Por: José Da Caprio

En las últimas semanas se han dado a conocer varias noticias sobre las grandes empresas de la industria cultural tomando acciones para consolidar su migración total al “Streaming”. Disney y Warner Brothers han enfocado sus esfuerzos a llevar toda su programación a sus plataformas digitales.

Netflix, la primera gran empresa del Streaming, ha generado un modelo de negocios exitoso que ha desplazado, en muchas regiones, a la televisión y al cine como principal medio de consumo de material audiovisual del sector cultural.

La pandemia también a generado un contexto que favorece la proliferación del modelo de negocio de las plataformas Streaming y las grandes empresas de este sector saben esto. Empresas como Disney y Amazon, que han invertido fuertemente en el Streaming en los últimos dos años, han dado pazos para ser los grandes referentes de este sector.

Monopolización del sector

La industria cultural está dominada principalmente por capital norteamericano, que se hegemoniza en el periodo postguerra gracias a la migración de los grandes nombres del cine alemán, italiano y francés a Estados Unidos por la 2da guerra mundial.

Disney, Warner Bros., Universal, Metro Goldwin Mayer, 20th y 21st century FOX, y sus subsidiarias para televisión, se repartían anualmente la mayoría de las ganancias de la industria del cine y la televisión, con muy pocas excepciones, la mayoría de las producciones que son nominadas y ganadoras de premios de cinematografía y televisión son de estas empresas y sus subsidiarias.

En términos generales, este oligopolio estadounidense impone la tendencia de consumo cultural del mundo. O así lo hacía, hasta la llegada de una sorpresa en el boom de la plataforma Netflix.

Esta plataforma, que se nutria principalmente de las producciones antiguas de este oligopolio de la industria cultural, generó una nueva forma de disfrutar la televisión y el cine, la posibilidad de tener en la sala de tu casa los estrenos más recientes del cine con tan solo pagar una cuota mensual fue una gran oferta que el público general no pudo ignorar.

Al combinar todas las grandes producciones de las grandes empresas en su plataforma Netflix se convirtió en la fuente principal para el disfrute en el hogar de producciones de televisión y cine.

Y es que recurrió a todas las estrategias posibles para encontrar público, ya que, buscó acuerdos con las grandes empresas para tener en su biblioteca series y películas que han sido claves para la cultura pop, apelando a la nostalgia del publico y la lealtad de los fans de estas grandes producciones.

También buscó la forma de generar contenido nuevo que apelara a los distintos perfiles de usuarios que usaban su plataforma, gracias al estudio de los gustos e intereses de sus usuarios y el desarrollo de algoritmos capaces de hacer sugerencia de programación que incluyan sus producciones han logrado posicionarse como una gran productora y competencia para las grandes empresas de la industria.

Netflix es un gigante del Streaming, que se paro en los hombros de gigantes para generar un público, pero el estudio de este público es lo que hace de Netflix un monopolista del sector, y es que el desarrollo de software de reconocimiento de gusto de los usuarios es, quizás, el principal activo de la plataforma.

El ocaso de una hegemonía

En un periodo de 10 años Netflix pasó de una compañía de renta de DVD en Estados Unidos, en la sombra de un gigante como Blockbuster, a ser un monopolista del sector Streaming, pero la asimilación de la competencia es cada vez más eminente.

Las compañías que parecen tener una mayor posibilidad de competir en el “Tú a Tú” contra Netflix parecen ser, hoy en día, Disney y Amazon. Y es que estas dos grandes empresas, que fueron aliados de Netflix en un principio, tienen cada una las posibilidades de atracción de público que tuvo esta plataforma en sus inicios.

Disney, como la compañía más grande de la industria cultural a nivel mundial, es el principal adversario de Netflix en el negocio del Streaming, ya que, el alcance de las producciones de Disney es global, y sus producciones son dirigidos a apelar la nostalgia del público.

Con esto Disney ha logrado un público considerable a menos de dos años de haber estrenado su plataforma en internet Disney Plus y con la compañía cada vez más enfocándose en las producciones para esta, basándolas en franquicias reconocidas a nivel mundial (Marvel, Star Wars, Pixar), esta solo irá en aumento año tras año.

La segunda empresa que surge como una de las principales adversarias a la hegemonía de Netflix es Amazon, esta compañía fue la encargada de manejar los servidores de Netflix en sus inicios, gracias a esto tiene un conocimiento del negocio que compite directamente con esta.

Cuando termina el contrato de Netflix con Amazon, este decide que el mercado del Streaming es una nueva forma de colocación de productos que se debe explorar a fondo. Amazon apuesta en grande con la creación de una productora y la oferta de entrega “super express” de las compras en su página web a quienes se subscribieran a su plataforma.

Otra cosa que heredó Amazon de Netflix fue su estudio de mercado, permitiendo a “Amazon Studios” la creación de producciones de series y películas de gran envergadura con gran aceptación del público general.

Otras empresas como Warner Bros y Universal no se enfocan en la creación de contenido para sus plataformas Streaming y buscan generar producciones que apelen a todas las pantallas. Pero la amenaza de que todas las grandes empresas se enfoquen en sus plataformas de internet sigue allí.

Por ahora Netflix sigue dominando el negocio y enfoca sus inversiones en mantener su cuota de mercado a pesar de la creciente competencia. La nueva estrategia de la compañía es generar contenido original e intentar ser la primera opción para productores independientes.

Pero con la asimilación del mercado de Disney y Amazon y el enfoque de estos dos grandes capitales en el mercado del Streaming parece que podemos esperar que esta sea una guerra de posicionamiento en los años por venir.

Por mi parte apuesto principalmente por las plataformas en conjunto de Disney, quienes tienen las franquicias, la experiencia en producción audiovisual y el capital suficiente para sacar del mercado a cualquier competidor y lo demostró hace poco con la compra de FOX y todas sus subsidiarias.

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