Por: Louis Convit
Las Naciones poderosas van en aumento, abriendo la brecha que las separa de las Naciones que no lo son cada día más. Esto se evidencia perfectamente en la cotidianidad del mundo, llevando a que la desigualdad entre naciones sea un factor predominante entre los actores globales.
Dentro de este plano de Desigualdad, debemos ubicar no sólo a las Naciones-Estado, sino también a las Corporaciones que realmente juegan un rol fundamental en las Esferas de Poder del plano global. Es acá donde nos vamos a centrar en el desarrollo de este estudio, notando y resaltando el peso de las Corporaciones y más específicamente ahora, las Industrias Farmacéuticas con el ejercicio de Poder sobre las Naciones-Estado.
No es un Secreto para nadie que el mundo de la actualidad ya no es dominado por Gobiernos ni Partidos Políticos, sino por el contrario, son las Grandes Empresas, aquellas quienes ejercen todo el control del funcionamiento mundial y claro, manejan los hilos y dictan las reglas del juego en el planeta y por sobre la Humanidad.
Una muestra clara de ello, es el presente que se vive relacionado a la Pandemia del covid-19, ya que es éste un factor clave en el Control de las Corporaciones sobre las vidas humanas y desde luego, en el bienestar de éstas.
La siempre presente “Preferencia”
A lo largo de la historia hemos sido testigos sobre Preferencias y Beneficios que reciben un grupo de Naciones-Estado sobre otros, por el simple hecho de poseer el poder Económico para hacerse con los Servicios de las grandes Empresas que dominan el mundo y así, ser favorecidos en cualquier aspecto que convenga.
Es por ello, que las Vacunas contra el covid-19 han tenido también su porción de participación dentro del juego de Poder en el Mundo. Claro, no directamente las Vacunas en sí, sino más bien, sus creadores y de cómo van a decidir ellos realizar la distribución de las mismas puesto que, es obvio que no debería existir conflicto alguno a la hora de surtir a las Naciones con las Vacunas, más allá de realizar una simple operación matemática.
El detalle está en que dicha distribución viene cargada de ciertos desniveles que no deberías de existir en un mundo perfecto pero, que en la vida real a la cual estamos sumidos, pasa más de lo que creemos; esto se menciona, ya que, estamos ante un injusto accionar que es prácticamente imposible de evitar, en vista de que el panel de control ante esta situación, se encuentra en la cabina de las más altas esferas de la élite global.
Países casi inmunes, frente a otros en crisis
En este plano, ya no existen puntos medios. Nos encontramos ante 2 polos netamente opuestos. Por un lado, están las naciones poderosas, todas esas potencias globales las cuales tienen el Poder Económico para acceder a las dotaciones de vacunas de las grandes farmacéuticas y de esa manera, surtir a todos sus ciudadanos de tan preciada Vacuna. Del otro lado de la calle se encuentran aquellos países que no cuentan con la capacidad de adquirir las dosis necesarias para su población, debido al costo de las mismas.
Es acá, cuando comienzan todos los debates correspondientes a la situación que estamos tratando. Por un lado, se habla de que las empresas farmacéuticas decidan eliminar sus patentes de las Vacunas y así, poder comenzar a realizar una distribución general de éstas por todo el globo. Pero, seamos honestos, es bien sabido que nadie que haya logrado poseer el Poder en tal grado, va a ceder tan fácilmente por simple Altruismo; nos encontramos en un mundo realista.
Se plantea otra opción y es que las naciones poderosas tengan un límite en adquirir vacunas dado que, el 75% de las que se han producido, ya se han reservado para este grupo de naciones; cifra que se estima, debe estar rondando las 9 Mil Millones de Vacunas, lo que deja sólo un 25% de Vacunas para los Países Subdesarrollados, lo cual sabemos, no está ni siquiera de ser algo parecido a “suficiente”.
Pero, esta relación entre Farmacéuticas y Naciones-Estado es algo prácticamente imposible de atravesar pues, ambas partes poseen altísimas dosis de Poder e Influencia, lo cual es inaccesible por completo para aquellos que están en menor nivel de Control.
Los países más poderosos ya han logrado vacunar a casi el 80% de sus ciudadanos, mientras que, hay al menos 130 países que no han podido administrar ni siquiera la primera dosis a cualquiera de sus Ciudadanos; esto, de acuerdo a lo que declaró el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Situación realmente alarmante que declara una personalidad como él y que al parecer, lo hace sólo como relatar una noticia, mas parece, no llevar la intención de hallar alguna solución. Lo cual, también muestra el nivel de utilería que tienen las Naciones Unidas ante casos realmente serios.
Nos hallamos entonces ante un panorama nada favorable para las naciones pequeñas, en vista que, de acuerdo a proyecciones, puede que logren la inmunidad en el año 2023, mas no está garantizado que así sea.
Es este un caso típico en el cual, la posesión del poder prela por sobre el bienestar de la humanidad y sólo importan los intereses de los poderosos; entiéndase como tal, tanto a las Naciones Potencia, como a las Empresas Farmacéuticas. Estamos hablando de una pandemia que ha cobrado millones de vidas y aun así, es más importante el enriquecimiento y bienestar de aquellos que ostentan el control del funcionamiento global.
Dentro de todo lo anteriormente mencionado, podemos extraer algo positivo, y es que, por suerte para las Naciones pequeñas, la letalidad de esta Pandemia no es tanta como otras que han azotado a la humanidad. Lo cual, les permite contrarrestar la espera por Vacunas, utilizando medidas de bioseguridad tal como se venía haciendo al inicio de la Pandemia, para evitar los contagios en masa.
Quedan así, pues, con sus vidas netamente expuestas mientras se las arreglan para encontrar una solución relacionada a la adquisición de Vacunas, o incluso, alguna otra alternativa ante esta opción que se ve remota, dada la firmeza de no ceder ante las circunstancias por parte de las Empresas Farmacéuticas con el hecho de eliminar sus patentes, y por otro lado, tampoco bajarán el ritmo las naciones poderosas con seguirse pertrechado de dosis para sus ciudadanos.