Por: Alessandro Baggio.
El día 18 de abril de 2021 es una noche que se proponía histórica en el mundo del fútbol, pues 12 de los más grandes clubes de las principales ligas de Europa anuncian la creación de una “Superliga europea”, a través de un comunicado de prensa en el cual se expresan los presidentes de Real Madrid, Juventus y Manchester United.
Esta liga estaría conformada por: Manchester City, Chelsea, Arsenal, Tottenham, Liverpool, Barcelona, Atlético de Madrid, Inter de Milán y AC Milán, liderados por los ya mencionados Real Madrid, Juventus y Manchester United. Con vistas de expansión a 15 equipos para afianzar el grupo fundador, otros tres equipos serían invitados y no habría descenso para los equipos fundadores.
Americanización del fútbol
La institución financiera estadounidense JP Morgan sería la financista de esta liga, en un acuerdo que garantizaría a los equipos participantes un aproximado de 3,5 billones de dólares estadounidenses ($); la primera temporada a repartirse entre todos –entre $200 y $350 millones por equipo–, monto que, según el comunicado emitido por la Superliga, los ayudaría a superar los problemas financieros producto de la pandemia mundial.
Ante el público en general, la crisis económica que atraviesan varios de estos equipos serían la principal razón para la formación de esta Superliga, pero en realidad esta es una idea que viene desarrollándose desde la década de los 90 del siglo pasado, y que gana más peso en las discusiones entre los equipos punteros de las principales ligas europeas a la vez que estos son adquiridos e influenciados cada vez más por capitales norteamericanos.
El formato propuesto es derivado de las competiciones estadounidenses donde las “franquicias” o equipos deportivos no corren ningún riesgo de perder su posición de prestigio en las que se consideran la mejor liga del mundo, por ejemplo, la NBA, la MLB o la NFL. Varios de estos equipos miembros de la Superliga tienen una directiva directamente controlada por capital norteamericano o influido por éste.
Esta liga, pensada desde Estados Unidos, no toma en cuenta, primero, las leyes de competencia deportiva de la Unión Europea que prohíben la creación de ligas cerradas o que no incluyan la posibilidad de ascensos o descensos directos y, segundo, la tradición local que imbuye de contenido la competición deportiva.
Lo que hace apasionante al fútbol es la identidad que le dan los aficionados locales a los clubes. Con esto las grandes diferencias étnicas, sociales, políticas y económicas que crean las grandes rivalidades futbolísticas en Inglaterra, Italia, España, Francia o Alemania.
Reacción de los entes futbolísticos
La respuesta no se hizo esperar y en cuestión de horas la FIFA, la UEFA y todos los entes futbolísticos ligados a estas instituciones se pronunciaban en contra de esta liga, por estar fuera de sus estructuras.
Incluyendo amenazas a clubes y jugadores que participaran en la Superliga con no jugar en ninguna de las competiciones organizadas por estas instituciones. También los gobiernos de Inglaterra, Francia, España e Italia también se pronunciaban en contra debido a la ilegalidad de una liga cerrada en base a las leyes de competencias deportivas europeas.
Este comunicado se hace público un día antes de que se anuncie el nuevo formato de la Champions League, en la cual la UEFA y la organización que congrega y representa a los equipos profesionales más importantes dentro de las competiciones de Europa –la ECA–, habían estado en negociaciones durante varias semanas para discutir este formato competitivo y la distribución del ingreso donde, aparentemente, no se habría llegado a un acuerdo.
Desenlace del conflicto
Ante una gran ola de presión de aficionados, exjugadores, jugadores actuales, entrenadores y entes como la FIFA y la UEFA, los seis equipos ingleses fueron los primeros en salir de la competición. Hoy en día solo se mantienen Real Madrid, Barcelona y Juventus, quienes se rehúsan a admitir el fracaso del formato.
Estos tres equipos son los únicos de los 12 fundadores originales que no cuentan con un apoyo financiero fuera de sus mecanismos tradicionales y son los más afectados por la desaparición de la supuesta Superliga, también siguen las amenazas de la UEFA que podrían dejarlos fuera de sus ligas y la Champions League.