrado y posgrado en materia de política, sociología y economía petrolera.

Igualmente, ha desempeñado responsabilidades en el ámbito diplomático como Consejero en el ámbito económico-petrolero y también como encargado de Negocios en la República Argelina Democrática y Popular.  También, desempeñó varias responsabilidades en PDVSA en Inversión Social, Educación Petrolera, Análisis de Entorno y como líder de contenidos para planificación, monitoreo y análisis de entorno (2003-2017).

Dirigente estudiantil de Educación media. Presidente del Centro de Estudiante en el Liceo Dr. Carlos Francisco Grisanti. Rio Caribe Estado Sucre (1988-1993). Fundador y presidente del Movimiento Estudiantil Rescate (1988-1993).

En agosto de 1994 fue allanado por la extinta Disip en su residencia en La Pastora por una carta que el hoy presidente Nicolás Maduro enviará con él para Carmelo Laborit (comandante Rufo, fundador de la Liga Socialista). El caso lo defendió el hoy fiscal general de la República, Tarek William Saab.

Fundador de los Comités Patrióticos con Hugo Chávez en el estado Sucre en 1997. Fundador de los periódicos Trinchera y Por si no lo sabía. Candidato a diputado por el chavismo en el estado Sucre en noviembre de 1998.

Fundador de la Casa del Senado Patriótico, con el entonces senador Arturo Cardozo en el estado Trujillo en enero de 1999.

Dirigente estudiantil y presidente del Centro de Estudiantes. Escuela de Sociología-FaCES-UCV (2002-2003).

Militante político revolucionario.

Correo electrónico: [email protected]

[2] Carlos Marx, deja esto muy claro En el Tomo I de El Capital, específicamente en el capitulo XXIV: La llamada acumulación originaria.

[3] Sobre esto debo precisar que Max Weber usó indistintamente las expresiones violencia, fuerza y coacción a la hora de definir al Estado, que es “aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio (el ‘territorio’ es elemento distintivo), reclama (con éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima” (Weber, 1988: 83). Y agrega que “lo especifico de nuestro tiempo es que a todas las demás asociaciones e individuos sólo se les concede el derecho a la violencia física en la medida en que el Estado lo permite. El Estado es la única fuente del ‘derecho’ a la violencia (Ibídem, 83-84).

En tanto que, en Economía y sociedad, Weber, lo expone más claramente al afirmar “antes bien, sociológicamente el Estado moderno sólo puede definirse en última instancia a partir de un medio específico que, lo mismo que a toda asociación política, le es propio, a saber: el de la coacción física. ‘Todo Estado se basa en la fuerza’, dijo en su día Trotsky en Brest-Litowsk. Y esto es efectivamente así. Si solo subsistieran construcciones sociales que ignoraran la coacción como medio, el concepto de Estado hubiera desaparecido; entonces se hubiera producido lo que se designaría, con este sentido particular del vocablo, como ‘anarquía’. Por supuesto, la coacción no es en modo alguno el medio normal o único del Estado -nada de esto- pero sí su medio específico. En el pasado, las asociaciones más diversas -empezando por la familia-emplearon la coacción física como medio perfectamente normal. Hoy, en cambio, habremos de decir: el Estado es aquella comunidad humana que en el interior de un determinado territorio -el concepto del ‘territorio’ es esencial a la definición- reclama para sí (con éxito) el monopolio de la coacción física legítima. Porque lo especifico de la actualidad es que las demás asociaciones o personas individuales solo se les concede el derecho de la coacción física en la medida en que el Estado lo permite. Este se considera, pues, como fuente única del ‘derecho’ de coacción. (1993:1056)

En esencia, el Estado es un ente de decisión y acción, que instituye un orden normativo dominante en la sociedad y asegura su vigencia en un ámbito territorial determinado, Weber, en concreto, lo define como la asociación política que logra el monopolio legítimo de la coacción física para el mantenimiento del orden vigente.

No obstante, Gramsci criticó la concepción del Estado gendarme, del Estado guardián nocturno, presente en la ideología liberal, que “(…) quiere significar un Estado cuyas funciones están limitadas a la tutela del orden público y del respeto de las leyes, por cuanto esta concepción ignora que (…) en esta forma de régimen  (que por otro lado no existió jamás sino como hipótesis  limitante, en papel) la dirección del desarrollo histórico  pertenece a las fuerzas privadas, a la sociedad civil, que es también Estado, o mejor, que es el Estado mismo”. (2018: 177)

Desde luego, el marxismo tiene otra concepción sobre el Estado, tanto Marx, como Lenin en su libro: El Estado y la revolución, lo deja claro, y Gramsci hace lo propio también como vocero del marxismo.

[4] Para tener una idea es en 1936 cuando se produce la creación del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, hoy Ministerio del Poder Popular para la Salud.

[5] Realmente, Picón Salas expresó lo siguiente: “Podemos decir que, con el final de la dictadura gomecista, comienza apenas el siglo XX en Venezuela. Comienza con treinta y cinco años de retardo. Vivimos hasta 1935 como en un Shangri-La de generales y orondos rentistas que podían ir cada año a lavar o intoxicar sus riñones en las termas y casinos europeos; o por contraste, en una fortaleza de prisioneros y en el descampado del espacio rural –llano, montaña, selva– donde el pueblo hacía las mismas cosas que en 1860; sembraba su enjuto maíz, comía su arepa y su cazabe; perseguía alguna vez al tigre y a la serpiente, o escapaba de las vejaciones del Jefe Civil. Los desterrados, principalmente los jóvenes que regresan a la muerte del tirano, traen de su expedición por el mundo un mensaje de celeridad. Era necesario darle cuerda al reloj detenido…” (1983: 17-18).

No obstante, sin ánimo de restarle contundencia a lo afirmado por Picón Salas, la Venezuela de 1935, a pesar de la autocracia de Gómez es una Venezuela diferente de la Venezuela de la de finales de 1908 cuando Gómez destrona a su compadre Cipriano Castro y asume las riendas del país. El influjo del ingreso petrolero transformó al país, pese que no se modernizó ni tampoco se logró un desarrollo de tal magnitud de las fuerzas productivas que conllevara la siembra del petróleo o diversificación de la economía venezolana. Pero, no se puede negar la diferencia abismal de la Venezuela petrolera con respecto a la Venezuela regida por la incipiente economía agrícola. 

“Antes del petróleo, Venezuela es un país de persistencia rural donde el campo constituyó todo el eje de la vida política y económica primero regida por el cacao y luego por el café. De modo que, Venezuela es para entonces un país eminentemente agrícola, pero no al estilo de una agricultura de desarrollo como lo era la Argentina desde principios ya del siglo XX, sino una agricultura de modesto desempeño. Era de tal característica nuestro perfil agrícola que no llegamos, en ningún momento, a ser un espacio prioritario para la corona española. (Mujica Sánchez, Eleazar, 2019:74)

[6] No se olvide que la idea de sociedad civil nace junto con el pensamiento liberal (siglo XVII), y constituye uno de sus elementos básicos. Ciertamente, la idea de sociedad civil nació en la ideología burguesa como expresión del interés de esta clase por limitar el poder del Estado entonces existente, aún no burgués, y delimitar una esfera de acción legítima y resguardada de su autoconstitución como clase, en tanto sujeto social.

A diferencia de aquel momento en los siglos siguientes tomó mayor cuerpo y hoy en día para muchos neoliberalismo y sociedad civil están directamente vinculados al concepto de democracia y todo ello en aras de buscar limitar el poder del Estado. De acuerdo con Gramsci la sociedad civil es entendida como el espacio en donde se producen y difunden las representaciones ideológicas, pero Gramsci diferencia entre sociedad civil y sociedad política. En tal caso, la sociedad civil estaría formada por el conjunto de los organismos vulgarmente llamados privados (iglesia, sindicatos, escuelas, etc.) que posibilitan la dirección intelectual y moral de la sociedad mediante la formación del consentimiento y la adhesión de masas. La sociedad civil está articulada por múltiples organizaciones sociales, de carácter cultural, educativo, religioso, pero también político e incluso económico. A través de ella se difunde la ideología, los intereses y los valores de la clase que domina el Estado y se articula el consenso y la dirección moral e intelectual del conjunto social.

Mientras que, el de la sociedad política corresponden a la función de hegemonía que el grupo dominante ejerce en toda la sociedad o del dominio directo que se expresa en el Estado, en el caso de las democracias liberales, a través del consenso están los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial; pero, además, las fuerzas armadas (ejército, armada, aviación, etc., según el país) y las fuerzas policiales. Al respecto no hay que olvidar que esta división en sociedad civil uy sociedad política es una división meramente analítica y didáctica como dice en ocasiones Gramsci.

En suma, mientras la sociedad civil cumple la función de consenso, la sociedad política comprende lo que comúnmente llamamos el Estado o el Estado de Gobierno. Sobre esto, sugerimos revisar: Gramsci, Antonio (2018): Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno.

Ya antes para Marx estaba claro que la sociedad civil pertenece en exclusiva al ideario burgués. Por lo cual no hay un horizonte válido de reflexión desde el marxismo en torno al tema de la sociedad civil.

Por su lado, para Wallerstein, “la ‘sociedad civil’ sólo puede existir en la medida en que los Estados existan y tengan la fuerza suficiente para sostener algo llamado la ‘sociedad civil’, que esencialmente quiere decir la organización de ciudadanos dentro del marco del Estado con el objeto de realizar actividades legitimadas por el Estado y para hacer política indirecta (es decir no partidaria) frente el Estado. El desarrollo de la sociedad civil fue un instrumento esencial en la erección de los Estados liberales, pilares del orden interno y del sistema mundial, Además, la sociedad civil fue utilizada como símbolo aglutinante para la instalación de estructuras estatales liberales donde aún no existían. Pero, sobre todo, históricamente la sociedad civil fue un modo de limitar la violencia potencialmente destructiva de y por el Estado, así como de domeñar a las clases peligrosas.

La construcción de la sociedad civil fue la actividad de los Estados de Europa occidental y Estados Unidos en el siglo XIX. En la medida en que la construcción del Estado permaneció en la agenda del sistema mundial durante los primeros dos tercios del siglo XX, todavía se podía hablar de construir sociedades civiles en más Estados. Pero con la declinación de los Estados, necesariamente la sociedad civil se está desintegrando. En realidad, es precisamente esa desintegración lo que los liberales contemporáneos deploran y los conservadores festejan en secreto” (2005:8)

Por tanto, la idea de sociedad civil ha sido utilizada como soporte teórico de la proyección política neoliberalismo. De hecho, para la gran mayoría de estos la metáfora de la sociedad civil se ha convertido en sinónimo de antisocialismo.  

Sin embargo, si bien en la izquierda latinoamericana el uso del término sociedad civil tuvo un signo político opuestos al que le imprimieron los disidentes este-europeos y los neoconservadores occidentales, en todas estas posiciones se manifestó una raíz conceptual común que estriba en la dicotomía Estado /sociedad civil.

[7] En opinión del profesor, periodista e investigador Rafael Ramón Castellanos -recientemente fallecido- “el Gobierno que ha dado mayores libertades en Venezuela ha sido el del presidente Hugo Chávez, al contrario de Rómulo Betancourt que tenía una obsesión por suspender órganos de prensa”.

Además, afirma Castellanos que la represión ideológica que ejerció Betancourt era dictatorial. Abarcó toda expresión del pensamiento y de la civilidad. Ya no era que se allanaban los órganos de las organizaciones y partidos políticos que no apoyaban incondicionalmente sus políticas, sino que también comenzaron a apresar a los articulistas y colaborares de las empresas periodísticas.

El profesor Castellanos sostuvo que el Gobierno de Betancourt fue el más represivo del siglo XX, incluyendo el mandato de Juan Vicente Gómez, con todo y que éste redujo las libertades a cero y llevó a periodistas y escritores a La Rotunda, ya que Betancourt reprimió de manera brutal a todos, sin importar tendencia. A su juicio, se ensañó especialmente con la gente de izquierda y sobre todo del Partido Comunista. La vida de los dirigentes del PCV Gustavo y Eduardo Machado, Gallegos Mancera, Guillermo y Servando García Ponce, Ramón Villaroel, Federico Álvarez y otros fue muy azarosa durante el Gobierno de Betancourt.

[8] En el caso, por ejemplo, de Arturo Uslar Pietri, a mi modo de ver, tuvo una intencionalidad manifiesta sobre la privatización de la siembra del petróleo.

[9] Siguiendo al filósofo marxista marroquí Alain Badiou, puede suceder como el mismo lo indica que puede emplearse al menos cinco palabras, según el contexto, en los diferentes pasajes en que se topa con “Politeia”: país, Estado, sociedad, ciudad, política. (2013:18).

[10] El nombre de América Latina surgió a mediados del siglo XIX, asociado al desarrollo de una identidad propia de los pueblos al sur del río Bravo y frente al expansionismo norteamericano.

Fue por cierto un venezolano, Francisco de Miranda el primero que se preocupó por una nueva denominación para esta parte del continente americano, al que se denominaba como Indias o Hispanoamérica, a fin de señalar de una manera inconfundible a la totalidad de las posesiones españolas de este hemisferio y también para distinguirla de los Estados Unidos de América. Todo esto comenzó a precisarlo incluso antes de estallar las luchas emancipadoras en las colonias españolas. De hecho, fue en 1788 cuando inventó el nombre de Colombia, nombre que ya había utilizado cuando elaboró su primer manifiesto independentista, titulado “Proclamación a los Pueblos del Continente Colombiano, alias Hispanoamérica”.

No obstante, en rigor el neologismo “América Latina”, que al parecer hizo su aparición a mediados del siglo XIX, tuvo como verdaderos padres al colombiano José María Torres Caicedo y al Chileno Francisco Bilbao, ambos entonces, por los años de 1856 residentes en Paris.

Huelga decir que a lo largo del todo el siglo XX y también a lo largo de este, el uso de América Latina terminó por imponerse de manera categórica sobre los otros nombres que ya indistintamente se venían usando como, por ejemplo, Hispanoamérica, América meridional (reiterado por Simón Bolívar), Nuestra América (usado por José Martí) Indo América por Víctor Raúl Haya de la Torres y más propiamente por José Carlos Mariátegui.

[11] Como se recordará el Comandante Hugo Chávez Frías, al inscribir su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), el 11 de junio de 2012, presentó, acompañado de su pueblo, el Programa de la Patria 2013-2019. Este fue aprobado por la voluntad popular en el marco de las elecciones presidenciales del 07 de octubre de 2012. Lamentablemente, a los pocos meses nos tocó sembrar al Comandante Chávez y se hizo necesaria la convocatoria de una nueva elección presidencial en la cual resultó vencedor, el 13 de abril de 2013, Nicolás Maduro, primer presidente chavista. Con esta nueva elección se ratificó, por segunda vez, el Plan de la Patria 2013-2019.

Posteriormente, el II Plan Socialista de la Nación 2013-2019, se convirtió, según lo publicado en la Gaceta Oficial N° 6.118 Extraordinario con fecha 04 de diciembre de 2013, en Ley de la República como manda la Constitución Bolivariana. Sobre esto puede verse: Mujica Sánchez, Eleazar (2015): El chavismo según Chávez nos indica que el Plan de la Patria 2013-2019 es la ruta de su legado.

[12] La puesta en marcha de esto tres Planes Socialistas aún adolecen de un balance sobre el alcance y logros en torno a sus objetivos.

[13] El peculiar rasgo de las relaciones internacionales del área latinoamericana en los primeros decenios del siglo XXI ha sido la reducción del peso ejercido por los Estados Unidos (lo que no implica, claro está, ausencia de influencia). Dicha reducción es mucho mayor en Sudamérica que en otras partes de la región, con excepción hecha de Colombia, aliado fiel de los Estados Unidos, a la cual la violencia política, el narcotráfico y los riesgos de la desestabilización regional han vuelto prioritaria a ojo de Washington.

No es casual que, a lo largo de la última década, China ha agudizado su enfoque en los países considerados en la zona de influencia de Estados Unidos. El comercio de China con América Central y América Latina se disparó de 18.000 millones de dólares en 2002 a 449.000 millones de dólares en 2021, lo que la convierte en el segundo socio comercial global de la región y en el mayor socio comercial de Brasil, Perú, Uruguay y Chile. Su inversión en la región también creció de forma espectacular, con su iniciativa “Belt and Road” (Franja y la Ruta), que ya se encuentra en 20 países de la región y supone una inversión de más de 140.000 millones de dólares.

En torno a esto, el doctor Orit Frenkel, director general de la Iniciativa de Liderazgo Americano, subraya que las inversiones de China son de carácter estratégico, centrándose en las infraestructuras y los puertos. También realizaron adquisiciones que le dan acceso a recursos naturales y materias primas clave.

Según Frenkel la relación de Estados Unidos con Centroamérica y América Latina se ha centrado a menudo en cuestiones polémicas como el narcotráfico y la migración, más que en la prosperidad regional.

En todo caso, a mi modo de ver esto pone en evidencia que es imposible que América Latina vuelva a ser la que fue en el pasado, puesto que los ya varios lustros de globalización han ampliado los horizontes internacionales de América Latina, en especial de Suramérica, cuyos países cultivan con más intensidad y beneficios las relaciones con otros socios, ya se trate de la República Popular China, Rusia, Unión Europea.

[14] Rudolf Kjellen, geógrafo sueco considerado por Hennig y Körholz como el padre de la geopolítica. (Padrino López, 2022: 63)

[15]  Se trata de la Declaración firmada en el XXII Congreso Mundial de Filosofía Jurídica y Social, sobre el tema «Derecho y Justicia en una Sociedad Global», celebrado en Granada, España, mayo 2005. La misma fue firmada por Jürgen Habermas, Boaventura de Sousa Santos, Francisco J. Laporta, Nicolás López Calera, Manuel Atienza, William Twining, Robert Alexy, Luigi Ferrajoli, Elías Díaz,Neil MacCormick, Paolo Comanducci, Zhan Wenxian, Uma Narayan, Larry May y otros participantes en el 22º Congreso Mundial de Filosofía Jurídica y Social – 2005.

[16] Tomás Sedlácex, de origen checo, doctor en teoría económica, ex asesor del expresidente checo Václav Havel en 2001 y además catedrático en la Universidad Carolina de Praga, sostiene que “la lectura popular de Adam Smith es un mal entendido. Sostengo que su contribución a la economía es mucho más amplia que meramente el concepto de la mano invisible del mercado y el nacimiento del egoísta y egocéntrico homo oeconomicus, aunque Smith nunca usó ese término. Sostengo que su contribución más influyente a la economía fue ética. Sus otros pensamientos, ya sea sobre la especialización o sobre el principio de la mano invisible del mercado, ya habían sido expresados claramente por otros. Trato de mostrar que el principio de la mano invisible del mercado es mucho más antiguo y que se desarrolló mucho antes de Adam Smith. Rastros del mismo aparecen incluso en La epopeya de Gilgamesh, el pensamiento hebreo y el cristianismo, y es expresamente formulado por Aristófanes y Tomás de Aquino”. (2014:26-27)

[17] En este sentido, es importante hacer alusión a Francis Fukuyama y muy especialmente a su libro: El fin de la historia y el último hombre”, cuyatesis central, como se sabe, argumenta que la historia en su sentido hegeliano y marxista de evolución progresiva de las instituciones políticas y económicas humanas es direccional, progresiva y culmina en el moderno Estado liberal. Es evidente que, para Fukuyama, al contrario, d ellos marxistas, como él mismo sostiene este proceso de evolución histórica no culmina en el socialismo, sino en la democracia y en la economía de mercado.  

[18] A juicio de Immanuel Wallerstein “la destrucción del Muro de Berlín y la subsecuente disolución de la URSS ha sido celebradas como la caída de los comunismos y el derrumbe del marxismo leninismo como fuerza ideológica en el mundo moderno. (…) Además, han sido celebradas como el triunfo definitivo del liberalismo como ideología. Esto es una percepción totalmente equivocada de la realidad. Por el contrario, esos acontecimientos marcaron aún más el derrumbe del liberalismo y nuestra entrada definitiva en el mundo ‘después del liberalismo’”. (Op, cit:3)

En mi opinión, el tiempo terminó otorgándole la razón a Wallerstein, pues no hay dudas en afirmar que el desastre generado desde finales del siglo pasado por el neoliberalismo al crear nuevos espacios de pobreza y marginalidad conllevaron el retorno de varios Gobiernos de izquierda y progresistas en la primera década del siglo XXI. Desde luego, en medio de tal oleada de Gobiernos se distinguen izquierdas y contextos diversos, puesto que no todas las izquierdas proceden del mismo modo ni todos los contextos están caracterizados por la ruptura con el pasado.

De cualquier manera, el inicio del siglo XXI se caracterizó por el creciente rechazo a la economía neoliberal en gran parte de América Latina y por el despliegue de respuestas que buscaron incrementar el rol del Estado en el manejo de la economía

[19] Dados sus rasgos dominantes, los años noventa suelen ser recordados como la era del Consenso de Washington, sintagma con el cual se alude, a menudo en tono polémico, a una época de armónica sintonía entre el Gobierno de los Estados Unidos y los grandes organismos financieros internacionales, quienes acordaron imprimir una brusca aceleración a la liberalización de los mercados latinoamericanos. Dicha expresión se transformó en sinónimo de neoliberalismo, es decir, de una filosofía económica fiel a los dictados del monetarismo y determinada a desmantelar el Estado o bien a crear un Estado mínimo, desinteresado de las políticas del welfare, lo cual tuvo como consecuencia, entre otras, el agravamiento de la pobreza y la desigualdad en América Latina.

No obstante, aunque esa lectura sea admisible, es preciso distinguir casos y resultados. En primer lugar, es preciso recordar que el término “Consenso de Washington” fue acuñado en 1990 por el economista John Williamson, quien no escribió para proponer un determinado modelo de desarrollo neoliberal, sino para aludir a los elementos comunes y más adecuados para América Latina en las recetas económicas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Tesoro de los Estados Unidos, instituciones con bases en Washington. Se refería así a las recomendaciones  de liberalizar el comercio, privatizar, adoptar tasas de cambio que favorecieran la competitividad, favorecer el ingreso de capitales extranjeros y brindar garantías  jurídicas a la propiedad  privada, pero  también  a las de adoptar reformas fiscales capaces de ampliar las bases de recaudación de impuestos y concentrar el gasto público en los sectores sanitario y educativo, de forma tal de favorecer la distribución de la riqueza, medidas estas  con las que Williamson defendía propuestas ajenas a la filosofía neoliberal. (Zanatta, Op, cit: 233-234)

[20] En honor a la verdad en América Latina, las llamadas reformas no han cumplido sus promesas: el desempleo y la pobreza tanto antes de la pandemia de la Covid-19 como ahora han aumentado significativamente en las últimas décadas, mientras que el crecimiento y el Estado de bienestar está por debajo de los niveles alcanzados en décadas anteriores, especialmente durante los años cincuenta, sesenta y setenta, sin considerar los niveles alcanzados en Asia Oriental.

Sin obviar el desastre de la década de los 80 del siglo pasado y lo que ella significó para nuestra América, tras considerársele como la década pérdida, considero oportuno que Joseph Stiglitz, premio Nóbel de Economía, por lo menos, desde el año 2002 con su libro El malestar en la globalización, vienedenunciando que la manera como se sucedieron las reformas económicas por el modo, el ritmo y sin una debida visión amplia sobre la realidad particular de las sociedades en donde se aplicaron, no alcanzaron el éxito económico que pregonaban. En consecuencia, que la manera de realizar las políticas del Consenso de Washington, unidos a las limitaciones del modelo económico en el cual se basaban y a lo estrecho de la visión del desarrollo, hicieron que el período de los años 90 del siglo XX no fuera tan exitoso como se esperaba.

Tras aquel fracaso estrenuo se produce un punto de inflexión a finales de aquella misma década que marca su inicio por Venezuela con la Revolución Bolivariana liderada por Hugo Chávez tras la presentación de su proyecto antineoliberal plasmado en la Agenda Alternativa Bolivariana. Seguidamente, en la primera década del presente siglo se ampliará, como ya lo he manifestado, la llegada de Gobiernos progresistas o de izquierda al poder.  

Como quiera que sea, con estos nuevos Gobiernos el Estado interviene más activamente en la economía y se incrementan las mejoras sociales en comparación con los años anteriores que tuvieron regidos por las políticas y directrices del libre mercado que como se sabe conllevaron una fuerte desregulación económica y  una reestructuración global del  Estado, lo cual terminó por acentuar las desigualdades  existentes, al tiempo que generó nuevos procesos  de exclusión, que afectaron a un conglomerado amplios de sectores sociales.

Lo paradójico es que el Estado Bienestar o Estado Social es los países centrales los procesos de mutación estructural no se expresaron necesariamente en el desmantelamiento total o cuasitotal de las instituciones o marcos regulatorios típicos que estos tenían previamente. De manera que, los mayores efectos, se dieron en la periferia. En efecto, en las regiones del capitalismo periférico la globalización no solo profundizó los procesos de transnacionalización del poder económico, sino que se redujo en el desguace  radical del Estado Social en su versión “nacional popular”, el que más allá de sus limitaciones  estructurales  y tergiversaciones  políticas, se había caracterizado por orientar su acción hacia la tarea  nada fácil de producir cierta  cohesión social, en un contexto de sociedades heterogéneas , desiguales y dependientes.  

[21] A decir de Zanatta, América Latina sigue siendo una comunidad imaginada, una civilización con rasgos propios que la distinguen de otras; como tal, también es un mito. Tanto en la historia como en la actualidad, en el mundo político e intelectual y en el de la vida cotidiana, en los estudios o en la retórica, permanece vivo el mito político y espiritual de la unidad latinoamericana.

Todo lo anterior no quita, sin embargo, que la realidad acabara por dividir aquello que los mitos y el imaginario contribuían a mantener unido; lo cierto es que, con el tiempo, el principio unitario puso en evidencia sus propios límites. Para empezar, la unidad política no sobrevivió al derrumbe o declinar de aquello que la había hecho posible: la caída del imperio español y la decadencia del imperio portugués. Los proyectos unitarios y las invocaciones a la cohesión no impidieron la fragmentación política del continente en los numerosos estados de los que hasta hoy se compone.

Tendencias centrípetas y fuerzas centrifugas han escandido siempre- y continúan haciéndolo-el movimiento de la historia latinoamericana. Por un lado, están las pulsiones fuertes y recurrentes a la cooperación y a la integración, a la unidad política y a la comunión espiritual; por el otro, igualmente fuertes y recurrentes, permanecen las razones de la fragmentación. Por lo tanto, unidad y pluralidad son los dos polos de la historia latinoamericana.

Se entiende por unidad la idea de América Latina como concepto histórico, es decir, como el área del continente americano donde, desde el siglo XVI, fue implantada la civilización ibérica, la cual dejó allí como herencia la lengua y la religión, que a la vez son ejes de una visión del mundo y de un sistema de valores  que han  plasmado sociedad  y mentalidad , y donde la pluralidad  se vuelve evidente  en las formas diversas  que esa cepa común asume de país a país, e incluso de región a región.

No obstante, por su historia y por su naturaleza, el curioso mosaico humano que durante siglos se ha ido formando en América Latina se presta a reforzar el principio de unidad o bien a dar un impulso ulterior a la fragmentación. Favorece la unidad e n la medida en que se vuelve melting pot, es decir, la mezcla étnica y cultural capaz de dar vida a un conjunto humano original, mestizo por naturaleza propia. Favorece en cambio la fragmentación cuando las barreras entre sus componentes permanecen infranqueables. (Op, cit: 11-15)   

[22] Sobre estas amenazas que por lo demás están a la orden del día en el proceso político de la Revolución Bolivariana, pero también por las mismas debilidades intrínsecas del Gobierno Bolivariano, pudiese resultar oportuno para la reflexión Bourdieu, Pierre (2000): Cosas dichas.

[23] “Vemos, pues, que la guerra no constituye simplemente un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación de la actividad política, una realización de esta por otros medios”. Véase específicamente en su libro: De la guerra (2014), el capítulo 1 del libro primero Sobre la naturaleza de la guerra. 

[24] De hecho, en su libro publicado en 1917: El imperialismo, fase superior del capitalismo, Lenin afirma en dos ocasiones que el “capitalismo es la producción mercantil en su más alto nivel de desarrollo: decenas de miles de grandes empresas lo son todo, y millones de pequeñas empresas no son nada” (2009). Esta verdad, evidente en 1917, es una vieja, una viejísima verdad y, sin embargo, en el contexto de hoy caracterizado por una hipertecnología y un mercado financiarizado, es más que evidente el poderío de los grandes monopolios de las transnacionales. Las pingues ganancias de los grandes monopolios farmacéuticos y del ramo de la medicina así lo ha puesto en evidencia, por ejemplo, con la pandemia de la Covid-19 que desde 2020 ha hecho sentir sus efectos sobre la salud, la economía y las finanzas a escala planetaria.   Desafortunadamente, en mi opinión uno de los defectos de los ensayos de los periodistas, economistas, politólogos, sociólogos, entre otros, consiste en no tener cuenta las dimensiones y perspectivas histórica.

No obstante, para Lenin la política es la expresión concentrada de la economía. De allí que la política no puede menos de tener supremacía sobre la economía. En su opinión, pensar de otro modo significaba olvidar el abecé del marxismo. Al respecto, puede verse Lenin (1973): Una vez más sobre los sindicatos, el momento actual y los errores de Trotski y Bujarin.

[25] Sobre esto y las luchas que seguramente han de venir, sobre todo ahora que hay acciones de sanciones económicas y políticas por parte de los Estados Unidos contra varios países de nuestra América, pese a las diferencias contextuales y sin obviar las particularidades, es importante comprender que cunado Marx analizaba los procesos revolucionarios, en 1848, siempre hablaba de la revolución como un proceso por oleadas, nunca como un proceso ascendente o continuo, eso sí, permanentemente en ofensiva. Parte de este proceso por oleada lo inició Venezuela con Chávez desde finales del siglo pasado y luego lo continuó Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay y Paraguay, entre otros.

Posteriormente, se sucedió un repliegue, pero hoy se vislumbra un avance a tal punto que el otrora Grupo de Lima, instancia multilateral en principios conformada por 12 países que se estableció el 8 de agosto de 2017 – en diciembre de 2019 se le sumó Bolivia bajo el “Gobierno” fascista de Jeanine Añez. Del mismo modo, fue avalado por Barbado, Granada y Jamaica- y que con los auspicios de los Estados Unidos buscaba la intervención en Venezuela y llegó a desconocer los resultados electorales de las elecciones Presidenciales del 20 de mayo de 2018 en las cuales resultó reelecto el actual presidente Nicolás Maduro. Asimismo, reconoció, en enero de 2019, el absurdo gobierno interino de Juan Guaidó, diseñado por los Estados Unidos con el apoyo de toda la derecha transnacional.  

Afortunadamente, en 2021 con el cambio de varios Gobiernos en la región y, por tanto, con el ascenso de Gobiernos progresistas el Grupo de Lima sufrió varias bajas, se debilitó y estos han pasado a reconocer al presidente Maduro como constitucional y legítimo de Venezuela y, en consecuencia, al abandonado el parapeto progringo y lacayo del Grupo de Lima. Tal han sido los casos de los nuevos Gobiernos de México, Bolivia, Perú, Argentina, Chile y también Colombia, tras el triunfo este 19 de junio de Gustavo Petro, primer presidente de izquierda en esa tierra por tradición oligárquica.  

[26] En el año 2005 publicamos: Petróleo y Socialismo en el siglo XXI, como un esfuerzo en contribución por el debate del socialismo. Seguidamente, incorporamos en torno aquel debate necesario una serie de artículos, entre ellos: El carácter del socialismo en el siglo XXI.Igualmente, colocamos: El Partido único cubano: una valiosa experiencia para la construcción del socialismo en la Venezuela Bolivariana.

[27] Sobre esto deseo puntualizar que Lenin a medida que iba repasando los textos clásicos del marxismo iba poniendo cada vez más énfasis en los pasajes en los cuales tanto Marx como Engels subrayaban la necesidad del proletariado revolucionario de “abolir” el Estado capitalista y sustituirlo por el suyo propio. Al mismo tiempo aumentaba sus críticas a Karl Kautsky o Georgi Plejanov, que habían soslayado este aspecto fundamental de la teoría marxista. Al respecto, puede revisarse de Lenin: “El Estado y la revolución”.

Ya antes, Marx y Engels en el Manifiesto de El Partido Comunista, habían precisado en 1848 tras su publicación que “vemos, pues, con el establecimiento de la industria moderna y del mercado mundial, la burguesía ha conquistado, en el Estado representativo moderno, el dominio político exclusivo. (…) Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses de la clase burguesa”. (2003:44)

De cualquier manera, para Marx la maquina estatal es una máquina burocrático-militar en la mayoría de los Estados capitalistas.

[28] Sobre esto resultaría muy oportuno realizar una relectura de El Manifiesto del Partido Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels, publicado el 17 de febrero de 1848 en Londres, al calor de la nueva arquitectura capitalista, sin desconocen que se mantiene la esencia del capitalismo como formación económica y social.

[29] Sobre el ámbito del desarrollo tecnológico, deseamos referir que “hemos ido del cuarto paradigma, es decir -la economía industrial- al quinto paradigma -vale decir la economía. postindustrial, basada en la tecnología de servicios financieros, IT -Inteligencia artificial-, telecomunicaciones, entretenimiento-” (Estulin, Daniel, 2020: 16). Se trata, básicamente, del cambio asumido principalmente por actores financieros, banqueros y especuladores. A propósito, en la actualidad, se estima que cerca del 70% del Producto Interno Bruto PIB global es producido por el sector terciario (vale decir, finanzas, investigación, educación, publicidad, informática y entretenimiento) que a su vez se maneja mediante la Red. De allí la primacía que ha tomado la financiarización, lo que quiere decir que ya el capital no es un hecho totalmente tangible, sino que ahora descansa fundamentalmente en lo intangible muy vinculado con la financiarización y con todo este mundo virtual que proveen las nuevas tecnologías. (Mujica Sánchez, Eleazar, 2022a,14)

[30] En este encuentro las naciones del mundo se comprometieron a tomar las medidas evitar el crecimiento de la temperatura de la tierra en 1,5°C para el año 2050, aunque importantes economías como China y Rusia (importante exportador de energía a nivel global), se comprometieron a cumplir estar metas para el 2060.

[31] El PCCh el 01 de julio de 2021 cumplió cien años de existencia. También el 01 de octubre de ese año la Revolución China cumplió 72 años de existencia. A propósito, entre el 08 y 11 de noviembre de 2021 en Beijing, en la VI sesión del XIX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), se examinó y aprobó la “Resolución del CC del PCCh sobre los importantes éxitos y las experiencias históricas del Partido en su centenaria lucha” y la “Resolución sobre la convocatoria del XX Congreso del Partido”.

[32] El 4 noviembre de 2020 en Beijing, en la V sesión del XIX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh)-, fueron anunciados los lineamientos para el XIV Plan Quinquenal (2021-2025). El 2020 fue el último año del XIII Plan Quinquenal (2016-2020), en tanto que el XIV Plan 2021-2025 que inició el pasado año se espera que marcará los primeros cinco años de la nueva etapa de China hacia la consolidación del socialismo de mercado como sustento económico y material de una sociedad moderadamente acomodada, próspera y moderna.

En torno al tema de la pobreza, el 25 de febrero de 2021, China afirmó la eliminación de la pobreza extrema en su territorio. Ciertamente, el presidente de China, Xi Jinping, declaró en esa fecha que el país ha concluido su “ardua tarea” de erradicar la pobreza extrema y afirmó que 98,99 millones de personas salieron de esa situación en los últimos 8 años. Realmente, impresionante como lograron salir de la pobreza 800 millones de chinos en los últimos 20 años.

[33] A principios del siglo XXI China era la sexta economía a escala mundial pero ya desde el 2018 se convirtió en la segunda economía mundial y en el primer potencial comercial a escala mundial, con las mayores reservas de divisas, el mayor sistema de seguridad social y la mayor producción de artículos industriales.

[34] Al respecto puede consultarse: Xi Jinping: La Gobernación y administración de China (Tomo I y II).          

A propósito, Xi Jinping fue elegido secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) en el XVIII Congreso Nacional del PCCh, celebrado en noviembre de 2012. Seguidamente, en marzo de 2013 fue elegido presidente de la República Popular China.

Colombia: crisis socioeconómica y elecciones presidenciales

Por: Enrique Acosta

En los últimos años Colombia ha estado marcada por una crisis caracterizada por la desaceleración económica que encontró su clímax en la pandemia del COVID 19 a partir del 2020, y que puso de manifiesto, al igual que en el resto del mundo, la debilidad de los sistemas sanitarios, que en el caso de Colombia estaban privatizados al igual que el resto de la vida social. ¿Qué se espera para las elecciones presidenciales?

Pero, en Colombia esto ha sido aún más grave, pues la crisis social y económica tiene una expresión militar, el conflicto social y armado de más de medio siglo, que intentó encontrar una salida pacífica con la firma del acuerdo de la Habana en el 2017, pero que fue traicionado por el bloque de poder hegemónico.

Esta traición del Estado terminó lanzando un grupo de excombatientes a retomar las armas, desmovilizando militarmente a otros bien intencionados que aún presionan la implementación y que suman casi a diario las cifras de víctimas de la guerra sucia, y acomodando a una camarilla clientelista de la antigua comandancia que disfrutan de las mieles de una Pax Romana1.

Alternativo a la grave crisis económica, la traición a los acuerdos de paz firmados en el 2017 y la profundización en el 2020 y 2021 por la pandemia, se ha vivido en Colombia unos años de estallido social constante en las calles, que ni siquiera la represión policial o el miedo al contagio logró apagar. Este estallido social protagonizado por diversos sectores de la sociedad colombiana llenó las calles y carreteras de Colombia y se mostró con más fuerza durante el 2021.

Las manifestaciones fueron acompañadas de la más fuerte represión por parte del gobierno de Duque y de una guerra sucia que ha cobrado la vida de miles de líderes y liderezas sociales así como excombatientes firmantes del acuerdo de paz.

Leer tambien: https://lachuleta.org/2022/04/17/colombia-2022-un-ano-de-masacres-en-contexto-electoral/

Como era de esperarse, este estallido social que se tradujo en diversas movilizaciones y protestas, se ha moderado al acercarse las elecciones, el pragmatismo de la política ha sacrificado la protesta social por el cálculo en las urnas en la idea de no hacer ningún ruido que reste votos a la candidatura progresista del Pacto Histórico.

La sombra del paramilitarismo

Un elemento a tener en cuenta y que acompaña la caracterización de la actual coyuntura electoral es el papel del Clan del Golfo, estructuras paramilitares herederas de las antiguas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que sacaron pecho a pocas semanas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

El Clan del Golfo, Clan Usuga, Urabeños o Autodefensas Gaitanistas, como también se les llama, decretó un paro que se extendió por casi una semana y que según las cifras más conservadoras, en 190 acciones armadas dejó al menos 8 muertos y 200 vehículos incinerados y tuvo en vilo a la población de 11 departamentos, paradójicamente la fuerza pública no reaccionó al paro.

La Defensoría del pueblo advierte, que, de los 521 municipios, al menos 290, el 55.66% (El Nuevo SIglo, 2022), están en riesgo extremo o alto por estas acciones de El Clan del Golfo2 , lo cual configura un escenario violento para el 29 de mayo, día de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

Si bien el Clan del Golfo decreta el paro con el pretexto del apoyo a Otoniel, jefe paramilitar extraditado el pasado 4 de mayo a EEUU, la realidad es que es un paro ordenado desde el bloque de poder dominante como una muestra de fuerza y de coordinación de las estructuras paramilitares que profundizan su política de exterminio contra el pueblo y su expansión territorial a nivel nacional, regional y local.

Además, otro objetivo tiene el paro armado del clan del Golfo, lanzar una advertencia al reciente avancé de las fuerzas progresistas en la actual coyuntura electoral.

Las encuestas de cara a las elecciones en Colombia

Sin embargo, en este contexto a pocos días de las elecciones, las encuestas colocan como ganador, al menos en la primera vuelta, al candidato del Pacto Histórico Gustavo Petro, que independientemente del carácter revolucionario y/o reformista de su programa, representa el anhelo de transformación del pueblo colombiano.

Colombia: crisis socioeconómica y elecciones presidenciales

Fuente: (Inavamer, 2022) (CNC-SEMANA, 2022) (Silla Vacía, 2022)

Elaboración: propia

Lo sui generis de las elecciones en Colombia.

Pero, los procesos electorales en Colombia tienen una dinámica particular que aún con unas encuestas tan favorables no garantizan el triunfo, hay una tradición política mafiosa que ha mantenido la superioridad de las élites en las urnas, utilizando herramientas ilegales como el fraude electoral, la compra de votos, el clientelismo, la presión paramilitar y de bandas armadas mafiosas, entre otros método violentos.

Esto es posible toda vez que la mafia tiene a sus representantes en partidos políticos y en las instituciones del Estado, o más bien, porque las mafias capturaron los partidos políticos y gran parte de la institucionalidad estatal.

En el caso de la compra de votos y la presión armada, tiene un peso muy especial los grandes capitales que provienen de la ilegalidad, especialmente del narcotráfico y que aportan a las campañas electorales, comprando votos como si estos fueran otra mercancía más.

Es importante resaltar que el narcotráfico y las bandas criminales asociadas a éste, son una industria que opera en toda la cadena, desde el control del cultivo hasta la venta de la droga en EE.UU. y Europa, por lo que la industria tiene fuertes intereses materiales concretos, respecto al proceso electoral y la capacidad de ejercer su poder en el territorio usando ejércitos de mercenarios paramilitares.

Otro elemento a tener en cuenta muy vinculado al narcotráfico y el paramilitarismo es la configuración de un orden mafioso en las ciudades, que mantiene el control social en base a la venta de la seguridad a cuestas del pago de extorsiones y del negocio del prestamista que da créditos generalmente al 20% diario y que cobra con el arma en el cinto, esto ha consolidado ejércitos urbanos descentralizados pero con un alto poder de acción.

A este panorama se suma el apoyo descarado de la administración de Iván Duque que trasladará 6,5 billones de pesos, (1.600 millones de dólares) a contratistas electorales, más o menos unos 3.300 contratos suscritos, la mayoría en Antioquia, Córdoba, Nariño, Valle y Amazonas (El Colombiano, 2022), además de la entrega de la supervisión del reconteo y de otros procesos electorales al FBI, que es como poner al ratón a cuidar el queso (www.rcnradio.com, 2021), esto le da liquidez a las maquinarias electorales que compran votos y a su vez imposibilita la transparencia del proceso electoral.

Las contradicciones en el panorama electoral

Con todo, el fenómeno al que nos enfrentamos en estas elecciones es inédito en la historia política en Colombia, el ascenso de la coalición del Pacto Histórico ha puesto de manifiesto la actual debilidad del sector más fascista del bloque de poder dominante, que no se decidía a pocos meses de qué candidato apoyar y termina colocando sus apuestas en un personaje mediocre y vinculado a las bandas criminales de Medellín como Federico Gutiérrez, que se ha vendido en otras parte del mundo como consultor de seguridad urbana colocando a la ciudad de Medellín como un modelo a seguir.

Por otra parte, nunca antes hubo un apoyo popular tan masivo a una candidatura como la de Gustavo Petro y Francia Márquez, unas candidaturas emergidas del clamor popular de cambio desde la izquierda.

Sin embargo, la coalición que se cuece al interior del Pacto Histórico no es monolítica, lo que muchos ven como una ventaja que suma apoyos, en la práctica genera contradicciones a futuro, pues en la coalición se encuentran desde la izquierda representada en el Partido Comunista de Colombia (PCC) y el Partido Comunista de Colombia Marxista Leninista (PCML), pasando por lo que quedó del partido de las FARC actual Comunes, el Polo Democratico Alternativo y el Congreso de los Pueblos, liberales y verdes, entre otros, hasta personajes de liberalismo progresista como Armando Benedetti.

Pero más allá de sectores del liberalismo progre, irrumpe el santismo en cabeza de Alfonso Prada, en una posición privilegiada como jefe de debate de Petro.

No serán pocas las tensiones a la que se verá sometida una futura presidencia de Petro debido a los acuerdos y el acercamiento de sectores manifiestamente de derechas como el santismo, bien porque estos sectores de derecha piensan que es mejor negociar antes de enfrentarse a una derrota segura por parte del Pacto Histórico, o bien porque hay una ruptura al interior del bloque de poder dominante que ve desgastado el proyecto de extrema derecha del uribismo y le apuesta a la candidatura progresista de Petro.

Sea como sea, este apoyo de la derecha en el futuro le implicarán un costo político en los sectores populares, fundamentalmente porque las alianzas le exigirán la entrega de los aspectos más radicales de su programa político, esto en detrimento de las expectativas del pueblo.

El peso de Juan Manuel Santos en un futuro gobierno de Petro serán la garantía de que el Petrismo, incluso sus sectores más radicales, no traspasaran las líneas rojas del bloque de poder dominante, representadas fundamentalmente en el modelo económico y en la doctrina de Seguridad y Defensa que está a la base del proyecto contrainsurgente en Colombia.

Algunos aspectos del programa de Petro

Ahora bien, en lo que se refiere a las propuestas, los candidatos del Pacto Histórico en materia internacional proponen que Colombia empiece un diálogo con EE.UU. que aborde: El cambio climático, partiendo del reconocimiento de que el país del norte es el principal emisor de Co2 y que el Amazonas es el espacio que está absorbiendo la mayor cantidad de Co2 en el planeta, por lo que el diálogo debe ser sobre si se cuida o no al territorio en este sentido.

En lo que se refiere a las drogas se propone que se aborde el tema empezando por una evaluación de la política que Colombia y EE.UU. han implementado durante los últimos 40 años, a saber: fumigación, detención de cabecillas y extradición, una política que ve las drogas como un problema solo de seguridad y moral y que no aterriza en el carácter económico y sanitario.

Estas políticas tienen como resultado en el país norteamericano al menos 100.000 muertos por sobredosis sólo en el 2021, lo que implica un crecimiento del 28.5% respecto al 2020 (BBC News, 2021); y al menos 1.000.000 de muertos en América Latina desde 1980 hasta 2022.

Así como que Colombia sea el mayor exportador de cocaína del mundo concentrando el 70% de la producción según la información publicada por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), pero donde al país Colombia le queda sobre todo, violencia y ejércitos operados por mafias, las ganancias se concentran en los polos de acumulación.

Los datos dan cuenta de que el kilo del clorhidrato de cocaína cuesta $1.269, pero el precio en EE.UU. es de $32.000, 25.21 veces más; el precio en Europa es de $60.000, 47.28 veces más; y en Asia el precio es de $100.000, 78.80 veces más, es decir, el resultado de la política implementada es la consolidación y el crecimiento del poder de los grupos que operan en la industria.

En este sentido Petro propone retomar el acuerdo de sustitución de cultivos ilícitos que había planteado el gobierno de Santos con los campesinos cultivadores y que hacía parte de los compromisos adquiridos en el acuerdo de paz, profundizando este con una sustitución de tierras, es decir con la aplicación de una reforma agraria que resuelva el problema de la tenencia y uso de la tierra.

En esta propuesta que se propone tomar el problema desde la raíz, Petro está llamado a implementar el punto 1 del acuerdo de paz “Reforma Rural Integral” como elemento fundamental que está en los orígenes del conflicto en Colombia.

En materia de relaciones internacionales, Petro ha asomado la necesidad de restablecer las relaciones con Venezuela y Nicaragua.

Fuente y elaboración: (UNODC, 2021)

La paz es un punto bastante sensible sobre el que el programa deberá profundizar, sin embargo, se plantea un proceso de paz, empezando por un acuerdo de la sociedad que genere reformas que garanticen vivir en paz garantizando la justicia social, los derechos respecto al trabajo, la salud y la educación; y que retomen los acuerdos ya suscritos en la Habana con las FARC-EP y reanuden los protocolos para seguir con el proceso del acuerdo de Paz con el ELN.

Ahora bien, tras el fracaso y la traición de los acuerdos de paz y el aumento de la guerra sucia sobre todo en territorios rurales, un posible gobierno de Petro deberá diseñar propuestas de paz que logren salvar las desconfianzas de la insurgencia y no solo implemente el acuerdo ya firmado, sino que llene los vacíos que el acuerdo tenía.

Esta propuesta deberá también tomar en cuenta las prevenciones de la insurgencia con respecto a una entrega de armas o desmovilización debido a las experiencias en el acuerdo de la Habana.

En torno a la seguridad, se propone un cambio que empieza mudando la concepción de ésta, donde la premisa sea comprender las diversas causas del delito, entre ellas: la pobreza, marginalización de los obreros, obreras, campesinos y campesinas causada por la destrucción paulatina de la industria y la agricultura.

Resolver estos problemas estructurales facilitará la reducción del poder de las mafias; y generará cambios en las fuerzas de seguridad, entre otros, el desmonte del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD); el fin del servicio militar obligatorio y la desmilitarización de la vida social; se propone también eliminar los fueros militares y fortalecer los procesos de investigación en la justicia militar .

La propuesta económica en tanto se centra en reactivar la industria: cumplir con el punto 1 del acuerdo sobre reforma agraria integral y acompañarlo con un proceso de asistencia técnica y sostenida que permita la modernización del agro, impulsando la producción agropecuaria

Se propone reducir el uso de energías fósiles cambiando la matriz energética, eliminar la minería a gran escala, realizar una reforma tributaria donde la carga impositiva tenga mayor peso sobre las 4.000 fortunas más grandes del país, sobre todo en los activos improductivos; y reducir la tasa de IVA al 16%.

Son importantes también las declaraciones que la candidatura ha hecho con respecto a la educación superior, donde ha propuesto la extensión en cobertura de la universidad pública con compra de privadas que no se puedan sostener y quieran vender, la inversión masiva en sedes universitarias, así como la condonación de los créditos del icetex.

Por otra parte, en lo social también ha prometido implementar un subsidio a madres cabeza de familia y adultos mayores sin pensión.

Como se puede ver, las propuestas de Petro frente a estos puntos, aunque son bastante moderadas y no comprometen los intereses del gran capital, son un gran paso frente a la grave situación de Colombia y no deja de ser una propuestas atractiva que acorta un poco la deuda social histórica, para un pueblo que ve en esta candidatura una salida a la larga crisis que se ha profundizado en los últimos años de la era Uribe

Por otra parte, quizá para el bloque de poder hegemónico, Petro significaría un cambio de estrategia y un reposicionamiento que les permita salir de la crisis interna con un rostro más amable y sin comprometer los grandes capitales.

Barajando posibles escenarios

Ahora bien, quisiéramos poder asegurar que este proceso electoral tendrá una alta participación, en un país donde el voto es opcional, los datos dicen que unos 20 millones de colombianos y colombianas ejercerán su derecho al voto este domingo 29 de mayo, sin embargo recordemos que la abstención más que mantenerse creció en las pasadas elecciones del 13 de marzo.

Por ello, los escenarios a pocos días de las elecciones todavía son inciertos, cabe la posibilidad de que Colombia nos sorprenda positivamente y Petro logré un 51% de los votos que le garanticen un triunfo en primera vuelta, este escenario, que se ha convertido en una consigna para la campaña, lo consideramos como poco probable dado los elementos que hemos esbozado anteriormente, entre otros que en las encuestas ningún candidato ha superado más del 40%.

El fraude electoral y el robo de las elecciones han marcado la historia política en Colombia y más que un escenario es una realidad con la que toca lidiar, ya el pasado 13 de marzo habían dejado de contar más de 1.5 millones de votos, las movidas del Estado en la registraduría, las contrataciones a dedo y el rol que cumplirá el FBI, parecen abonar el terreno para este escenario, donde el pueblo tendrá que defender su derecho acompañando el proceso hasta las últimas instancias ejerciendo la veeduría como testigos electorales, pero también con cualquier otra instancia de control y vigilancia popular.

Si bien, hace unos días los pronósticos apostaban a una segunda vuelta entre Federico Gutiérrez Y Petro, a pocos días de las elecciones otro escenario está ganando carrera y es que las apuestas del bloque hegemónico ya no estén por el candidato de la extrema derecha Federico Gutiérrez, y que los grupos de poder están cambiando su estrategia y redirigiendo su apoyo a Rodolfo Hernández.

Los últimos datos dan cuenta de que la distancia entre Gutiérrez y Hernández cada vez es más corta, esto le permitiría mayor maniobrar a Hernandez vendiéndose caro en una segunda vuelta, lo seguro es que los votos de Rodolfo Hernández irán contra Petro en la segunda vuelta, de no ser el mismo Hernández el que canalice los votos de la derecha en estos últimos días y pase a una segunda vuelta junto con Petro.

Un tercer escenario, quizá el más probable por ahora, es que la segunda vuelta este disputada por Petro y Gutiérrez, esto implica una segunda vuelta donde la derecha conservadora y mafiosa colombiana usará todas las herramienta de las que dispone para conservar el status quo y no dejar que Petro gane la presidencia, los temores y denuncias fundadas de un posible atentado a Gustavo Petro o Francia Marquez no se han hecho esperar.

En este orden de ideas, un magnicidio con el pueblo en resistencia en las calles es una salida radical de la extrema derecha, generaría un caos que le permitiría al gobierno de Duque decretar un estado de excepción que acabe con las pocas garantías constitucionales, en este posible escenario el rol de las Fuerzas Armadas es fundamental.

Las reciente profundización de los acuerdos donde Colombia fue oficializado como aliado Mayor Extra OTAN a pocos días de las elecciones, las reuniones del Ministerio de Defensa con los veteranos del ejército, las reuniones de generales y las movidas del actual jefe del ejército Colombiano General Enrique Zapateiro, representante claro del uribismo al interior de las Fuerzas Armadas, no descartan una salida militarista como la ejecución de un golpe de Estado ante la posible presidencia de Petro.

O en el menor de los casos poner a raya cualquier pretensión de reforma o cambio de doctrina en las fuerzas armadas que intente cambiar el orden contrainsurgente y el rol que le ha sido asignado militarmente a Colombia en la región

Lo cierto es que el posible triunfo de Petro antes de calmar las aguas profundizará la conflictividad sobre todo en los territorios rurales, pues la extrema derecha implementará su estrategia de ingobernabilidad, tanto en el congreso donde a pesar del avance significativo no supera los 40 senadores de 108 posibles, como en lo social donde la estrategia será la violencia contra el pueblo a través de las fuerzas de seguridad y el paramilitarismo.

Esto, a menos que los acuerdos con la derecha hagan lo suyo, lo que implicará como ya hemos dicho, fuertes concesiones programáticas y cargos de la estructura del Estado fundamentales para un verdadero cambio en la vida económica y social del país y donde el pueblo será perjudicado.

En el país de Mequíades3 El engaño, los artilugios y el horror han sido la constante, pero también el sueño y la magia son posibles, es Colombia la tierra de realismo mágico y de las posibilidades, el pueblo deberá estar preparado para cualquier escenario.

Bibliografía

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Márquez, G. G.

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1 Grupo que proviene de las Convivir de Urabá, del Bloque Elmer Cárdenas de las ACCU y su posterior conversión a las Autodefensas Unidas de Colombia AUC que fue la organización paramilitar con mayor expansión militar, vinculados a las elites colombianas, principalmente al sector terratenientes y las empresas de extracción minero-energética.

2 El término Pax Romana hace referencia a un periodo histórico de supuesta “estabilidad social y política” tanto interna como externa del Imperio Romano, este periodo de 206 años, entre el año 27 a. C. y el año 180 d. C, estuvo marcado por la pacificación a sangre y fuego, la herramienta fue el terror y el sometimiento de cientos de pueblos que se oponían a la expansión del imperio. Tuvo su final en el siglo III, cuando el imperio fue objeto de incursiones germanas por el norte y persas por el este.

3 Personaje que pone de manifiesto el esoterismo y la muerte en la obra de Gabriel García Marquez Cien Años de Soledad, se caracteriza por vender artilugios, llevar la Nueva Ciencia y conocer el otro lado de las cosas. José Arcadio, el patriarca de los Buendía, siempre se ve deslumbrado por los instrumentos novedosos que ofrece Melquiades, pero cada empeño de José Arcadio de llevar a Macondo a la modernidad termina en trágicas consecuencias para los Buendía y para Macondo.

Brasil: El gigante del sur de Nuestra América

Por: Enrique Acosta

Caracterización Territorial

Nuestra América  llena de diversidad, mixturas, es un todo que no se limita a las suma de sus partes, cada región desde el Cabo de Hornos hasta el norte del río Bravo son piezas que ensamblan este mapa común. Brasil, el gigante del Sur parecería de espaldas a esta unidad, la pieza que compone su parte tiene elementos que difieren en un mapa común.

Quizás porque su lengua es distinta, tal vez porque a diferencia de los otros países de la región este gigante no peleó su independencia, al menos no en el mismo sentido del resto de América, quizá porque todavía la historia de Don Pedro[1] ganándole al océano y construyendo la playa de Botafogo sigue siendo admirada y repetida por cada carioca en Brasil.

Brasil tiene 8.516 millones de km2 y 214 millones de habitantes, lo que hace del país el más grande de la región y el más poblado (Statista Research Department, 2021), está compuesto por 5 regiones, estas y otras características  lo  hacen un continente en sí mismo.

La región del Sur que se compone por Paraná, Río Grande del Sur y Santa Catarina se constituyó en el más grande referente de lucha independentista del Brasil en lo que se conoció como la Revolução dos Farrapos[2], gesta que tuvo como protagonistas a Anita Garibaldi, Giuseppe Garibaldi, Bento Gonçalves, David Canabarro y muchos más, la región hizo propia las ideas de Independencia de Artigas y de San Martín.

La región Nordeste compuesta por Alagoas, Ceará, Bahía, Maranhão, Piauí, Pernambuco, Paraíba, Rio Grande del Norte y Sergipe es ahora la región con mayores niveles de pobreza en el país, sin embargo, también es la región de la resistencia Quilombola, donde en el siglo XVI se formó el Quilombo dos Palmares[3].

Brasil: El gigante del sur de Nuestra América

Este territorio fue protagonista de revueltas y resistencia negra, tierra de Zumbi do Palmares que resistió el asedio de los ejércitos portugueses y holandeses, este territorio es hoy protagonista de una enorme migración interna, a pesar de ser la 2da región más grande en producción petrolera, además de chips, barcos, softwares, baterías y productos petroquímicos. 

La región Centro-Oeste compuesta por Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Goiás y Distrito Federal, donde además esta Brasilia, es la región menos poblada del país.se constituyó en la región de la explotación minera, los diamantes y el oro fueron sacados de las minas de este territorio durante toda la época colonial.  

Esta actividad fue sustituyéndose por la ganadería expansiva, sin embargo, no fue si no hasta mediados del siglo XX con el paso de la Capital a Brasilia en 1960 y la construcción de líneas férreas, que la región vivió una colonización sobre un territorio prácticamente virgen, donde la característica de las ciudades es la distancia física y social, una red de ciudades distantes entre ellas, asentadas sobre la producción agrícola globalizada[4].

La región Norte compuesta por Acre, Amapá, Amazonas, Pará, Rondônia, Roraima y Tocantins, esta región es en gran medida el gran pulmón del mundo, aquí fue donde se internaron los pueblos originarios a la llegada de españoles y portugueses, Francisco de Orellana organizó más de una expedición a esta zona, encontrándose con el río Amazonas.

En este territorio los portugueses construyeron grandes fuertes para protegerse de los pueblos originarios y organizaron expediciones con misioneros para esclavizar a quienes habitan esta selva, es la región de la explotación del caucho, es la región donde en el siglo XIX los japoneses sembraron pimienta y yute, es todavía una región que se conecta por sus ríos, su desarrollo urbano se dio en el siglo XX, este desarrollo es el inicio de la penetración de la globalización en la región.

Finalmente la quinta región del Brasil es la región Sudeste compuesta por São Paulo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Espírito Santo, esta es una región de tránsito entre el Sur y el Nordeste, constituye la región más rica del país, así como la más industrializada, ella produce el 60% del PIB nacional, también es la región donde primero se asentaron los portugueses, es la región a donde huyó la monarquía portuguesa asediada por Napoleón.

Esta es la región de la  gran producción cafetera, que comenzó con la mano de obra de negros esclavizados traídos de Africa y que luego con la abolición, usó a inmigrantes, sobre todo italianos y japonenses.

 En estos estados es donde nacen las grandes oligarquías, que adaptaron las ciudades de forma casi natural a la permanente expansión económica y a la clara división del trabajo, también es la región de las grandes favelas, donde los combates entre el BOPE[5] y el narco-poder se han convertido en el pan de cada día.   

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Este Brasil conformado por regiones diversas, es también un país con más de 100 millones de afrodescendientes, casi la mitad de su población, estas cifras  lo convierten en el segundo país, solo después de Nigeria, con mayor población afro en el mundo, en contradicción con esta conformación étnica, sigue siendo un país profundamente conservador y racista, los datos dan cuenta, de 50.000 muertes violentas en 2020, de estas el 76,2% eran personas afro (France 24, 2021).

Brasil es además un país con una oligarquía que  hace  parte del poder hegemónico    mundial y concentra al menos el 45% de la industria del continente (PERES Coordinador, 1998), como tal, forma parte de los centros de acumulación, que difunden como ideología dominante el modelo social, político y económico norteamericano, es así como las políticas educativas de salud y en general sociales son basados en los modelos de EE. UU.

Este gigante del sur, aunque es ya República, no ha dejado de tener pretensiones imperiales, sus oligarquías han llevado a que la economía sea la número 13 del mundo por el tamaño de su PIB, forma parte de los BRICS y  se mantiene en la carrera por disputar la hegemonía al bloque de los centros de acumulación tradicionales, e instaurar un eje de acumulación este-oeste.

En efecto, el tamaño de su economía lo ha llevado a entrar en contradicción con el modelo norte-sur, donde el Brasil todavía es periferia, esto sin dejar de tener al norte como horizonte y al modelo capitalista como único objetivo.

¿Cuáles son las implicaciones que tiene para el Brasil ser parte de los BRICS?

Por un lado, podemos observar en Brasil su consolidación como líder económico en América Latina y su articulación en el nuevo eje de acumulación con Rusia, China, India y Sudáfrica; y por el otro lado, el país toma un rol protagonista en el escenario de la geopolítica internacional, donde los BRICS son ya una manifiesta fuerza económica[6] que disputa el control de la hegemonía al bloque capitalista occidental. dominada por EE. UU, Europa y los países bajo el control del FMI y la OTAN, esto agudiza y devela las contradicciones de un sistema en crisis.

Brasil: El gigante del sur de Nuestra América
Representantes de los BRICS

Este nuevo orden del sistema mundial ha puesto en jaque al modelo occidental, los datos dan cuenta de que desde el 2014 China es la economía más grande, la India ocupa el puesto 3, Rusia es la 6 y  Brasil es la 7,en el ranking de las mayores economía del mundo por dólar ajustado a su poder de compra local (Hawksworth, Hannah , & Clarry, 2017).

Este es un punto de inflexión, pues desde la II Guerra Mundial, EE.UU. ha sido la economía más grande del mundo, ahora desplazada al segundo puesto por China, además de que 4 países de los BRICS están entre las 10 economías más grandes y en las proyecciones realizadas por la PwC al 2050, que cita la misma fuente, India tomará el puesto número 2 dejando relegado a EE.UU. al tercer puesto, 7 de las economías de países emergentes estarán dentro de las 10 economías más grandes, donde el Brasil ocupa el 6 puesto.

Sin embargo, el crecimiento de la China hace impensable la posibilidad de industrialización en otras zonas, la producción del país asiático al 2018 concentraba el 24.36% de las mercancías del mundo (IEDI, 2018), esto sumando a los avances tecnológicos donde el país es que el más recursos invierte.

Esto según los datos del Banco Mundial que reportaba ya en el 2013 que el sur-este asiático invertía el 36.8% en el sector respecto de la inversión mundial (Banco Mundial, 2020) y el impulso que se da a la nueva Ruta de la Seda, que integra las rutas marítimas del Asía y el África, dejan relegado el papel de Latinoamérica a meros exportadores de materia prima, lo que ha implicado una reprimarización de las economías incluida la del Brasil, que en la ola de gobiernos de derecha impulsó el modelo privatizador y desregulador.

Brasil: El gigante del sur de Nuestra América
(RodrigoCalvo, 2019)

La administración Bolsonaro

El triunfo de Bolsonaro en las elecciones del 2018 y su posesión el 1 de enero del 2019 implicaron para el país el retorno del modelo neoliberal, los datos indican que el desempleo subió al 11,2% en el trimestre (noviembre, diciembre y enero) de 2022, según el IBGE (2022), hay más de 12 millones de desocupados, aunque estos datos son aún más alarmantes, ya que el IBGE sólo considera a los desempleados que han buscado trabajo en los últimos 3 meses, es decir, que al menos el 6% de la población económicamente activa que sobrevive en la miseria.

En realidad, hay más de 22 millones de trabajadores y trabajadoras que no tienen trabajo, y la pandemia incrementó el proceso de acumulación y las tasas de lucro, ampliando mucho más la brecha respecto de los ingresos, de ahí que según los datos del Banco Mundial el coeficiente de Gini en el país es de 0.489 (Banco Mundial, 2020), lo que ha profundizado la lógica de la explotación del capital,

Como se puede ver  Brasil aunque en apariencia distante de Latinoamérica, en la mitad del siglo XX  el país formó parte de la ola de dictaduras militares impuestas por el Plan Condor y que pretendieron acabar con cualquier vestigio de insurgencia en el continente.

Brasil y la movilización social

Brasil fue también parte de la ola de gobiernos progresistas de la Región que buscaron impulsar al menos una negociación en bloque respecto al cambio en el orden mundial, estuvo además en el tren de cambio de este ciclo que puso a gobiernos de derecha nuevamente en las presidencias latinoamericanas, que han profundizado las brechas de desigualdad y la capacidad de negociación como bloque, y lejos de perderse el nuevo recambio, el país está en la carrera electoral por la presidencia donde el expresidente Lula Da Silva encabeza las encuestas.

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Pero, quizás donde más encuentros y cosas comunes hay entre el gigante y el resto de la región, es en la gente, en las expresiones de resistencia que nos siguen inspirando un nuevo mundo posible, así el  2020 para el carnaval de Río no hubo pandemia, el aislamiento no pudo contener la protesta social, una de las grandes favelas cariocas relataba con una samba esta realidad brasileña, que es la misma realidad Latinoamérica, y como la realidad quiere ser ocultada, la samba trajo consigo una gran revuelo que implicó que grandes grupos conservadores de Brasil se opusieran a que fuera cantada.

La censura quiso evitar que se viera un Jesucristo con “rostro de indio, sangre de negro y cuerpo de mujer”, un Jesucristo que prevenía de los “mesías con armas en la mano”, refiriéndose al nombre de Jair Messias Bolsonaro.

Yo soy de la Primera Estación de Nazaré,

Rostro negro, sangre india, cuerpo de mujer,

niño astuto en el agujero caliente

mi nombre es Jesús de la gente.

Nací con el pecho abierto, con puño cerrado,

mi padre carpintero, desempleado,

mi madre es María de los Dolores Brasil. (Da Cuíca & Máximo, 2020)

Brasil: El gigante del sur de Nuestra América
Protesta estudiantil en Brasilia

La letra de esta samba recoge la fragilidad de las favelas, de aquellos barrios marginados de NuestrAmérica, la puesta en escena del baile que tuvo más de 4.000 habitantes de la favela mostró a un Jesucristo que era mujer y negra, representado a todo lo que quiere ser ocultado en esta américa mestiza.   

Este Brasil diverso, es una pieza fundamental del rompecabezas del mapa de NuestrAmérica, aunque en apariencias de espalda, en el fondo cada una de sus regiones, de su resistencia, de su historia devela los encuentros comunes con cualquier otra latitud del continente, este Brasil de Aimberê, de Anita Prestes, de Carlos Lamarca, de Carlos Prestes, de los Quilombos, de los Farrapos, de las sambas, de las favelas y de todas las expresiones de resistencia son parte integral de NuestrAmérica.

Esta diversidad del gigante del sur también se expresa en lo variopinto de sus movimientos sociales, al interior del movimiento se tejen un conjunto de actores, estrategias y tendencias políticas distintas, que han conseguido una dinámica de acción colectiva frente al régimen que ha pauperizado las condiciones de vida de los sectores históricamente excluidos, principalmente en las grandes favelas.

En los gobiernos de Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff hubo un proceso de democratización, el Estado reivindicó las exigencias sociales de la población y recuperó la confianza en la acción estatal como catalizadora de las exigencias sociales.     

Sin embargo, se visualizó con claridad la contradicción entre el carácter insurgente del movimiento social y la institucionalidad, en esta etapa hubo una progresiva captación del movimiento social a las dinámicas y lógicas estatales, típico de países donde los sectores progresistas han logrado llegar al poder político, cuadros y movimiento enteros subsumidos a los intereses y lógicas estatales que le quitan la autonomía de los movimientos sociales y partidos políticos frente al Estado.

El Estado, independientemente de quien detente la presidencia no responde a las expectativas en el aspecto de las reivindicaciones, y en la inclusión y participación popular como aspecto fundamental de las consignas de los movimientos sociales (Jacobi, 1991).

Al igual que en gran parte de América Latina, persiste en Brasil una gran brecha social que ha profundizado la distancia entre el centro y la periferia, en las zonas metropolitanas, donde esta brecha se manifiesta en una profunda carencia de los servicios básicos, fundamentalmente la salud, rostro que golpeo de la forma más cruel al Brasil con la pandemia que dejó a su paso 665.150 muertes por COVID-19.

La nueva entrada de Lula Da Silva a la disputa por la presidencia

El pasado 7 de mayo el expresidente Lula Da Silva pronunció un discurso en el que confirmó al pueblo Brasilero su voluntad, que expresa también la de diversos sectores del movimiento social, de aspirar a la presidencia en las próximas elecciones presidenciales a realizarse el 2 de octubre de este mismo año.

No cabe duda que el triunfo de esta candidatura le pondría un muro de contención, al menos momentáneo, a Jair Bolsonaro que representa a los sectores más ultraderechistas, conservadores y fascista.

El gobierno de Bolsonaro ha sido uno de los peores periodos para el pueblo brasilero, resulta significativo que la fórmula presidencial de Lula sea el  ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin (de 69 años) de gran cercanía a los sectores empresariales.

«Queremos volver para que nadie nunca más ose desafiar nuestra democracia y para que el fascismo vuelva al basurero de la historia del que nunca debería haber salido» Expresó Lula durante su discurso.

Brasil: El gigante del sur de Nuestra América
Una manifestante participa en una protesta en contra del gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en Brasilia, Brasil, el 29 de mayo de 2021

El pueblo brasileño no tiene una gran encrucijada, pues si bien la opción que se presenta es con un Lula mucho más moderado y Gerardo Alkmin amigo de la clase empresarial, la otra opción es la de un periodo más de Jhair Bolsonaro que profundizó la brecha social e instauró un gobierno neofacista.

El reto del pueblo brasileño, de sus movimientos, de sus partidos, es mantener la vocación de lucha por encima de la discontinuidad que puedan tener la conquista del poder político, por parte de los progresismos que sean representados en el liderazgo  de Lula o cualquier otro.

La  conquista de un mundo pluripolar solo la construirá la unidad y el empoderamiento de los pueblos del mundo, no la emergencia de los BRICS, la tensión que en el eje norte-sur ha generado el posicionamiento de Rusia, China, Pakistán, la India y Brasil, si bien es un avance de carácter estratégico frente al dominio de EEUU., no deja de inscribirse dentro de la carrera de capitalismo global.

¡Solo el pueblo salva al pueblo!

Bibliografía

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Da Cuíca, M., & Máximo, L. (2020). Estação Primeira de Mangueira [Grabado por Escuela de Samba Mangueira]. Rio de Janeiro, Brasil.

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María Laura Silveira. (18 de diciembre de 2007). DIFERENCIAS REGIONALES EN EL TERRITORIO BRASILEÑO: PERSPECTIVA DIACRÓNICA Y SINCRÓNICA. Recuperado el 15 de mayo de 2022, de http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-244.htm

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[1] Pedro I de Brasil y IV de Portugal fue un monarca portugués que proclamó la independencia de Brasil y se convirtió en el primer emperador de Brasil y en el primer jefe de Estado de ese país.

[2] Revolución de los Harapos ocurrida entre 1835 y 1845, el término «harapos» se refería a la ropa harapienta que vestía el ejército rebelde. El movimiento busca la independencia y la formación de la República, en sus filas hubo muchos esclavos que participaron con la promesa de la abolición de la esclavitud si se ganaba la guerra, las ideas republicanas y federativas encontraron receptividad entre los habitantes de Rio Grande do Sul alentadas por las repúblicas vecinas, Paraguay 1811, Argentina 1826 y Uruguay 1825

[3] Quilombo es una palabra de origen bantú (lengua originaria de Angola) quiere significa “casa en los bosques”  (Fernández, 1999). El Quilombo dos Palmares es territorio libre de esclavitud, acogió cerca de 20.000 personas entre 1580 y 1710 y constituyó un relato de insurgencia y resistencia sostenida en el tiempo que debilito esta deformación social, es decir el modo de producción mismo basado en la esclavitud. Este territorio protagonizó la revuelta más larga de la historia convirtiéndose en el germen de una verdadera República negra en el corazón del dominio colonial portugués, es importante destacar que la resistencia quilombera no solo fue el territorio, fueron las tácticas de rebelión que implicaron revueltas, huidas en masa o individuales, suicidios, sabotajes al amo, negociaciones, etc.

[4] Cultivos extensivos de soja, maíz, algodón y arroz donde la mecanización es una de la que tiene mayor densidad, “un tractor para cada 8,8 habitantes agrícolas, una máquina para cosecha cada 54,7 habitantes agrícola” (María Laura Silveira, 2007)

[5] Batalhão de Operações Policiais Especiais  es la tropa de élite de la policía militar de Río de Janeiro, su entrenamiento es similar al de los Rangers, los GOPES o el SWAT norteamericano, realiza incursiones en las favelas.

[6] El lunes 28 de marzo del 2002 China decreta el cierre de Shanghái debido a los rebrotes de COVID-19 lo que se tradujo en una contracción del precio del petróleo en más del 6%, hecho que no había ocurrido desde que empezó la guerra entre Rusia y Ucrania, es importante mencionar que la demanda de petróleo del China es de 15 millones de barrilles día, y sus principales proveedores son Rusia y Arabia Saudita

Perú: aparente desarrollo económico frente a la profunda crisis social y política

“Hay algo que explicar antes de embutir la vida de la gente en un cuadro estadístico

Alfredo Molano Bravo

Por: Enrique Acosta

Perú es un país que está catalogado como la economía N°51 de las 195 economías principales en el mundo por el volumen de su PIB que ascendió a €189.977 millones en el 2021 (según Datosmacro.com, 2021) y ha tenido un crecimiento de su PIB de 13,3% respecto al 2020 según la misma fuente sin embargo vive una profunda crisis social y política.

Estos indicadores, que muestran un significativo desarrollo en términos macroeconómicos en el país, parecen no corresponderse con la profunda crisis social y política que ha redundado en protestas que se incrementaron entre marzo y abril de este año.  

Cuál es la real situación social y política del país

El Perú hoy día parece no haber superado completamente el periodo postfujimorista[1] marcado por la persistencia de una política económica neoliberal reprimarizada que ha sobrevivido al dictador y que ha entregado los recursos de la nación al capital transnacional.

Esto se ha sostenido sobre unas instituciones creadas en el marco de la constitución fujimorista de 1993 que convocó el mismo dictador tras la disolución del congreso, luego del autogolpe de estado de 1992, estas instituciones, que se caracterizan entre otras cosas por la concentración del poder, le han dado estabilidad al modelo neoliberal a pesar de la crìsis.

Protestas contra el modelo en Perú en los últimos 5 años
Protestas contra el modelo en Perú en los últimos 5 años

Esto se profundiza con el mantenimiento de una élite reaccionaria y ultraconservadora que ha detenido a sangre y fuego las dinámicas sociales y cualquier intento de reforma o progresismo. Prueba de ello es la forma en que el poder ha encarado la movilización social.

El pensador José Carlos Mariátegui planteaba desde 1928, que la sociedad peruana tiene raíces socio culturales que la hacen sumamente compleja de entender pues en su estructura de formación social hay rasgos que persisten del régimen esclavista: “El coloniaje, impotente para organizar en el Perú al menos una economía feudal, injertó en ésta elementos de economía esclavista” (2007).

Es bastante significativo que sean Perú y Colombia las excepciones respecto de los otros países de América del Sur, que en la primera década del siglo XXI tuvieron gobiernos progresistas cada uno con sus propias particularidades.

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Otro elemento a considerar y que nos permite una caracterización del país es que el Perú fue uno de los pocos países que estuvo ausente en el ciclo de protestas sociales que llenaron las calles y plazas de Latinoamérica en el 2019,  lo que no significa que la movilización social y política no haya tenido sus formas particulares de expresión en Perú, o que no haya explotado la rebeldía social en el país andino como veremos más adelante.

Actualmente, como en el resto de la región, esta crisis ha sido profundizada por la pandemia que cayó como anillo al dedo para justificar la crisis general del capitalismo a nivel mundial que ha golpeado con más fuerza a los países del sur global como Perú.

Cuál ha sido el rol de Pedro Castillo

En efecto, el pueblo peruano expresó la necesidad del cambio de modelo económico y político a través del apoyo a Pedro Castillo en el 2021, un candidato del cual no se puede negar su profundo carácter popular y la fisura que representó como oposición al modelo neoliberal, desregulador y privatizador que tradicionalmente ofrecieron como opción los otros candidatos, fichas del bloque de poder dominante en Perú.

Llama la atención de Pedro Castillo, actual presidente de la República, el hecho de que es un maestro de escuela, de origen humilde y cercano a grupos evangélicos, su extracción socioeconómica  rompe con la estructura tradicional que ha puesto durante muchos años en la silla presidencial a políticos que responden al poder hegemónico limeño, una élite ultraconservadora, centralista y racista (Rosas, 2021) .

Por su parte, Keiko Fujimori, la candidata que se le enfrentó en  las elecciones del 2021, era la representante del bloque de poder dominante, defensora del modelo neoliberal, hija y heredera del legado político del exdictador Alberto Fujimori que ha sido candidata en 3 ocasiones y que a su vez ha promovido dos intentos de vacancia presidencial después de perder las elecciones.

Los porcentajes que ambos candidatos obtuvieron en la primera vuelta fueron inferiores al 20%, Castillo finalmente gana la  presidencia en la segunda vuelta proponiendo un cambio constitucional y la mejora en el acceso de la salud, la educación y la seguridad social, pero sin respaldo político y con una muy débil organización partidaria.

Perú:  aparente desarrollo económico frente a la profunda crisis social y política
Cuál ha sido el rol de Pedro Castillo en Perú

«Este Gobierno ha llegado para gobernar con el pueblo y para construir desde abajo. Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino. (…) Yo también soy hijo de este país fundado sobre el sudor de mis antepasados»[2], afirmaba el electo presidente cuando recién asumía sus responsabilidades.

El  triunfo de Castillo es la manifestación de un pueblo que dijo ¡NO! al modelo privatizador y desregulador implementado desde 1990, es decir, es un voto de protesta que expresa el rechazo al modelo socioeconómico, que durante la pandemia reveló su rostro más cruel.

Por otra parte, el triunfo de Castillo puso de manifiesto el miedo de los grupos económicos tradicionales que usaron todas las armas disponibles a su alcance para evitar su triunfo.

Desde el centro hacia la derecha se gestó una alianza entre los líderes de todos los partidos, que no escatimaron recursos económicos para la campaña electoral, que incluyó una matriz mediática que vinculaba a Castillo con los proyectos más radicales de la izquierda en la región, a saber, el cacareado discurso del “régimen castro-chavista” tomando a toda América Latina.

Crecimiento económico frente a la crisis social y política

Pero la realidad es más compleja aún, Perú es el país de la región que ha tenido el crecimiento económico más sostenido según los datos del Banco Mundial, al igual que una disminución de la pobreza según la misma fuente (ver gráfico).

Sin embargo, estos datos macroeconómicos son solo una cara de la moneda, la otra cara nos muestra que la brecha de desigualdad es enorme, el índice de Gini del 2021 fue de 0.438, es decir que el país tiene una economía altamente concentrada.

El índice de gini nos indica cuán desigual es una economía, un número cercano a cero da cuenta de que la economía tiende ser igual, es decir que los ingresos entre los que más tienen son similares a los que menos tienen, en el caso del Perú, como podemos observar, el indicador está muy alejado de esa realidad.

Perú está en el puesto 119 de 159 que reportan este índice, el país más desigual en esta lista es Sudáfrica con 0.630, y el de mayor igualdad entre sus miembros es Islandia que tiene 0.246. Banco Mundial. (2020)

Perú:  aparente desarrollo económico frente a la profunda crisis social y política.
Fuente y elaboración: (Banco Mundial, 2020)
Perú:  aparente desarrollo económico frente a la profunda crisis social y política.
Fuente y elaboración: (Banco Mundial, 2020)

Además, en el 2020 año de la pandemia, debido al miedo de contagiarse y la falta de empleo, miles de personas regresaron al campo, cambiando la estructura demográfica del país, de ahí que el empleo juvenil rural aumentó en 18% entre el 2019 y el 2020, en tanto el empleo en la Lima Metropolitana cayó un 57% en el mismo período según los datos INEI (2022), y de la PEA[3] la mayor parte de los trabajadores tanto en el sector formal como en el informal no tiene derechos laborales.

Esto quiere decir, que aunque los datos macroeconómicos dan cuenta de un país en crecimiento, los datos de desigualdad muestran que el país tiene grandes grupos económicos con una gran concentración de riquezas que profundiza la brecha de desigualdad, haciendo a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.

Esta situación la profundiza una gran división territorial donde la Amazonía y la región Andina terminan siendo zonas con mayor pobreza y menos acceso a los servicios básicos.

Protestas y movilizaciones: Implicaciones  de la guerra entre Rusia y Ucrania

Las protestas contra el modelo se han hecho más visibles en los últimos 5 años, el país ha tenido en este período 4 presidente y 2 congresos, la consigna que más se ha escuchado en las protestas de 2020 después de la salida de Martín Vizcarra es “que se vayan todos” (Mendoza, 2021).

Es decir, los y las peruanas están exigiendo cambios estructurales más allá de un cambio de gobierno, pues las reformas y los cambios han sido solamente accesorios, no hay diferencia entre las corporaciones partidarias, éstas se unen en acuerdos tácitos que los protegen y rotan el poder prostituyendo el ejercicio de la función pública.

Ante esta situación diversos sectores del movimiento social y político, fundamentalmente los jóvenes peruanos, han protagonizado grandes movilizaciones a partir del 2020.

De esta forma se han organizado procesos de revocatorio de autoridades locales, en ellos la protesta social y la acción colectiva han surtido efecto y se han convertido en el mecanismo tanto para visibilizar el descontento con el modelo capitalista neoliberal, como para la transformación de las condiciones desde lo local hacia lo nacional.

En medio de todo este contexto social, económico y político que apenas esbozamos a grosso modo, explotan nuevas movilizaciones en el presente año, estas  movilizaciones comenzaron el 29 de marzo y duraron alrededor de tres semanas.

El detonante de las movilizaciones fue la decisión de Castillo de incrementar el precio de la gasolina y los fertilizantes, el mandatario explicó que la medida se tomó por la guerra entre Rusia y Ucrania, las jornadas empezaron con un paro de transportistas a los que se juntaron campesinos, agricultores y maestros.

La medida decretada de toque de queda el 5 de abril aumentó en la intensidad de las protestas, las jornadas terminaron con 6 personas muertas y un débil acuerdo entre los transportistas y el gobierno, exonerando del Impuesto Selectivo al Consumo a la gasolina y frenando la subida del precio del combustible y de los alimentos (Redacción Gestión, 2022).

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La jornada de protestas concluyó sin cambios significativos por parte de un gobierno que ha estado marcado por la inestabilidad generada principalmente desde los partidos de derecha, por ahora el presidente ha tenido que soportar dos intentos de moción de vacancia pero lo que resulta más grave es la pérdida del apoyo de los sectores sociales y políticos que en principio  sostuvieron su candidatura confiados en un programa por lo menos reivindicativo.

Este reflujo no le resta valor a la profunda significación que tuvo la irrupción de Castillo en la política peruana, que además de representar los anhelos de cambio del pueblo,  rompió el status quo de la derecha hegemónica y obligó a los políticos a discutir sobre política, a debatir sobre el rol y el carácter del Estado y sobre el modelo y la política económica.

Pedro Castillo frente al pueblo peruano
Pedro Castillo frente al pueblo peruano

Ahora bien, Castillo se encuentra cercado, por un lado tiene a los sectores de extrema derecha que siempre se le opusieron, por el otro a los movimientos sociales que al principio lo apoyaron y ahora se han distanciado y lo enfrentan conminándolo a implementar las reformas prometidas por las que llegó a la presidencia.

La salida popular de Castillo a esta crisis de ingobernabilidad sería la de radicalizar su política tomando como herramienta la propuesta de la nueva constitución que supere el modelo impuesto por Fujimori en la constitución de 1993.

Esto tendrá que hacerlo de la mano de las grandes mayorías que lo apoyaron y se pelearon con él la silla presidencial, a saber: profesores, campesinos, mujeres, jóvenes, estudiantes y demás sectores sociales y políticos que exigen a gritos cambios estructurales para un nuevo Perú.

El pasado 1ro de mayo Castillo afirmó que “el pueblo peruano viene exigiendo desde hace mucho tiempo cambios sustantivos que abran una nueva etapa de progreso y esperanza para nuestra patria, la conformación de una Asamblea Constituyente que se encargue de redactar una nueva Constitución Política¨[4]

Fuente: https://rebelion.org/la-nueva-constitucion-peruana-un-camino-culebrero/

Sin embargo, más allá de la retórica oficial, en el horizonte lo que parece venir es un viraje hacia la derecha, lo que implica  un alineamiento con el consenso de las políticas neoliberales globales en detrimento de los intereses del pueblo y las promesas de campaña que le consiguieron el apoyo de las mayorías.

Mientras tanto el pueblo peruano de a pie continúa su imparable y ancestral lucha de la mano de Tupak Yupanki, Rosa Campusano y Mariátegui, por la transformación del actual orden social desigual e injusto que aún persiste.

Bibliografía

Banco Mundial. (2020). Data Bank. Recuperado el 9 de mayo de 2022, de https://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.PCAP.CD?end=2020&locations=PE&start=2000&view=chart

Datosmacro.com. (9 de mayo de 2021). Datosmacro.com. Recuperado el 2022, de https://datosmacro.expansion.com/pib/peru#:~:text=El%20producto%20interior%20bruto%20de,los%20que%20publicamos%20el%20PIB.

INEI. (2022). Encuesta Nacional de Hogares – ENAHO. Recuperado el 9 de mayo de 2022, de https://www.inei.gob.pe/estadisticas/encuestas/

Mariátegui, J. C. (2007). 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana. Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho.

Mendoza, M. S. (abril de 2021). Castillo vs. Fujimori: una «extraña» izquierda contra la vieja derecha. Recuperado el 9 de mayo de 2022, de https://nuso.org/articulo/castillo-fujimori-peru-izquierda-derecha-elecciones/

Redacción Gestión. (5 de abril de 2022). Paro de transportistas: ¿Por qué se da y cuánto durará en todo el país? Recuperado el 9 de mayo de 2022, de https://gestion.pe/peru/noticias-paro-de-transportes-en-vivo-4-y-5-de-abril-por-que-se-da-el-paro-y-cuanto-durara-en-todo-el-pais-cuando-es-el-paro-rmmn-emmc-noticia/

Rosas, Y. (27 de julio de 2021). Iglesia del Nazareno: ¿cuáles son las creencias religiosas de la familia de Pedro Castillo Terrones? Recuperado el 9 de mayo de 2022, de https://elcomercio.pe/lima/sucesos/iglesia-del-nazareno-cuales-son-las-creencias-religiosas-de-la-familia-de-pedro-castillo-terrones-lilia-paredes-navarro-evangelicos-cristianos-noticia/


[1]Alberto Fujimori fue el presidente de Perù desde el 28 de julio de 1990 hasta el 21 de noviembre de 2000, su gobierno, que ha sido calificado como una dictadura, fue marcado por el autoritarismo y la implantaciòn de un régimen de terror con constantes violaciones de de los derechos Humanos y terrorismo de Estado que le sirvió para profundizar el modelo neoliberal.

[2]https://www.larepublica.co/opinion/editorial/tras-las-lineas-del-discurso-de-pedro-castillo-3208923

[3] Población económicamente Activa, personas que se encuentran en edad de trabajar en Perú a partir de los 14 años.

[4]https://rebelion.org/la-nueva-constitucion-peruana-un-camino-culebrero/

Gabriel Boric: Las dos caras de La Moneda

Por: Enrique Acosta

El pasado 11 de marzo gran parte del pueblo Chileno celebró la toma de posesión de Gabriel Boric como presidente, quien representó a la coalición de izquierda Apruebo Dignidad,  la cual está conformada por toldas políticas como el Partido Comunista de Chile, Revolución Democrática, Convergencia Social, Comunes y Federación Regionalista Verde Social. ¿Cuáles serán las dos caras de La Moneda?

Para muchos chilenos y chilenas la llegada de Boric a La Moneda representa un nuevo ciclo de cambios políticos y sociales.

Es significativo que  los partidos de la coalición son instancias creadas recientemente, a excepción del Partido Comunista de Chile fundado en 1922, los demás tienen su génesis después del 2016

Boric triunfó con un amplio margen de 55,87% de los votos, cifra que lo convierte en el presidente más votado en la historia de Chile.

Este triunfo se dio tras una primera vuelta en que la coalición de la Derecha Radical representada por Antonio Kast obtuvo el 27,91% de los votos y Boric el 25.82[1].

Antecedentes del triunfo de la coalición Apruebo Dignidad

Ahora bien, el triunfo de Boric debe ser leído a la luz del ascenso de otras candidaturas y coaliciones progresistas y de izquierda en la región, y si bien cada caso tiene sus propias particularidades, no podemos negar que tanto el triunfo de Castillo en Perú, como el del Pacto Histórico en Colombia, responden en gran parte a los anhelos populares de cambios profundos.

Sus victorias son expresión de una ruptura con la institucionalidad en un momento de gran inconformidad social, profundizado por las crisis económicas y la pandemia.

Frente a este escenario, las organizaciones de base principalmente en Chile y Colombia, profundizaron la movilización social y la lucha en las calles, bajo una lógica de acción colectiva con poca influencia de los partidos y los movimientos políticos tradicionales.

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En este orden de ideas, independientemente del rol que Gabriel Boric pueda cumplir en un viraje de Chile hacia la izquierda y una Nueva ola progresista en el continente, no podemos negar que su triunfo tiene como antecedente, lo que ya hemos dicho, el clamor de las mayorías del pueblo chileno, un país absolutamente neoliberalizado, donde persiste una gran desigualdad social y sobre todo unas profundas jerarquías y discriminaciones étnicas y de clase heredadas del pinochetismo. Prueba de ello es el racismo y la persecución contra el pueblo mapuche que a pesar de todo resiste y defiende sus tradiciones, sus territorios y sus vidas.

Gabriel Boric: Las dos caras de La Moneda
Protestas estudiantiles en Santiago de Chile 2017

En el caso de Chile, antecede una larga tradición de lucha, un país con una gran cultura política y en las últimas décadas, movilizaciones y luchas callejeras desde la diversidad de movimientos y etnias como los mapuches, los estudiantes de secundaria, universitario, LGTBI, feministas, entre otros.

El sector estudiantil ha sido quizá el más dinámico con fuertes movilizaciones en el 2006 (la llamada revolución de los pingüinos) desarrollada por los estudiantes de secundaria, en estas jornadas de protesta emerge Camila Vallejo como lideresa estudiantil, luego en el 2011 las movilizaciones lideradas por universitarios, en el 2018 las mujeres se tomaron  las calles en la “revolución feminista” y en el 2019 en el llamado Reventón Social, la movilización llegó a su clímax.

Es importante resaltar que gran parte del protagonismo político de Boric, así como el de Camila Vallejo y otros integrantes de su gabinete  ministerial, fueron ganados durante estas movilizaciones, fundamentalmente las del 2011, por ello resultan controvertidas, por decir lo menos, las recientes declaraciones de Boric a propósito de que los  Estudiantes protestan en las afueras del Instituto Nacional y en el Liceo Tajamar de Providencia: “en este gobierno, los estudiantes que quieran dialogar van a tener las puertas abiertas, los que quieran quemar buses o utilizar medios violentos para defender sus reivindicaciones tendrán que responder ante la ley como corresponde” [2]

La otra cara de La Moneda

Más allá de las opiniones mediáticas que atizan el debate sobre las afinidades ideológicas de Boric, como los rechazos expresados a los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, el carácter progresista y/o revolucionario de Boric debe examinarse desde la propuesta de una agenda para el país que apunte a cambios estructurales, o a la orientación que se le pueda dar al proceso constituyente emanado de las mayorías chilenas.

Gabriel Boric: Las dos caras de La Moneda
Manifestación del sector feminista

Es innegable el carácter de un discurso de avanzada en Boric, así como una estética y una ética relacionada con la reivindicación de los sectores que apoyaron su ascenso como el reconocimiento a las minorías indígenas, a los sectores LGTBI o las reivindicaciones de género.

Es bastante significativo además que en su gabinete ministerial estén presentes las minorías sexuales con dos representantes de la comunidad LGTBI, resulta inédito también en el contexto latinoamericano que de 24 ministerios en 14 hayan sido nombradas mujeres para ocupar los cargos, reconociendo así el  gran liderazgo femenino y su papel en las movilizaciones del 2018[3].

Sin embargo, más allá de la inclusión de estos sectores históricamente marginados, Boric tendrá que enfrentarse a otros retos que siguen latiendo en el corazón de los chilenos y que hacen parte de sus reclamos ancestrales más profundos, como el acceso de todo el pueblo chileno a servicios públicos y básicos como la salud, educación o vivienda, el sistema de pensiones y la  movilidad y el conflicto social y armado de la Araucanía.

Todas estas necesidades de reformas y solución de conflictos latente, más que ser soluciones revolucionarias, permitirían aliviar la carga de los sectores medios y bajos y de la deuda con las etnias, pasando de un modelo profundamente neoliberal a uno socialdemócrata, el mismo Boric no tiene reparos en ubicarse como tal[4].

Es importante recordar que Chile fue el país latinoamericano que más precozmente entró a la economía neoliberal, como producto de los cambios que de la mano de Estados Unidos implantó a sangre y fuego la dictadura de Augusto Pinochet, inspirados en las tesis de modelo de Milton Friedman y los Chicago Boys[5]

Frente a aspectos fundamentales de la economía del país, Boric empieza a mostrarse extremadamente moderado, por no decir que a la derecha. El actual presidente de Chile ha expresado sus reservas frente a la nacionalización de sectores estratégicos de la economía, así como la idea de mantener la independencia del Banco Central.

En el tema referido a las fuerzas armadas, sí bien el presidente propone reducir el gasto militar y descoorporativizar el ejército, no propone una reestructuración que apunte al cambio de la doctrina militar, en unas fuerzas armadas de carácter contrainsurgente y antipopular, como son la Fuerzas Armadas de Chile. Desde el pueblo se exige una reforma al ejército y a la policía por su carácter represivo y el rol que tuvieron en las movilizaciones[6].

En efecto, temas como el de la economía y la doctrina militar son considerados como los inamovibles del capitalismo, es por ello que Boric desplaza la responsabilidad de temas tan delicados al proceso constituyente en ciernes.

El proceso constituyente, la cereza del pastel

Será precisamente el proceso constitucional el que pondrá a prueba el compromiso de Boric con las grandes mayorías que apoyaron su candidatura, en este sentido su gobierno está atado a la constituyente. Ésta representaría el gran pago de una deuda social y la gran herramienta del gobierno de Boric para realizar los cambios sustantivos desde la constitución pinochetista.

Fue fundamentalmente el estallido social del 2019 el que maduró y abrió las puertas para que el 25 de octubre del 2020 el pueblo chileno determinará comenzar el proceso constituyente que acabaría con la redacción de una nueva Carta Magna, la opción APRUEBO, tuvo durante este plebiscito más de un 80% de aprobación[7].

Es importante recordar que fue también  un  plebiscito el que logró la salida del dictador genocida Augusto Pinochet en 1988, quien había ejecutado un golpe de estado y tomado el poder por las armas en septiembre de 1973.

Ahora bien, realizar los cambios profundos en la nueva constitución que tiene por objetivo sentar las bases de un  nuevo Estado Social de Derecho, pasa por grandes dificultades.

El primer gran reto es cumplir los plazos para la redacción de la nueva constitución, la Constituyente debía presentar un texto en mayo del 2022, que sólo puede tener una prórroga hasta agosto de este año, hasta el momento no se ha entregado el borrador del texto constitucional que será debatido y aprobado en asamblea constituyente[8].
El segundo gran reto es poder obtener la mayoría en la asamblea sin perder la esencia del texto, y esto ha implicado un peligroso juego de ajedrez que pone en muchas ocasiones en jaque el cambio estructural.

Gabriel Boric: Las dos caras de La Moneda
Diversos sectores de la sociedad en Protestas de calle

Las viejas estructuras de poder económico tienen un ancla profunda que dejaron sentada en la actual Constitución de la dictadura y que hasta el momento parece solo noquear el carácter del Estado como mero subsidiario, proveedor de servicios y garantista de los derechos fundamentales de los sectores privados. Además, dejaron con candado cualquier intento transformador, uno de los reveses en este sentido tuvo lugar el jueves 17 de marzo, cuando el pleno de la Asamblea rechazó el texto donde se cambia este carácter por «un Estado social y democrático de derecho».

 
El tercer gran reto es obtener no solo la mayoría sino el quórum necesario, pues en el país del sur algunas leyes necesitan un respaldo superior a la mayoría simple para ser aprobadas, lo que implica una arquitectura de poder muy difícil de franquear.


Los retos que enfrenta el Gobierno de Boric no se reducen al problema de su reelección en la redacción del nuevo texto constitucional, aspecto en el que han machacado los medios chilenos. Como se puede ver, los obstáculos son estructurales y difíciles de resolver en un país donde gobernó la dictadura junto a las grandes élites económicas por más de 40 años, pero donde también hay un pueblo que exige cambios profundos y no permitirá titubeo alguno.

En los sectores más radicales de Chile existe el temor de que el gobierno de Boric con sus sus reformas y el proceso constituyente no representen más que el reacomodo del bloque de poder dominante que busca sobrevivir, dándole un aire a su política más allá del viejo modelo pinochetista.

Estos vientos de cambio tanto en Chile como en Colombia convocan a la reflexión y ponen de manifiesto la vieja frase de Antonio Gramsci  «El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos».


[1]  https://www.servelelecciones.cl/

[2] https://www.latercera.com/politica/noticia/presidente-boric-por-protestas-estudiantiles-los-que-quieran-quemar-buses-tendran-que-responder-ante-la-ley/WSUD2I6GIZEXDND4HERSNEGYA4/

[3] https://www.nuso.org/articulo/Chile-Borich-gabinete/

[4] https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/radical-las-contradicciones-de-la-nueva-izquierda-de-chile-que-representa-gabriel-boric-nid20122021/

[5]      Con este nombre se denominó al grupo de economistas chilenos que en los años 70  y bajo el abrigo doctrinario del economista Milton Friedman (Nobel de economía) hicieron de Chile el bastión del neoliberalismo latinoamericano. Los Chicago Boys ocuparon altos cargos durante la dictadura de Pinochet desde donde implementaron todas las reformas que profundizaron la pobreza y la desigualdad.

[6]https://www.uchile.cl/noticias/181124/las-propuestas-presidenciales-para-defensa-y-fuerzas-armadas–

[7]https://elsiglo.cl/2022/04/27/documentos-ex-concertacionistas-y-respaldo-a-la-cc-y-nueva-constitucion/

[8]      https://www.uahurtado.cl/plazos-para-escribir-una-nueva-constitucion/

Guerra en Ucrania: Crisis alimentaria y energética

Por: Enrique Acosta

Países del norte global como EEUU, Francia, Inglaterra o Alemania, han estado alentando la guerra entre Ucrania y Rusia por más de 8 años, pero quizás no alcanzaron a medir las consecuencias que tendría para el mundo en materia energética y alimentaria las sanciones impuestas a la  Federación Rusa, toda vez que el país no es solo potencia en esta materia, sino también es un coloso en la producción de una gran cantidad de materias primas que garantizan el confort y los altos niveles de vida en Europa principalmente.

Estas sanciones y bloqueos vienen siendo aplicados en una nueva etapa de este conflicto que empezó el 24 de Febrero del 2022, pero que tiene un contexto geopolítico de muchos años, relacionado con el proyecto de expansión de las fronteras de la OTAN y el rol que le han venido asignando a Ucrania fundamentalmente desde 2014.   

El hecho es que la guerra económica dirigida al pueblo ruso está generando un efecto boomerang, pues el mundo se está viendo amenazado por una posible crisis alimentaria y energética de gran escala. Nada más avanzar las tropas rusas sobre Ucrania los precios del trigo llegaron a tener sus máximos históricos.

Leer: https://lachuleta.org/2022/01/25/precio-de-alimentos-sube-a-niveles-nunca-antes-vistos/

Y es que, como ya mencionamos, Rusia no solo es productor y exportador de petróleo, gas y metales preciosos, el país también es productor y exportador de trigo.

Según la FAO, la producción de trigo en este país durante el 2020 alcanzó 86 millones de toneladas, solo detrás de China e India. Sin embargo, dado que tanto China como India consumen gran parte de su producción, Rusia resulta siendo el principal exportador de este cereal, mientras Ucrania es el quinto exportador, concentrando entre los dos países la tercera parte de las exportaciones de trigo en el mundo.

Guerra en Ucrania: Crisis alimentaria y energética
Principales exportadores de trigo al 2020 Fuente: (Un Comtrade, 2020)
Elaboración: Propia

Es así que el conflicto entre ambos países afecta el precio y la distribución de un producto tan fundamental en la dieta no solo del continente europeo, sino de todo el mundo.

Además se debe considerar otro elemento, Ucrania es el cuarto exportador mundial de maíz, según Statista (Uno de los principales portales de datos estadísticos a nivel mundial), la exportación ucraniana del grano en 2020 ascendía a 27.953 kilogramos.

Leer: https://es.statista.com/estadisticas/598887/principales-paises-exportadores-de-maiz-a-nivel-mundial/

Rusia y Ucrania son también los principales exportadores de aceite de girasol con 3.766 y 2.330 miles de toneladas respectivamente, concentrando el 80% del mercado mundial según el MAGYP para el 2016 (Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de Argentina MAGYP, 2016).

Principales exportadores de aceite de girasol. Fuente: Oil World
Principales exportadores de aceite de girasol. Fuente: Oil World

Era evidente que el conflicto iba a elevar los precios del combustible, lo que conlleva a un incremento en el transporte, que consecuentemente encarece la cadena de suministro. Todo esto sumado a la concentración de exportaciones de Rusia y Ucrania, como ya hemos visto, se refleja en el incremento del precio de los alimentos.

En el bloque europeo las implicaciones del alza en los combustibles se pusieron de manifiesto principalmente en el Estado español, donde se vienen desarrollando huelgas masivas de agricultores por las dificultades que ya venían presentando desde el inicio de la pandemia y que se profundizaron con la guerra, la cual coincidió con el inicio de la temporada de siembra. Sumado a esto, la Asociación Alemana de agricultores está prendiendo las alarmas por el exorbitante incremento del precio de los fertilizantes, es importante saber, que la mitad del nitrógeno usado en la agricultura depende del gas natural y si el suministro es interrumpido, las cosechas disminuirán considerablemente para el siguiente año.  Es sabido que el solo “ruido de sables” hace reaccionar al mercado subiendo los precios.

No son pocos los países que saldrán afectados por el paquete de sanciones a Rusia

Además de las consecuencias a países vecinos como Polonia, Hungría, Eslovaquia o Rumanía; y de las ya mencionadas a España y Alemania, debemos señalar a  Egipto como otro de los afectados. Esta nación es el mayor importador de trigo del mundo, desde el inicio de esta etapa de la guerra el precio de las tortillas de trigo ha  tenido un incremento del 25%.

Hay otros países que se ven seriamente afectados por el precio del trigo como Kazajistán, Mongolia y Turquía, cuyas importaciones del producto dependen en un 70% de Rusia y Ucrania. Por su parte, naciones como Somalia, Ruanda, Sudán, Túnez, Benin, Madagascar y República Democrática del Congo, también tienen una fuerte dependencia de las importaciones de trigo de ambos países.

Crisis alimentaria en países de África
Países de África que saldrán afectados por el paquete de sanciones a Rusia. Elaboración propia

Primeras implicaciones en Latino américa

Para Latinoamérica la mayor afectación será en la importación de fertilizantes, tomando en cuenta, como ya dijimos, que el nitrógeno usado en la agricultura depende en gran parte del gas natural y que Rusia junto a Canadá y China, son los principales proveedores del mundo según refiere Agrofy News (2021). Las implicaciones directas del incremento en el precio de los fertilizantes sin duda es el encarecimiento de los alimentos.

leer: https://news.agrofy.com.ar/noticia/194330/fertilizantes-como-se-distribuye-mercado-mundial-y-quienes-son-principales#:~:text=Rusia%2C%20Canad%C3%A1%20y%20China%20son,dispersa%20que%20la%20demanda%20global.

El pasado 8 de abril la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (ONUAA) anunció que el índice de precios en marzo alcanzó un máximo histórico de 159,3 puntos, al menos dos de las categorías están relacionadas directamente con la guerra entre Rusia y Ucrania. Los cereales alcanzaron un incremento del 17% desde febrero y los aceites vegetales aumentaron un 23% en el mismo período. En tanto la subida general del indicador se ve afectada por el incremento de los precios de suministros como fertilizantes o del transporte, que encarece a toda la cadena. (RT, 2022). leer: https://actualidad.rt.com/actualidad/426378-onu-precios-alimentos-marzo-record

¿Por qué Rusia exige a algunos países pagar en rublos? Implicaciones de esta medida

En este contexto de guerra y sanciones, el gobierno ruso anunció el 23 de marzo que ante las sanciones impuestas por Occidente, el país no admitirá de parte de países hostiles el pago en euros o dólares por el gas, la moneda de pago será el rublo. Esta medida es un esfuerzo más por romper con la hegemonía del dólar respecto a las balanzas de pagos, que es hasta hoy la medida internacional de comparación sobre las importaciones y exportaciones.

Recordemos que el patrón oro se establece en los acuerdos de Bretton Woods[1] al final de la II Guerra Mundial en 1944, donde se estableció que 35 dólares estadounidenses podían ser intercambiados por una onza de oro, por lo que los Bancos Centrales podrían cambiar oro por dólares y viceversa. Sin embargo, ya en 1968 hubo un cambio masivo de la moneda por oro lo que produjo un vacío del metal en la Reserva Federal (FED, por sus siglas en Inglés).

Esto promovió una desconfianza generalizada sobre la moneda norteamericana y el país presentó un déficit comercial, que acompañado por la guerra de Vietnam, terminó con vaciar las arcas de la FED, lo que se tradujo en que Richard Nixon, presidente de los EEUU en 1971, suspendiera la convertibilidad del dólar por oro, transformando a la moneda en dinero FIAT, es decir, el respaldo de dicha moneda quedaba únicamente en manos de la autoridad que lo emitía.

Un nuevo sistema monetario internacional quedaba establecido, de esta forma en 1973, el acuerdo entre Arabia Saudita y EEUU daba nacimiento al Petrodólar, el precio del barril de petróleo se valoraba en dólares norteamericanos, a cambio EEUU envió a Arabia Saudita armamento y protección a sus bases petrolíferas.

Este acuerdo se extendió a lo largo del mundo lo que implicó un aumento en la demanda de la divisa, otorgándole la hegemonía de la economía al país del norte, debido a que la gran mayoría de transacciones internacionales se realizan en su moneda.

Ahora bien, en los últimos años ha habido propuestas de comerciar el petróleo en otras monedas, lo que ha puesto en jaque la hegemonía del dólar, ya en 2016 el Fondo Monetario Internacional aceptó al Yuan como moneda de depósito.

Aunque China todavía no emite oro, ya emite bonos de vencimiento de 5 años lo que ha atraído a los inversores internacionales, produciendo un aumento en la demanda de su moneda en detrimento del dólar, que junto al anunció de la alianza de China con Arabia Saudita sobre el comercio de petróleo en Yuanes, cierran la jugada para dar un mate a la hegemonía del dólar.

De ahí la importancia de que Rusia en reacción al paquete de medidas en su contra exija el pago a algunos países en rublos, ya que esto implica menos demanda de dólares, lo que sin duda acarrea un detrimento sobre el valor adquisitivo de la moneda.

Pero romper la hegemonía norteamericana sobre la economía, no se queda solamente en la esfera del comercio (internacional sobre todo), si no que traspasa a la esfera de la producción, los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) han ido aumentando cada vez más el porcentaje de producción.

Como se detalló, Rusia está entre los principales proveedores que surten al mundo de trigo y otros granos, aceite de maíz, gas, petróleo y fertilizantes, además de esto, China concentra gran parte de la producción mundial con una economía altamente diversificada, que se enfatiza en el sector manufacturero y agrícola.

Así, el país oriental es el principal productor de cereales, arroz, algodón, papas y té, domina la cría de ganado ovino y porcino y la producción pesquera mundial, además de ser el líder en la producción de estaño, hierro, oro, fosfatos, zinc y titanio, es el séptimo productor de petróleo mundial y la manufactura del país concentra el 37,8% del PIB según el Banco Mundial (Work Bank, 2022).  El cierre de la ciudad de Shanghái el 29 de marzo de este año por un nuevo brote de COVID 19 da cuenta de esto, pues la sola noticia causó que los precios del petróleo se redujeran un 7%.

Leer: https://databank.bancomundial.org/home.aspx

Para terminar,  la guerra entre Ucrania y Rusia alentada por los EEUU es claramente la guerra por la reconfiguración de la geopolítica frente a la emergencia y liderazgos en pro de un mundo multipolar y pluricéntrico, representados en países como China, Rusia, La India, Pakistán, Brasil entre otros.

Las sanciones contra Rusia, que hacen parte de la intromisión de EEUU y Europa en la guerra, auguran la profundización de una crisis civilizatoria que tiene como dos de sus grandes expresiones la crisis energética con el agotado modelo minero-energético y la crisis alimentaria, que por muchos años ha asolado y seguirá asolando parte importante del sur global, las víctimas como siempre serán principalmente los pueblos que sufrirán el hambre, el desplazamiento y el terror. 

Nuestra solidaridad está con ellos.

Bibliografía

Agrofy News. (22 de junio de 2021). Fertilizantes: cómo se distribuye el mercado mundial y quiénes son los principales demandantes. Recuperado el 8 de abril de 2022, de https://news.agrofy.com.ar/noticia/194330/fertilizantes-como-se-distribuye-mercado-mundial-y-quienes-son-principales#:~:text=Rusia%2C%20Canad%C3%A1%20y%20China%20son,dispersa%20que%20la%20demanda%20global.

Minsterio de Agrigultura Ganadería y Pezca de Argentina MAGYP. (2016). Perfil del Mercado Mundial del Aceite de Girasol. Recuperado el 8 de abril de 2022, de https://www.magyp.gob.ar/new/0-0/programas/dma/newsletters/nro83/nl-acgir.php#:~:text=Los%20principales%20pa%C3%ADses%20exportadores%20son,y%20Argentina%20620%20mil%20toneladas.

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). (2020). FAOSTAT Crops and livestock products. Recuperado el 8 de abril de 2022, de https://www.fao.org/faostat/en/#data/QCL

RT. (abril de 8 de 2022). RT Noticias. Recuperado el 8 de abril de 2022, de https://actualidad.rt.com/actualidad/426378-onu-precios-alimentos-marzo-record

Statista. (2020). Ranking de los mayores países exportadores de maíz en el mundo en 2020. Recuperado el 8 de abril de 2022, de https://es.statista.com/estadisticas/598887/principales-paises-exportadores-de-maiz-a-nivel-mundial/

Un Comtrade. (2020). Un Comtrade Database. Recuperado el 8 de abril de 2022, de https://comtrade.un.org/data/

Work Bank. (2022). Últimos datos disponibles. Recuperado el 18 de abril de 2022, de https://databank.bancomundial.org/home.aspx


[1]      El patrón oro hace referencia a un régimen monetario que determina que el valor de cualquier moneda está vinculada al precio del oro. Lo que en teoría querría decir que cualquier moneda podría ser convertida al oro en cualquier banco. Un país que usa este sistema coloca un precio al oro y está presto a comprar y vender oro a ese precio. Y así establece  el valor de su moneda.