Por: Ruddy Camejo
El pasado primero de octubre entró en vigencia la nueva reconversión monetaria en Venezuela. La medida se resume en la eliminación de seis ceros a la moneda local y teóricamente no afecta su valor real.
Lo que sí cambia es el nombre: de Bolívar Soberano pasa a llamarse Bolívar Digital, que según el Banco Central de Venezuela se da por el “avance de la economía digital”.
De acuerdo al comunicado difundido por el ente emisor en diferentes redes sociales y plataformas webs, “todo importe monetario y todo aquello expresado en moneda nacional, se dividirá en un millón (1.000.000)”.
Además, el texto señala que este cambio de escala monetaria “constituye un hito histórico en un momento en que el país comienza el camino de la recuperación económica”.
El BCV asegura que este nuevo tipo de cambio seguirá siendo el que determine el Sistema de Mercado Venezolano y “continuará calculándose a partir de las operaciones de compraventa de divisas realizadas por las personas y empresas a través de las mesas de cambio de las entidades bancarias”.

Para entender un poco más esta medida aplicada, veamos lo que significa y sus implicaciones en la cotidianidad.
¿Que es la reconversión?
La reconversión es una política monetaria que tiene como objetivo colocar correctivos a elementos que distorsionan la economía, como son la inflación, la liquidez monetaria, disminución del poder adquisitivo, entre otros.
En términos sencillos, la reconversión monetaria se basa en la transformación paulatina del signo monetario a una nueva escala, es la simple disminución de ceros a la moneda actual, sin que pierda su valor adquisitivo.
¿Para que sirve?
Busca crear las condiciones para disminuir la vulnerabilidad ante elementos que desestabilicen la economía de la nación.
Como sabemos, nuestro país es objeto de un ataque económico disfrazado de “sanciones” que buscan sin más generar cambios políticos, situación que es auspiciada por factores de poder extranjeros (EE.UU y la UE).
Esta medida, que no es nueva, introduce en el imaginario colectivo, dudas, desinformación y muchas subjetividades que buscan, en algunos casos, menospreciar y banalizar sus verdaderas implicaciones en el desarrollo de la vida económica ya caotizada por la crisis económica, ausencia de efectivo, especulación, y la dolarización informal de bienes y servicios.
Esta es la tercera reconversión que se aplica en el país, a saber: En 2008 se aplicó esta medida y eliminó 3 ceros a la moneda; en 2018 fueron 5 ceros y ahora en 2021 son 6 los ceros que se eliminaron.
Sin embargo ya en el imaginario colectivo durante el último año (2020-2021), los venezolanos le habían eliminado 3 ceros a la moneda, se hablaba de miles, cuando en realidad el costo de un producto, por ejemplo, costaba millones. Esta situación mantuvo en confusión a una parte de la población que creía que al expresar en miles simplifica el costo y lo hace entendible.
Al conocerse este cambio y que la nueva expresión monetaria busca principalmente simplificar el manejo de la moneda e introducir al país en la economía digital, de manera definitiva, nos preguntamos cuales sería ese marco que regirá nuestra percepción económica y cómo podemos tener claridad sobre lo que nos depara esa digitalización de la moneda, que actualmente se está implementando en varias regiones del mundo y que apunta a garantizar intercambios más fuertes y generar más confianza en la moneda.
Por ahora ofrecemos unas apreciaciones de cómo ha sido hasta ahora, como se ha desarrollado este proceso de reconversión y las principales inquietudes de los venezolanos frente a ella.
Redondeo o Aumento de precios. La trampa de los comerciantes.
A pesar de que tanto el BCV como los expertos económicos señalan que la reconversión no afectará el precio de los bienes y servicios que se comercian en el país, la realidad es otra.
El 30 de septiembre el marcador del Dólar Paralelo, utilizado de manera informal para especular y depreciar el valor que el BCV recomienda utilizar, saltó a los 5.200.000,00 Bs, dejando prácticamente en desuso el billete de menor denominación que entra en vigencia, el de 5 Bs.
Este aumento premeditado, generó que los comercios comenzaran a subir los precios en bolívares para “no perder” valor y mantener el mercado especulativo. Aunque el aumento no fue sino de un par de puntos, hasta ahora no se ha convertido en una presión permanente para un incremento sustancial de precios.
El redondeo también juega un papel importante. Como ya han explicado se realiza hacia arriba. Si un producto cuesta 4,5 Bs tras la reconversión, no va a costar 4,5 Bs sino 5 Bs.
Igualmente en el transporte público hay muchas dudas que pueden dar pie a un incremento significativo al no tener una moneda de cambio para el cobro de este servicio. El poco ‘cash’ circulante se usa básicamente en el transporte público.
Si el pasaje urbano lo venían cobrando en 1.5 bolívares digitales, el conductor no tendrá como dar vuelto de 50 céntimos, porque el cono monetario sólo tiene seis piezas, comienza con la moneda de 1 bolívar, y hay cinco billetes, el de 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares. Por lo tanto es posible que el pasaje sea incrementado a dos bolívares.
Lo mismo sucede con el precio de la gasolina subsidiada, que al aplicar la reconversión un litro queda en 0,005 Bs. digitales. Es muy probable que se incremente a 1 bolívar.
Habrá que esperar comunicados oficiales que otorguen validez a un posible aumento, mientras eso no sucede, los venezolanos seguirán siendo víctimas de la especulación y el cobro sin estructura de costos de este valioso servicio que moviliza a cerca del 60% de la masa trabajadora.
¿Facilitar transacciones?
Los ceros y la verbalización de los miles para no hablar de millones, ya había sido instaurado en el imaginario colectivo.
Desde las redes sociales como Instagram, Tik Tok y Twitter, así como comerciantes consultados por varios medios de comunicación, señalaron que esta medida ayudaría a aliviar el peso de la cadena de dígitos en los procesos contables y de manejo de cifras.
Y mantienen posturas de que no agrega mayor valor a la economía, salvo lidiar con las largas filas de ceros que debían facturar. No sienten que mejore la economía y serán beneficios más temporales puesto que no hay confianza en la moneda en circulación.
¿Causará más inflación?
Es una medida cosmética, es lo que aseguran las principales consultoras económicas del país.Sus argumentos son:
- Los beneficios serán temporales.
- Limitaciones de infraestructura tecnológica.
- Ayuda momentánea en la disminución de la escasez de efectivo.
- Atiende demanda del sector privado para simplificar cuentas y pagos.
- Aparente recuperación económica.
- No reducirá la inflación.
En resumen, es una acción que no aportará valor negativo a los principales indicadores económicos en el corto plazo, y la recuperación de esos ceros, dependerá del comportamiento de la inflación en los próximos meses.
Otro aspecto importante y que no debemos olvidar es que una recuperación en la industria petrolera nacional, dependerá de los acuerdos que se alcancen en las negociaciones entre el Gobierno y la Oposición en México y una posible flexibilización de las sanciones. Pero toca esperar.
El Bolivar Digital
Según el comunicado del BCV, la transformación de la moneda nacional en un formato digital permitirá:
- Avanzar en la construcción de una visión moderna de la moneda en las transacciones cotidianas.
- Facilitar la mayor conexión de la población con su signo monetario.
- Reducir los costos de transacción de la economía.
Señala el texto, además, que recientemente se iniciaron operaciones del nuevo Sistema de Intercambio de Mensajería Financiera, lo cual, a juicio del BCV, promueve “la independencia de sistemas extranjeros para las operaciones bancarias nacionales”.
Este tipo de proyectos de monedas digitales ya se han implementado en otros países como Suecia y China, y en proceso de estudio en la Unión Europea y Estados Unidos.
Aunque hasta ahora no hay más detalles de cómo será su implementación en el país ni cuándo, es bueno ir sabiendo que es una moneda digital. Una Moneda Digital es emitida por un banco central y cumple todas las funciones tradicionales del dinero. Es de curso legal, y puede usarse para saldar deudas y pagar impuestos.
La mayoría de los bancos centrales están examinando de cerca el potencial de las monedas digitales. Varios países, como Suecia y China, ya se han embarcado en planes piloto; la Fed de Boston está trabajando con el MIT, y el dólar de arena de Bahamas, lanzado en octubre, pretende ser la primera moneda digital operativa del mundo.
Para Venezuela este sería un avance importante ya que permitirá afianzar la identidad de la moneda nacional, ante un mercado invadido por divisas extranjeras debido a la escasa confianza en el Bolívar.
Además se abre la posibilidad de que se garanticen intercambios a pesar de presentar fallas de conectividad y servicios.
Todo esto por supuestos acompañado de medidas económicas que apunten a la productividad y recuperación económica, que se traduzcan, en un escenario ideal, en una mejor calidad de vida para las y los venezolanos.
Expectativas
Expertos advierten que si no va acompañada de un plan que dé orden fiscal, monetario y cambiario, el BCV tendrá que decretar otra nueva reconversión monetaria a la vuelta de dos años.
Los comerciantes no creen en cambios importantes en la situación económica en general.
Hasta ahora, no hay buenos recuerdos de los procesos anteriores, por ello no se permite alimentar con buenas expectativas un posible cambio positivo en la economía.
Los venezolanos seguirán prefiriendo el uso de divisas extranjeras para las diferentes transacciones, pues no basta con simplificar las cifras. El verdadero valor de una moneda lo da la confianza. Y en el caso del bolívar venezolano esa confianza no se gana suprimiendo ceros ni digitalizando los medios de pago.
Mientras no se implemente una política antiinflacionaria, la economía seguirá estando regida por el dólar estadounidense, aunque no exista una dolarización oficial, lo cual podría prolongar la crisis y aumentar los índices de pobreza, ya que los venezolanos deberán ingeniárselas para continuar haciendo los pagos en la inaccesible divisa extranjera, pero recibiendo sus ingresos en una moneda nacional “devaluada”.
También toma fuerza que la idea de emigrar del país o pasar a la economía informal, es una salida “deseable” y “valiosa” al no tener acceso por medios formales a la moneda extranjera que rige la mayoría de las transacciones nacionales y satisfacer sus necesidades.
America Latina
Además de Venezuela, varias naciones latinoamericanas han reconvertido su moneda para hacer frente a desajustes económicos. Esta lista es encabezada por Brasil, que realizó 6 cambios en su moneda en 26 años (1967-1993), seguido por Argentina con 4 reconversiones en 22 años (1970-1992), dejando a Venezuela en el tercer lugar con 3 reconversiones monetarias en 14 años (2008-2021).
Brasil eliminó un total de 12 ceros a su moneda, comenzando en 1967 con una reconversión monetaria al quitarle tres ceros, posteriormente en 1986 se volvió a eliminar tres ceros más. Durante 1989, se realizó una nueva reconversión y se le quitaron nuevamente tres ceros a la moneda, medida que se repetiría en 1992, 1993 y 1994. Antes de las medidas de reconversión, Brasil llegó a tener una inflación anual que superaba el 2.000%.
De 1970 a 1992 Argentina aplicó cuatro reconversiones a su moneda que eliminaron un total de 13 ceros en un lapso de 22 años. El primer cambio se realizó en 1970, con la eliminación de dos ceros. Trece años después, en 1983, le quitó cuatro ceros a la moneda y la tercera medida de este tipo aconteció en 1985, que redujo otros tres más. En 1992, el Gobierno argentino hizo la última reconversión monetaria de cuatro ceros.