En los últimos dos años hemos podido observar a nivel mundial grandes transformaciones políticas, económicas y sociales, con el desarrollo de la pandemia. La manera en que cada región ha decidido actuar, las políticas de confinamiento y distanciamiento, y más recientemente la distribución y aplicación de las vacunas a amplios sectores de la población.
Este período especial ha venido acompañado de una avalancha de cambios y fenómenos sociales que ameritan una profunda observación de la sociedad. Hemos podido ver innumerables explicaciones en cuanto al origen del virus, líderes políticos con múltiples maneras de enfrentar la pandemia, desarrolladores de vacunas que aseguran que su producto es efectivo, grupos de científicos que desmienten la existencia del virus, partidarios de teorías conspirativas y un sin fin de vertientes y opiniones dicotómicas que pretenden asegurar la verdad sobre el Covid-19.
Se requeriría de un extenso análisis de varios meses para poder acercarnos un poco a entender algunas de las motivaciones que impulsaron a sectores de la población a asumir una determinada posición ante la situación de la pandemia y las posibles soluciones que se han planteado para enfrentar la misma, sin embargo, en este artículo queremos centrarnos en un grupo específico: El sector anti-vacuna.
En este punto vale la pena mencionar que no todas las personas que tienen dudas con respecto a las patentes vacunales contra el virus sars-cov2 son consideradas necesariamente anti-vacuna en general, ya que teniendo en cuenta el tiempo habitual que es necesario para desarrollar una vacuna y conociendo las mañas de la industria farmacéutica, resulta bastante lógico tener una posición un poco escéptica ante estas vacunas.
Si bien es cierto que el grupo anti-vacuna en su totalidad es muy diverso e incluye partidarios de muchos sectores de la sociedad, hemos podido observar en los últimos meses un fenómeno preocupante en tanto que muchos grupos de extrema derecha en países de Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia, han utilizado las consignas antivacunas para captar nuevos simpatizantes y de esta manera han logrado ampliar algunos movimientos fascistas, neo-nazis, supremacistas y del fundamentalismo cristiano.
La opinión antivacuna de estos grupos resulta particularmente peligrosa debido a que no presentan ningún argumento científicamente válido, se basa sólo en teorías conspirativas sin fundamento y simplemente utilizan a sectores descontentos de la sociedad para que manejen y apliquen su discurso que subliminalmente va cargado de valoraciones racistas y clasistas sus seguidores y seguidoras.
Podemos mencionar por ejemplo el caso de grupos anti-vacunas en Australia, específicamente en la ciudad de Melbourne donde los manifestantes contra las vacunas son principalmente hombres y mujeres blancas que argumentan estar en contra de los acelerados cambios sociales, políticos y económicos que se están dando en las sociedades occidentales.
Argumentan que las vacunas inoculan algún tipo de dispositivo de rastreo o microchip destinado a controlar a la población y que las vacunas alterarán el ADN de sus hijos/as. Además las personas no vacunadas se denominan a sí mismos en redes sociales como “sangre pura” lo cual denota un gran contenido racista.
Entretanto, los diversos brotes del virus han generado consecuencias devastadoras en los pueblos originarios de Australia, ya que la propaganda antivacunas ha llegado hasta ellos. Esta propaganda antivacunas ha hecho eco en la población, ayudando a la propagación del virus, que aunado a la grave situación socioeconómica, ha profundizado la problemática de salud y social que ya venían arrastrando por ser un grupo de alto riesgo. Sin embargo, parte de la población sigue intentando frenar la propagación del virus en sus comunidades.
Otro ejemplo es el de Alemania, diversos grupos han atacado desde el principio las medidas tomadas por el gobierno de Angela Merkel para mitigar los efectos de la pandemia, argumentando que la cuarentena atenta contra su libertad.
Estas opiniones han sido expresadas principalmente por el movimiento de los “Querdenker” (pensadores laterales) un movimiento alemán vinculado con la extrema derecha que se opone a los confinamientos y las vacunas.
Aunque la mayoría de los manifestantes no son vistos como extremistas, las manifestaciones anti confinamiento que organiza Querdenken están obteniendo el apoyo de una variedad de grupos, incluido el partido de extrema derecha AfD (Alternativa para Alemania), otro de los movimientos antivacunas y creyentes de toda clase teorías de la conspirativas.
En un estudio publicado por la Red de Investigación sobre el Extremismo del departamento alemán de Nordrhein-Westfalen se realiza un análisis sobre las distintas posiciones que han manifestado los grupos de extrema derecha ante la pandemia.
En declaraciones de algunos diputados de la AfD en el parlamento alemán exigían que fueran levantadas las medidas anti covid y rechazaban la vacuna, además exigían una reducción del presupuesto dirigido a las políticas de inmigración y la reducción del presupuesto destinado a ralentizar el cambio climático.
El movimiento antivacunas se ha convertido, en definitiva, en un imán para personas comprometidas con su política anti verdad y anticiencia, y en un conducto abierto a la extrema derecha. Podemos observar que gran parte de las personas recién captadas para este movimiento pertenecen a la clase media y media baja que se deja influenciar fácilmente porque ven amenazados sus negocios y sustento debido a las políticas de confinamiento que llevó al cierre de negocios de pequeños y medianos comerciantes.
Son, en definitiva, lo que el psiquiatra Wilhelm Reich describió en los años 30 como «gente con problemas»: la materia prima del primer fascismo y en todo el mundo, tanto la derecha populista como la derecha fascista se han apropiado de sus preocupaciones y han comenzado a movilizarlas.
De forma similar algunos grupos de extrema derecha y antivacunas en Londres, Inglaterra, han manifestado que existe un plan de extermino contra la “raza” blanca y que se está llevando a cabo un supuesto genocidio contra los cristianos blancos por parte de los poderosos del mundo.
Estos grupos extremistas creen y divulgan la llamada «Teoría del Gran Reemplazo» (TGR) la cual afirma que la inmigración a países mayoritariamente blancos, combinada con el descenso de la tasa de natalidad de la población blanca europea, es una forma de genocidio, a esta teoría conspirativa le han sumado recientemente el argumento de que la vacuna está diseñada para hacer parte de este exterminio de los blancos.
En Estados Unidos este tipo de ideas son divulgadas principalmente a través de QAnon, una de las principales teorías de la conspiración de la extrema derecha estadounidense, que detalla una supuesta trama secreta organizada por un supuesto «Estado profundo» contra Donald Trump y sus seguidores.
La gran mayoría de simpatizantes de la teoría QAnon aseguran que reciben su información a través de Facebook, Twitter, TikTok etc. Estas fuentes suelen estar muy poco documentadas y carecen de argumentos científicos, sin embargo, sorprende la cantidad de adeptos que logran atrapar a través de las redes sociales.
Como último ejemplo mencionaremos un caso que fue publicado en el mes de Octubre de 2021 por autoridades Italianas donde reportaban un grupo de 29 personas que operaba clandestinamente y difundían propaganda con simbología e ideas de extrema derecha, principalmente neonazis, en las cuales también plantean el rechazo a las vacunas contra la covid-19.
De esta manera podemos ver que algunos grupos de extrema derecha, simpatizantes del supremacismo blanco, cristianos evangélicos, creyentes de las teorías conspiracionistas han aprovechado la coyuntura de la pandemia y han utilizado las inconformidades y las inseguridades de los sectores más vulnerables de la población para inculcar sus ideas fascistas y neo coloniales y de esta manera han capitalizado, a partir de las necesidades más básicas, haciendo llegar sus ideas a grandes sectores de la población.
Mientras tanto en el sur global y los países de bajos ingresos se hace un esfuerzo sobrehumano para lograr vacunar a la población, especialmente los grupos que presentan más riesgo y sin embargo, la cobertura en la mayoría de nuestros países no llega ni al 50% y el acceso a las vacunas es insuficiente.
Resulta lamentable que los países más privilegiados tengan la libertad de decidir si se vacunan o no, y ubicar el problema en un sin número de teorías conspirativas, muchas vinculadas a ideologías racistas o de extrema derecha, mientras la gran mayoría de países del sur global han tenido problemas para la adquisición de la vacuna porque ésta se ha convertido en una mercancía más.
Mientras en nuestros países nos debatimos en una cruda realidad de las altas cifras de personas que han muerto por no adquirir la vacuna a tiempo, o entre sí hay condiciones o no para adquirir grandes lotes de vacunas para toda la población, en otros países del norte global el debate sobre las vacunas se ha convertido en un vehículo de ideas supremacistas y racistas o en el menor de los casos de doctrina religiosa.
The conversation – White supremacist and far right ideology underpin anti-vax movements https://theconversation.com/white-supremacist-and-far-right-ideology-underpin-anti-vax-movements-172289
BBC News – Querdenken, el movimiento antivacunas que está siendo vigilado por la inteligencia en Alemania https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-56935666
Pandemie-Leugnung und extreme Rechte in Nordrhein-Westfalen, Fabian Virchow y Alexander Häusler
The new alliance between anti-vaxxers and the far right is a deadly threat https://www.newstatesman.com/science-tech/2021/09/the-new-alliance-between-anti-vaxxers-and-the-far-right-is-a-deadly-threat-2
Wikipedia QAnon https://es.wikipedia.org/wiki/QAnon
Far-Right Extremism and Anti-vaccine Conspiracy: A Case From Italy https://www.ispionline.it/en/pubblicazione/far-right-extremism-and-anti-vaccine-conspiracy-case-italy-32078
