Por: José Leonardo Chirinos
Este próximo 6 de junio será la segunda vuelta de las elecciones en Perú, luego de una primera vuelta en la que los resultados favorecieron, en primer lugar, al candidato “sorpresa” Pedro Castillo y a la “Heredera” Keiko Fujimori, con el 18,9% y 13,4% de los votos en la primera vuelta respectivamente.[1]
Estos comicios generales de abril han repartido los escaños parlamentarios sin una mayoría reconocible. “la alianza de Castillo se quedó con 37 y la de Fujimori con 24. El resto se divide entre las fuerzas cuyos candidatos no llegaron a la segunda vuelta y que, en su mayoría, apoyan a la heredera del fujimorismo.” Destaca Cecilia González para RT.
Elite vs Campesinos
Los dos candidatos que lograron pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales representan dos sectores políticos totalmente diferentes. Para muchos, esta elección es clave para entender que pide para su futuro los pueblos de la región latinoamericana.
Pedro Castillo, Maestro rural y Líder sindical de 51 años de edad, el candidato “sorpresa” para los medios peruanos e internacionales, ha llegado a esta segunda vuelta con promesas de reformas estructurales y la nacionalización de varias empresas estratégicas.
Se ha declarado públicamente como marxista, y propone la instauración de una asamblea constituyente. La fortaleza electoral de Castillo ha residido, principalmente, en las regiones y los sectores rurales y su discurso parece estar dirigido hacia el Perú rural y pobre.
Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, por su parte, se viene guardando su propuesta real, ya que, en su discurso de campaña hasta la primera vuelta buscaba “retomar la mano dura” según medios como “El País” de España. Mientras que en esta segunda vuelta ha reconocido la necesidad de programas de inversión social y productiva.
El legado de su padre, actualmente convicto por crímenes de lesa humanidad, ha sido muy pesado para esta política peruana y es que la actual candidata a la presidencia de Perú ha estado en estas instancias en dos ocasiones anteriores, siendo la posibilidad de indultar a su padre el principal motivo para que los electores peruanos no deseen su llegada al poder.
La segunda vuelta esta determinada principalmente por el discurso antichavista de la clase en el poder. Para ellos Castillo es la expresión del “Castro-Chavismo” en Perú, y están usando esa carta para apoyar a una Keiko Fujimori a la que no han apoyado en las últimas dos elecciones.
Por su parte, Castillo ha moderado un poco su discurso buscando llegarles a los sectores pobres y de clase media-baja que temen “convertirse en Venezuela”. Ha conseguido el apoyo de candidatos de la primera vuelta que se consideran de también de izquierda, pero con discursos mucho menos radicales que él.
Los Medios de comunicación en la contienda
El papel de los medios de comunicación durante la contienda ha sido primordial, como es habitual en el sistema democrático actual. Estos se posicionan claramente a favor de la “Heredera Fujimori”, quienes exponen claramente todas las acusaciones en contra de esta y de su padre, pero al mismo tiempo presentan a la candidata como la mejor opción.
La propaganda anti Venezuela en los principales medios de comunicación de Perú e internacionales, acusa a Castillo directa o indirectamente de querer llevar al país a una situación similar, cosa común en las elecciones de la región en los últimos años.
Las encuestas públicas, que no dieron como uno de los favoritos a Castillo en la primera vuelta, hoy lo ponen en un “Empate técnico” con su contrincante Fujimori, a quién varias de sus decisiones de como llevar su campaña en la segunda vuelta la han estallado en la cara.
Un ejemplo de esto ha sido cambiar sus habituales naranjas – los colores de su partido – por la camiseta de la selección nacional de fútbol, disparando una discusión entre el público general en las redes sociales posicionando #LaCamisetaNoSeMancha en alusión a esta estrategia.
Clara alianza de derecha
Los partidos y candidatos de derecha, que fueron la mayoría en la primera vuelta, han centrado todo su apoyo a Keiko Fujimori, incluso generando que un personaje de talla internacional – y conocido opositor a Alberto Fujimori – Mario Vargas Llosa es expresara su apoyo por la candidata.
Por su parte, la alianza de izquierda es un poco menos formal, pero parece haber algunas negociaciones y concesiones de los partidos que quedaron fuera de la segunda vuelta. Es más una cayapa de campesinos contra la elite política del Perú.
Parece clara la obvia manipulación mediática de encuestas y opiniones a favor de la “heredera Fujimori”, pero al final el pueblo de Perú es el que tiene la decisión final. Solo queda ver que sucede el próximo 6 de junio; por lo pronto ambos candidatos han firmado un compromiso para respetar la democracia y las libertades civiles en caso de llegar al poder.
[1] https://peru.as.com