Impacto de la COVID-19 sobre la salud mental de las personas en condiciones socioeconómicas vulnerables

Por: María Guatipán

 

 

Resumen

Durante estos últimos meses la humanidad ha vivido una serie de fenómenos que han cambiado profundamente su realidad social, política y económica. Esto debido a la pandemia de la COVID-19 que por su carácter social y económico ha tenido fuertes implicaciones en un área de la salud que los sistemas sanitarios generalmente han subestimado. Nos referimos a la salud mental. Los sistemas de salud de los Estados y los ciudadanos nos vemos en la necesidad de comprender las afectaciones de esta nueva “normalidad” a nuestra salud mental y física, comprensión que nos permita adaptarnos y/o resistir a los nuevos cambios. Sin embargo parece haber una certeza: los sectores más golpeados por la pandemia y por las consecuentes patologías mentales que esta ha implicado, son los sectores históricamente marginados por su condición sexual, de etnia y de clase.

Palabras claves: COVID-19, Salud Mental, Crisis Sistémica, Ansiedad, Depresión, Ideación suicida, Sustancias tóxicas, Grupos poblacionales vulnerables

 

Si bien el ser humano es una de las especies con mayor capacidad adaptativa, estos meses de pandemia han exigido un grado superior de adecuación para poder superar los desafíos a los que se ha visto enfrentado y esto ha tenido una carga de gran impacto sobre la salud mental y psicosocial del mismo.

Múltiples organizaciones y federaciones vinculadas al sector salud como son la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y los ministerios de salud han advertido en las últimas semanas con respecto a las repercusiones negativas que ha traído la pandemia.

En el siguiente texto revisaremos algunos de estos estudios y haremos un enfoque especial sobre los grupos poblacionales más vulnerables, los cuales están en alto riesgo de padecer enfermedades mentales por sus condiciones psico-sociales y económicas.

 

Incidencia y exacerbación de la ansiedad, la depresión, ideación suicida y abuso de sustancias durante la pandemia de la COVID-19

Así como la salud no se define nada más como la ausencia de enfermedad, sino como un estado de completo bienestar 1, entendemos también que esta definición debe incluir la salud mental y que varios sentimientos y emociones, como la ansiedad, el temor, la tristeza etc…. son manifestaciones de alguna afección psicológica que indican un problema de salud.

Es importante resaltar que existen matices en los trastornos mentales y que no es igual una persona que experimenta ocasionalmente síntomas de depresión y ansiedad o que ocasionalmente se excede bebiendo alcohol, a una persona que padece de síndrome depresivo, ansioso, que padece de alcoholismo o de abuso de sustancias tóxicas.

Durante estos meses han salido a relucir problemas sistémicos que alteraban la salud mental de la población anteriormente, pero que debido a la crisis de la pandemia han sido visibilizados a través del aumento importante de su incidencia y las exacerbaciones extremas de personas que previamente a la pandemia ya sufrían de trastornos mentales.

Podemos ver por ejemplo en un estudio publicado por la KFF (Kaiser Family Foundation, fundación estadounidense sin fines de lucro que se interesa en asuntos relacionados a la salud de la población y al sistema de salud) que en promedio 11.0% de adultos estadounidenses encuestados, entre los meses de enero a junio de 2019 manifestaron presentar síntomas de trastorno de ansiedad y/o depresión.

Esta cifra ya demostraba una alta incidencia en su momento y el mundo ha sido testigo de las lamentables muertes por abuso de opioides, lo que ha generado una terrible epidemia en este país del norte de América. Los resultados para una encuesta en el año 2021 son aún más preocupantes.

Para enero del año 2021, cuando la pandemia apenas iniciaba, 41.1% de los encuestados refirieron presentar síntomas de trastorno de ansiedad y/o depresión. Esto significa un aumento del 30% para estos síntomas específicos como se puede ver en la gráfica 1:

 

Gráfica 1: Promedio de adultos que reportaron síntomas de síndrome ansioso y/o trastorno depresivo, enero-junio 2019 vs. enero 2021

Además, en una encuesta realizada por la misma fundación en el mes de junio del año 2020, el 13% de los adultos informó un consumo nuevo o mayor de sustancias debido al estrés relacionado con el coronavirus, y el 11% de los adultos informó haber tenido pensamientos suicidas en los últimos 30 días previos a contestar la encuesta.

Un estudio realizado por médicos cubanos 3 ha mostrado ciertas reacciones que pueden ser advertidas en la población afectada por la cuarentena o el aislamiento, estas reacciones son descritas de forma resumida en la siguiente tabla:

 

La crisis sistémica afecta más a las mujeres, los jóvenes, los trabajadores esenciales y los grupos étnicos y «racialmente» discriminados

De este mismo trabajo publicado por la KFF llama particularmente la atención los grupos poblacionales que más se han visto propensos a presentar trastornos mentales o abuso de sustancias durante estos meses de pandemia.

Son los grupos que se han visto sometidos a altos niveles de angustia mental y que de por sí ya se encontraban en un contexto más riesgoso de padecer enfermedades mentales por sus condiciones socioeconómicas.

Estos grupos vulnerables tienen en común que viven en peores condiciones higiénicas y con deficiencias en los servicios básicos, sin acceso al sistema de salud (en muchos casos debido al desempleo), con malas condiciones alimentarias, en viviendas en condiciones precarias y con un nivel de instrucción bajo.

 

Adultos jóvenes:

Los y las adultos/as jóvenes se han enfrentado en el contexto de la pandemia a los cierres de las universidades, las dificultades para conseguir empleo o perder un empleo y la inestabilidad económica que esto conlleva, o la transición al trabajo a distancia.

Gráfica 2: Proporción de adultos que informaron síntomas de ansiedad y / o trastorno depresivo durante la pandemia COVID-19, por grupo etario

Como se puede ver en la gráfica 2 en el grupo etario de entre 18 y 24 años un 56.2% de los encuestados (dentro de este grupo) informaron presentar síntomas de ansiedad y/o trastorno depresivo. En el otro extremo se encuentra el grupo etario de encuestados mayores de 65 años donde un 29.3% refirió presentar estos síntomas.

 

Mujeres vs. Hombres

Gráfica 3: Porcentaje de mujeres encuestadas que afirmaron presentar síntomas respecto a hombres encuestados que presentaron síntomas:

A lo largo de la pandemia las mujeres han tenido más probabilidad de sufrir síntomas de ansiedad y/o trastorno depresivo. La encuesta aplicada por la KFF muestra que 49.3% de las mujeres encuestadas afirmaron presentar estos síntomas respecto a los hombres encuestados donde 40.3% de los encuestados refirieron presentar estos síntomas.

En Estados Unidos el impacto de la pandemia sobre la salud mental ha sido pronunciado entre las comunidades afroamericanas, los pueblos originarios de Norteamérica y los grupos de origen hispano/latino que también experimentan tasas desproporcionadamente altas de casos y muertes por COVID-19.

Los adultos negros e hispanos han tenido más probabilidades que los adultos blancos de informar síntomas de ansiedad y/o trastorno depresivo durante la pandemia.

 

Trabajadores esenciales

La gráfica 4 muestra una comparación entre los porcentajes entre trabajadores del sector esencial y trabajadores del sector no esencial que presentaron síntomas de ansiedad y/o depresión, en el segundo grupo los que informaron abuso de sustancias tóxicas y en el tercer grupo que refirieron tener ideaciones suicidas.

Se denomina trabajadores del sector esencial a los y las trabajadores de la salud, el servicio de transporte, el servicio de alimentación y los servicios básicos como agua, luz, telecomunicaciones etc.

 

Gráfica 4: Porcentajes de síntomas de trastornos mentales reportados entre trabajadores esenciales y trabajadores no esenciales:

Por lo general, estos trabajadores deben laborar fuera de su hogar y es posible que no puedan practicar el distanciamiento social. En consecuencia, tienen un mayor riesgo de contraer el nuevo coronavirus y exponerse a otros miembros de su hogar. Este análisis de la KFF descubrió que los trabajadores esenciales enfrentan desafíos adicionales, incluidas las dificultades para cubrir las necesidades básicas como resultado de la pandemia.

 

Venezuela

Para el caso específico de Venezuela encontramos en un estudio del Observatorio Venezolano de Violencia 4, con base en cifras obtenidas de registros llevados por centros de salud y médicos forenses, que se registró un patrón de incremento del número de casos de suicidios durante los primeros cinco meses del año (Gráfico 5).

 

Gráfico 5: Número de casos registrados de suicidios, Venezuela 2020

En el análisis realizado por el Observatorio Venezolano de Violencia comenta el psicólogo Morello que «en sus consultas están asistiendo en su mayoría pacientes depresivos y ansiosos, donde sea cual sea la razón, la medida de aislamiento social -necesaria por supuesto- no les permite desarrollar su vida cotidiana como lo hacían antes de la pandemia».

Por su parte, la Dra. Aponte, citada en la misma publicación, y de acuerdo a un estudio de 617 consultas, llevado a cabo entre el 27 de marzo y el 27 de mayo de 2020, señaló con base a esa indagación que «la depresión fue el principal motivo de consulta, en el 45% de los casos. En segundo lugar, se ubica el trastorno de ansiedad con un 35%, es decir que, en suma, ambos trastornos mentales concentraron el 80% del total de casos registrados de pacientes que asistieron a examen psiquiátrico en el lapso mencionado.»

 

Nos preguntamos entonces ¿Será la enfermedad mental la próxima pandemia? y ¿Qué podemos aportar como individuos dentro de la sociedad a que sanemos en colectivo?

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió en el mes de septiembre del 20205 que la pandemia puede exacerbar los factores de riesgo que condicionan a una persona con ideación suicida y que la población general debe estar alerta para aprender a identificar los signos de advertencia para prevenirlo.

Afirman además que una manera de abordar este problema de salud pública es hablar abiertamente sobre esta afección psicosocial con el fin de desestigmatizar este tema.

Para finalizar debemos concluir que COVID-19 sacó a relucir los problemas estructurales que ya existían en los sistemas sanitarios a nivel mundial, incluso en el norte global, al ponerlos a prueba ante una situación de pandemia que diversos análisis científicos y sociales ya habían advertido, y que no era la primera vez que se daban.

El sector de la salud que se refiere a las enfermedades mentales no fue ajeno y más bien se profundizaron los casos debido al necesario aislamiento físico que en muchos casos se tradujo también a aislamiento social y a las debilidades que como hemos dicho ya arrastraban los sistemas de salud mental.

Pero sobre todo queda algo claro en las cifras que han presentado los estudios de trastornos mentales a nivel mundial en medio de la pandemia, y es que, aunque parezca una verdad de Perogrullo, los sectores más golpeados por la pandemia y por las consecuentes patologías mentales que esta ha implicado, son los sectores históricamente marginados por su condición sexual, de etnia y de clase, a saber, las negritudes, los sectores indígenas, las mujeres y los trabajadores y trabajadoras de sectores esenciales y de baja y media extracción socioeconómica.

Esto es importante resaltarlo porque se ha difundido la falsa idea de que la pandemia y sus consecuencias, en este caso las enfermedades mentales, ha atacado a ricos, pobres, negros, blancos, mujeres y hombres por igual, sin embargo, las cifras nos muestran la persistencia de las desigualdades en un mundo dominado aún por un sistema racista, patriarcal y de clases, y donde se ha priorizado el lucro sobre la vida y la salud de las personas.

 

Referencias

*1 https://www.who.int/es/about/frequently-asked-questions

*2 https://www.kff.org/coronavirus-covid-19/issue-brief/the-implications-of-covid-19-for-mental-health-and-substance-use/

*3 http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30432020000300578

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